ℭ𝔞𝔭𝔦𝔱𝔲𝔩𝔬 𝑋𝑋𝐼𝑉

3.3K 333 67
                                    

Kiyomi

Al entrar al tren ahí estaba él, hoy iríamos al campamento y estaba muy nerviosa, al parecer él no, porque estaba dormido, de pie, ahí en la esquina del vagón. ¿En serio le será cómodo dormir de pie? 

Cuando llegué a su lado vi que sí estaba dormido, estaba tan tranquilo.

Me gustaría tomar el teléfono para fotografiarlo y quizás enseñarle a mis amigos que Bakugou era una persona tranquila, pero otra parte quería solo contemplarlo.

Me di cuenta de que cada vez le pegaba más el sol en la cara, así que instintivamente me pongo por delante de él para taparlo, fallando dramáticamente, pues no lo logró cubrir para nada. Ahora cambiando de táctica, me sostengo de un pasamanos, me levanto en puntas y con mi mano sobrante la pongo en el lugar donde llega el rayo de sol, que da a su cara para inhibirlo.

Pero algo pasa, él abre los ojos súbitamente y se espanta de verme tan cerca; lo sé porque pude ver cómo sus pupilas se dilataron. Yo me resbalé y choque con su cuerpo, hubiera sido una caída de no ser porque él me sostuvo. 

—Lo siento —dije apenada, mirándolo desde abajo, él ya había bajado un poco su cabeza para observarme—, te espantaste justo después de verme tan de cerca, pero quería protegerte del sol y no alcanzaba…

Una vez que se aseguró de que no volviera a perder el equilibrio, tosió tapándose la boca y puedo jurar que lo vi esconder una sonrisa.

—Como si esa pudiera ser mi reacción por verte flor.

¿Entonces no se espantó?

Iba a preguntar qué quería decir con eso, pero llegamos a nuestro destino y tuvimos que empezar a andar.

❁ ❁ ❁ ❁ ❁

—Tenemos que hacernos amigos de los de la clase B, se ve que son majos —grito Kirishima.

Todos asintieron desde sus asientos y continuaron sus pláticas con su compañero de alado. Como yo y Bakugou estábamos en la penúltima fila, podíamos tener un panorama completo de todos en el autobús: cada quien estaba hablando o escuchando música.

—Espero hacerme amiga de los de la clase B.

Bakugou solo chasqueó la lengua.

—¿Y si no les agrado? —pregunté temerosa.

Sus fosas nasales se ensancharon un poco, pero su mirada seguía pegada a la ventana.

—¿Con qué frecuencia conoces a personas a las que no les agradas?

—No muy a menudo, pero sucede —vacile antes de decir—. No te agradaba para nada cuando nos conocimos.

Eso hizo que me mirará.

—Ya habíamos hablado de eso. Solo pensé que estabas desperdiciando tu potencial.

—Ya, pero aun así no querías que te agradara —lo contraataque.

—No, no quería —concordó, mirándome a los ojos muy rápido, estaba serio, lo sabía porque su mandíbula se le marcaba aún más—. Pero perdí esa batalla —dijo antes de volverse a la ventana.

Esas últimas palabras hicieron que le sonriera. ¡Le agrado un poco! 

Bakugou posó brevemente los ojos en mí, y, durante un instante, pareció quedarse atrapado, como si fuera incapaz de apartar la mirada. El corazón me dio un vuelco.

—Quiero hacerme amiga de Tetsutetsu —proseguí.

Levantó las cejas, claro, seguro no sabía quién era Tetsutetsu.

𝑵𝒐 𝒎𝒆 𝒎𝒊𝒓𝒆𝒔 𝒄𝒐𝒏 𝒆𝒔𝒐𝒔 𝒐𝒋𝒐𝒔 -𝓑𝓪𝓴𝓾𝓰𝓸𝓾 𝓗𝓪𝓽𝓼𝓾𝓴𝓲Where stories live. Discover now