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Narrador pov.

Él ambiente no resultaba ser él mejor, ambas lo sabían. Emma esperaba una explicación por parte de Bella, la pelinegra no se creía él cuento de que Bella se iba a ir porque detestaba Forks, ella sabia cuando una persona estaba mintiendo sobre todo cuando Bella no tenía esa habilidad.

-Soy pésima mintiendo ¿Verdad?.-inquirió Bella en tono designado.

-Demasiado, aunque hoy en verdad algo te esta afectando pero no lo quieres decir.-respondió Emma mirando a la castaña.

-Dile la verdad, Bella.-los ojos de Emma se enfocaron en Edward ¿Qué hacía entrando por la ventana?.

Tanto Edward como Bella se miraron y asintieron de acuerdo, no tenían demasiado tiempo en cualquier momento James empezaría la cacería.

Bella empezó a contarle sobre lo que había pasado y como ella había descubierto que la familia Cullen eran vampiros. Si alguien le hubiera contado lo mismo hace tiempo a Emma ella se hubiera reído pero ahora las cosas habían cambiado, muchas preguntas pasaron por su mente. Ella suspiró y miro a la pareja ¿Cómo Bella se había involucrado con vampiros?.

Y ahora un vampiro quiere la sangre de Bella.

-Déjame ir. Por favor Emma, no quiero ponerlos en peligro a ti y a Charlie.-suplicó Bella sabiendo que ya tenía que irse.

-Esta bien, solo que yo hablare con Charlie. No le diré nada sobre él secreto de los Cullen, pero tu.-Emma señalo a Edward.-tienes que cuidarla, si yo pudiera acabar con James lo haría con mucho gusto pero no tengo las mismas ventajas que ustedes los vampiros tienen.

A Emma no le gustaba nada él "plan" que ellos tenían, pero lastimosamente no podía hacer nada cuando los vampiros eran difíciles de matar. Cuando bajó a la sala no le gustó ver a Charlie bastante desanimado.

-Charlie, yo he hablado con ella.-hizo una pausa y agarro la mano de él, no le gustaría mentirle pero era necesario.-Bella se siente confundida, ella le gusta demasiado ese chico pero no quiere sentirse atada a Forks... Ella necesita un tiempo para pensar por lo que se va a ir a Phoenix unos días mientras aclara sus ideas.

Algo debía ir mal, Charlie lo presentía pero aún así prefiero creer en lo que Emma le decía.

-Pero es de noche ¿Por Qué no se puede esperar al menos hasta mañana?.-inquirió Charlie preocupado al tiempo que Bella bajaba con sus maletas.

-Ella estará bien, voy a acompañarla hasta su auto.-murmuró Emma sintiéndose incapaz de seguir mintiendole a Charlie.

No era lo mismo a mentirle a las personas que no le tenía cariño, un claro ejemplo su padre. Para Emma fue fácil mentirle varias veces pero a Charlie simplemente no podía.

- ¡Te llamaré mañana!.-exclamó Bella sin mirarlo. Ella deseaba poder explicarle todo en ese momento, aun
sabiendo que ella incapaz de hacerlo.

-Ten cuidado, Bella.-dijo Charlie en  cuanto Bella salió de la casa.

-Adiós Emma, se que tú cuidarás a mi papá.-murmuro Bella mientras las lágrimas inundaban sus mejillas.

Ella quiso decirle algo pero sabia que no podía de seguro James estaba cerca, así que solo asintió. Emma pudo sentir una mirada sobre ella, cuando entró a la casa, soltó un suspiro sólo esperaba que todo se solucionara lo más pronto posible.

Charlie abrazo a Emma por la cintura, algo que la sorprendió pero ella le correspondió un poco sonrojada.

-Ella regresara ya lo verás.-susurró Emma tratando de animar a Charlie, él acaricio el cabello negro de Emma.

-Tu cabello es demasiado suave.-comentó Charlie sonriendo tristemente.-No se que haría sin ti Emma.-Se quedaron allí unos minutos más, abrazados. Disfrutando el silencio, la compañía y el contacto del otro.

Al día siguiente, el humor de Emma no era nada bueno, trato de sacar todas sus emociones en su entrenamiento, le hubiera gustado hacer algo pero se sentía inútil al no poder enfrentarse contra un vampiro.

-Te notó de mal humor.-Comentó Joseph mirando a Emma.

Ella volteó a verlo e hizo una mueca.

-Charlie esta triste, simplemente no me gusta verlo así.-Explicó Emma reclinándose en la pared, no solo era por lo de Charlie sino también por Bella.

Estaba preocupada en el fondo presentía que algo saldría mal y eso podía costarle la vida a la castaña.

-¿Problemas en casa?.-inquirió Joseph frunciendo levemente el ceño, Emma asintió.

-No solo eso, hay algunas cosas de las que no tenemos control o la fuerza necesaria para enfrentarlo.-respondió Emma recogiendo su cabello en una cola de caballo desordenada.

Tu cabello es demasiado suave

Ella recordó las palabras de Charlie e inevitablemente le fue imposible no sonreír.

-Puedo entenderte de cierta forma, pero todo tiene una solución solo es cuestión de que trates de resolver el problema.-Joseph ladeó la cabeza y sonrió.-cuando me dijeron que mi hermana había muerto, fue demasiado horrible para mi no se sabia exactamente el motivó y mucho menos esperaba que ella tuviera un hijo, del cual yo tuve que hacerme cargo. Se que podrás enfrentarte a cualquier problema siempre lo has hecho, Emma.

Pero las cosas son muy distintas

Pensó la pelinegra.

-Gracias por darme ánimos.-murmuró Emma para después fruncir el ceño recordando vagamente lo que le había dicho Billy sin embargo no quería entrometerse en la vida de Joseph.

Estaba manejando su moto, algo distraída por todo lo que había pasado, demasiadas emociones para un día. Diría ella.

Hasta que algo lo detuvo o mejor dicho alguien, su piel era de tono
oliváceo debajo de la característica palidez y los cabellos de un brillantísimo negro. Era de
constitución mediana, musculoso, nunca lo había visto, pero lo que más le llamó la atención era sus ojos rojos.

Por un momento él estaba apunto de atacarlo hasta que apareció un chico haciendo que él moreno retrocediera asustado.

Emma observaba todo atentamente, el chico se le hacía conocido pero no lograba identificar de donde.

Oh, Emma ¿En que líos sobrenaturales te has metido?

Pensó ella misma.

Pensó ella misma

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𝑴𝒂𝒓𝒓𝒊𝒂𝒈𝒆 𝒐𝒇 𝒄𝒐𝒏𝒗𝒆𝒏𝒊𝒆𝒏𝒄𝒆 | 𝑪𝒉𝒂𝒓𝒍𝒊𝒆 𝑺𝒘𝒂𝒏Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz