Escape

Escape Fallido

Desperté en un cuarto oscuro, las paredes eran de ladrillo, el techo estaba repleto de goteras, por lo que el piso estaba lleno de agua, Gabriel no estaba por ninguna parte y Leandro tampoco. Estaba en una silla de madera, atada de manos y pies, mi boca tenia un pañuelo para que no pudiera gritar, o pedir ayuda.

Se abrió la puerta de golpe, era Alejandra y Leandro, ambos me miraron con completa indiferencia, Leandro puso su mano en el respaldo de la silla, y con la otra metió su mano en mi bolsillo, luego se alejo y dijo:

-No tiene nada con que defenderse, ambos sonrieron.

Alejandra se acerco a mi, me saco el pañuelo de mi boca, tomo dos tranquilizadores y me los puso en las piernas, deje escapar un grito de dolor, pero me mantuve sin decir nada.

-Vamos a jugar a esto, tu respondes lo que te preguntamos y lo respondes bien, o tranquilizador ¿Captas la idea?, dijo Alejandra aún cerca de mi cara.

-Eso no va a pasar, reí, y le escupí directo en el ojo.

-Debo admitir que me gusta tu actitud, contesto mientras se limpiaba el ojo, pero ahora estamos hablando enserio, tienes que cooperar por el bien de todos, esto ya no es un juego de venganza de una niña de doce años.

-¿Y si no coopero que?

-Bueno entonces le haremos daño a Gabriel...

-Debería importarme ¿por que?... dije tratando de sonar neutra, es hermano de Leandro no mio, no tengo por que preocuparme, mátalo si quieres, ambas sabemos Alejandra que yo siempre me he preocupado solo de mi misma,termine de decir sonriendo.

Leandro bajo una pantalla, y estaba ahí Gabriel, a punto de ser torturado por un grupo de matones, definitivamente habían caído muy bajo, pero ante mi mirada neutra, se le notaba en la mirada a Alejandra el no saber que hacer.

Intentado no parecer obvia, comencé a mover mis manos, para ver si había una pequeña posibilidad de desatarme y claramente la había, ya que el estúpido que me había atado, seguramente no sabía como hacerlo, en cuestión de segundos, ya estaba desatada.

Alejandra me miro, dudosa del por que mi cara esbozaba una sonrisa siendo que estaba atrapada.

-Me van a soltar y me dejarán ir, dije.

-¿Que te hace pensar que haremos eso?, contestó Leandro.

-¿Enserio quieres averiguarlo?, reí mientras me ponía de pie y golpeaba a Alejandra con la silla, dejándola inconsciente. Mire a Leandro pero seguí de largo, el venía detrás de mi, como lo esperaba, desesperada, comencé a buscar por los pasillos del subterráneo donde estaba Gabriel.

Por supuesto pensé, compuerta número nueve, mire a Leandro confusa directamente a los ojos y el asintió entregándome mi chaqueta llena de armas y tranquilizantes , tome distancia y pateé la puerta con toda mi fuerza, pero dentro del cuarto no había nada, el lugar estaba vacío se habían llevado a Gabriel.