ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝑿𝑰𝑿

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Kiyomi:

La semana había pasado volando.

Empezamos con los campos de entrenamiento al que deberíamos ir; como recibí unas nominaciones y con mucha ayuda de Midoriya, pudimos pensar en cuál de las nominaciones sería mejor para mí.

Terminé optando por una agencia pequeña de héroes que se encargan más de combate y ayuda.

Me vendría bien aumentar mi resistencia. No quería depender de mi quirk siempre.

Por otra parte, las cosas con Bakugou no volvieron a la normalidad, aunque él aparentaba que sí, era raro la mayor parte del tiempo y aún más cuando estábamos solos.

Intenté preguntarle varias veces si estaba bien y él respondía que sí.

Lo notaba muy seco y distante conmigo.

Ya no se sentía cálido ni amigable conmigo, definitivamente sentía frío. Se negaba a establecer contacto visual conmigo. Sus pequeñísimas sonrisas que a veces me daba ya no existían. Y sus respuestas de "Ajá si", eran superficiales. Incluso cuando estábamos solos en el transporte, la frialdad no se deshacía ni un grado.

❁ ❁ ❁ ❁ ❁

Hoy era el día en que nos iríamos a nuestras prácticas.

-Todos tienen sus trajes, ¿verdad? No los pierdan -decía el profesor.

-Yo voy por este lado.

-Y yo por este.

Vi como Bakugou iba al tren con dirección al Norte, suerte o coincidencia para mí, el tren que estaba a su opuesto de este, era el tren con dirección a sur al que yo iría.

Me encaminé a su dirección despidiéndome de mis amigos y deseándoles la mejor suerte posible.

-Kobayashi.

Me giré para descubrir lo que me había hablado. Era Todoroki.

-Todoroki ¿qué haces aquí? Pensé que te tocaría por el otro lado.

-Si, solo quería desearte suerte y que tuvieras cuidado.

-Gracias, lo mismo digo -sonreí.

Él levantó un poco la comisura de sus labios y después vio sobre mi hombro y frunció el ceño, aunque muy poco.

Me giré confundida viendo a Bakugou, pero él no nos estaba prestando la más mínima atención. Pero desde mi lugar pude percibir el hueso de su mandíbula vibrar.

Era una clara señal de que estaba enojado.

¿Será porque no ha llegado su tren?

-Me tengo que ir. Te veo luego.

Antes de poder decir algo, él ya se había puesto en marcha y yo seguí en dirección a Bakugou.

Ninguno de nuestros trenes llegaba, y según la pantalla donde decía, el tiempo de espera estimado para su llegada; sería de 10 minutos.

Todavía tenía tiempo para poder charlar con él antes de separarnos durante una semana, quería más que nada aclarar nuestro malentendido de hace unos días y que me explicara lo que le sucedía.

Bakugou

La semana había sido una lucha. Un problema molesto.

Ya sabía que no me podía apartar de ella, así que mi plan consistió en dirigirle la palabra lo menos posible y verla lo menos y así ya estaría todo en orden. Y mitigaría estos sentimientos.

Y una mierda.

No sirvió para nada más que para hacerme sentir como la peor cosa del mundo.

Ahora recuerdo la pequeña conversación que tuve con el pelo de mierda:

𝑵𝒐 𝒎𝒆 𝒎𝒊𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 -𝓑𝓪𝓴𝓾𝓰𝓸𝓾 𝓗𝓪𝓽𝓼𝓾𝓴𝓲Where stories live. Discover now