𝟔𝟓. 𝐃𝐢𝐟𝐞𝐫𝐞𝐧𝐭𝐞

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— ¿Tienes tus llaves? — le preguntó Kit antes de bajar del auto con Eddie, el mayor asintió y comenzó a buscar en sus bolsillos con torpeza.

No se había dado cuenta de que quien lo había llevado hasta su casa junto a su pequeño era Dante, y el menor esperaba que siguiera así.

Tomó la llave de Eddie y bajó junto a Dante, fue hasta la puerta del lado donde estaba su pareja y la abrió, pero su amigo lo detuvo.

— Yo me encargo, tu ve a abrir la puerta.

Kit asintió y casi corrió hasta la casa, poniendo las llaves en el cerrojo con sus manos temblorosas. El miedo seguía recorriendo su cuerpo, no encontrarlo le había hecho pensar cosas horribles, pero cuando entró al baño y lo vio en tan mal estado fue aún peor. Las piernas le seguían temblando.

Sólo esperaba que Wayne no estuviera.

Cuando Dante ingresó llevando al de rulos, Kit cerró la puerta e inmediatamente lo ayudó a subir las escaleras, guiándolo a su habitación, recostaron a Eddie en su cama y luego acompañó a su amigo a la entrada.

— ¿Te quedarás? — le preguntó con las manos metidas en los bolsillos de su pantalón, Kit asintió.

— Sí, no está bien... gracias por ayudarme, Dan. — le sonrió el menor, él asintió.

— No es nada, Kit. Si necesitas algo llámame, y avísale a tu padre que te quedarás.

Kit sonrió. — Bien, gracias. Luego te devolveré las cosas que dejaste en mi casa.

Dante asintió y le dio un abrazo de despedida, Kit lo observó irse y cerró la puerta con un suspiro cansado, fue hasta el teléfono y marcó el número de su casa.

— ¿Hola? — preguntó su papá con confusión.

— Pá, traje a Eddie a su casa, no se encuentra bien así que me quedaré a cuidarlo ¿si?

Su papá suspiró al otro lado de la línea. — Está bien, niño, imaginé que harías eso.

— Gracias, pá.

— Luego hablaré con ese mocoso. — dijo con molestia, Kit pasó su mano por su frente.

— No hace falta, lo haré yo. Gracias, adiós.

Su papá lo saludó y colgó, miró las escaleras y respiró hondo antes de subir lentamente.

Eddie estaba en su cama con los ojos apenas abiertos clavados en la carta de Kit, intentando leerla nuevamente. Se la sabía de memoria, incluso con su mente nublada por completo, pero él quería leerla otra vez. Kit vio con dolor las lágrimas que una vez más se asomaban en sus enrojecidos ojos y miró a su alrededor, notando un plato con una pequeña montaña de colillas de cigarrillo y unas tres cajas vacías tiradas en distintos puntos de la habitación, como si hubieran sido arrojadas con enojo.

Se acercó con timidez y se sentó a su lado, pasando una mano por su espalda en un intento por reconfortarlo, pero eso sólo hizo que Eddie alzara la mirada con dolor.

— ¿Me dejarás, Kit?

Seguía arrastrando las palabras, su cuerpo se tambaleaba aún estando quieto y su mirada estaba perdida por completo, pero así y todo su mente sólo tenía espacio para sus mayores miedos. En lugar de bloquearlos, los había potenciado con el alcohol y toda la hierba que había consumido.

Kit se quedó estático, luego comenzó a negar con la cabeza. — N-No... ¿por qué lo haría?

Eddie dobló la carta lo más cuidadoso que pudo y la dejó en el suelo, para luego apoyar su cabeza en sus brazos y esconderse de la mirada de Kit. No quería verlo decepcionado y enojado otra vez.

i wanna be yours | eddie munson x male ocDonde viven las historias. Descúbrelo ahora