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Ranpo abrió los ojos y lo primero que destacó en su vista fue el tono azulado del amanecer que teñía la habitación. Inhaló con fuerza y pronto se hizo consciente del cansancio y las secuelas del alcohol en su cuerpo, se apoyó en el futón con mucha dificultad y se quedo asi intentando recordar donde estaba. Apenas y podía recordar lo que pasó el día anterior, sin embargo lo único que el alcohol no había borrado era ese sentimiento de confusión nacido de una extraña necesidad de estar cerca del escritor.
Recordaba la mirada ansiosa que tenía cuando le toco el rostro en el baño, esa mirada que le confirmaba ese deseo bajo de poseerlo. A Ranpo poco le preocupaba que le gustará un hombre o lo que diría la gente por eso, al final no tenía porque mencionarlo y podía tener una vida bastante normal y solitaria. Su sexualidad no tenía que estar en boca de un montón de gente inferior y prejuiciosa.
Un tanto fastidiado por la situación, se levantó y alistó sus cosas para irse, entretanto miró a su alrededor y notó a Allan profundamente dormido sobre el sofá, lentamente se acercó y tocó la piel expuesta de su cuello y parte de su clavícula, luego el castaño dio un salto, el ojiverde se alejo rapidamente y salio del departamento.
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Allan se despertó pasado el mediodía, no escuchaba ruido que delatara la presencia del policía que había llegado la noche anterior a su puerta. En medio de la comodidad los recuerdos de la noche anterior resurgieron y le cayeron igual que un balde de agua fría, recordó cómo el policía lo miraba y como el tacto lo puso ansioso. Se retorció en el sillón por la vergüenza y la incomodidad de sus acciones, no se entendía y sentía que se estaba perdiendo a si mismo.
Pero, estaba encontrando su placer, algo que nunca había sentido antes y eso lo asustaba. No sabía que tan dispuesto estaba a arriesgar todo lo que sabía de si mismo por ese placer.
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Pasaron varios días sin que Ranpo lo visitara, en ese lapso de tiempo, Allan seguía masturbandose con el material que le facilitaba Dazai y su inspiración se elevó a niveles insospechados y pronto comenzó a ganar más dinero. Esto hizo que Dazai lo tratará mejor y que su padre también dejará de despreciarlo tanto. Todo parecía ser ideal pero no podía con la culpabilidad de no ser quien creía ser, la sensación de decepción lo devoraba por las noches de insomnio.
En una de aquellas noches donde se encontraba fumando y terminando un manuscrito, en su puerta sonó un golpe seco, como si hubieran lanzado algo. Se levantó y apurado abrió la puerta, se topo con Ranpo que terminó con medio cuerpo dentro del departamento, olía a sake y cigarrillos, Allan lo arrastró hasta el pequeño sillón y lo dejo ahí. Se pasó la mano por el cabello y suspiro por el cansancio físico, una parte de él estaba molesta pues, no quería que se hiciera le hiciera rutina al policía aparecerse por el departamento borracho. Lo miró un largo rato en silencio y entonces se descubrió ese bonito verde esmeralda, la pupila de Ranpo se dilató en cuanto lo vio, en medio de ese intercambio, su mente comenzó a abandonarlo, una parte de él estaba confundida. Su confusión lo golpeó directamente y la única forma de conseguir que esta se fuera era resolviendo el problema desde la raíz.
Se acercó lento, como si no quisiera asustarlo, rozó sus narices y su aliento se mezcló, Ranpo estaba quieto y tranquilo, pero no se quedó atrás y con las manos rodeó su cadera y lo apegó más a él y sin perder tiempo unieron sus labios es una torpe beso que se extendió por unos cuantos segundos.
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Hay mucha gente lindx que me deja comentarios y me motivan a seguir con este fic <3 Les quiero mucho y prometo ser más activa Nos leemos luegoooo Bxbel 🍄
