Gran día: Pongo en marcha el Plan.

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Me abrí paso entre la gente, sin mirar atrás, Leandro y Jorge estaban distraídos auxiliando a Gabriel, me sentía pésimo por lo que había hecho pero, más tarde seria hora de lamentos. Martin estaba bailando con una de las hermanas de Jorge, probablemente seria una de sus nuevas victimas, realmente ese hombre era un asco.
Me acerqué a él, y lo choque apropósito.
-Lo siento, dije fingiendo , el me analizo de pies a cabeza y finalmente me extendió su mano para bailar.

-Al fin nos encontramos mi querida Diana, es verdaderamente un gusto,rió.

-Creo que el gusto no es mutuo.

-Vamos, Diana, no te hagas la difícil y dime ¿Por que has venido a entregarte?, creí que eras un poco más inteligente enfant.

-¿Que se supone que significa "ENFANT" ?, dije irritada.

-Enfant, es Francés, se les llama así por lo general a los niños, como tu una niña ingenua y estupida, dijo sonriendo.

-No puede ser que haya escapado toda mi vida de un hombre que ni siquiera sabe como insultar bien a alguien, deberías trabajar en tus insultos, para ser un hombre tan cruel y malo...

-Cállate, dijo acercándose a mi oído, esto no es por lo que vienes, dilo ya, me ordeno.

-Te veo en la salida que conecta con el bosque en quince minutos, dije alejándome de él. Vi el reloj del salón, las diez cuarenta y cinco.

Gabriel había quedado atónito, apenas  tenía consciencia de lo que pasaba, pero parecía entender lo que planeaba, fui a buscar un trago.

-¿No te parecería mejor no mezclar el Alcohol con el deseo de Venganza?, dijo Jorge, quitándome la copa de la mano, haz echo una jugada inteligente..., admitió, no la arruines, te seguiremos de cerca. Se alejo y mire el reloj,  ya tan solo quedaban cinco minutos.Salí de la fiesta y me tope con la madre de Jorge, le di las gracias por todo y luego simplemente me fui del lugar, me saque los tacones y me puse los zapatos bajos. No di ni cinco pasos y Martín y sus hombres ya me tenían rodeada, ese hombre no sabía jugar limpio, mire a mi alrededor y no había salida por ninguna parte, respire hondo, si lograba paralizar alguna parte del cuerpo  de los trabajadores de Martín probablemente tenía oportunidad de ganar. Saque un arma de mi pierna y al instante todos me apuntaron con otra arma.

-Suelta el arma, eres una y nosotros somos veinte, no es  una pelea que puedas ganar, demuestra ser más inteligente Diana, gritó Martin.
Lo mire de pies a cabeza con cara de asco, tarde unos minutos en comprender lo que estaba diciendo y finalmente dije:

-Vengo a negociar mi libertad, no a demostrar mi inteligencia, dije finalmente, ¿que tengo que hacer para que me dejes libre?

-Morir, sabes demasiado Diana, no puedo dejarte ir así sin más, pero ahora te estás entregando así sin más ¿que te hace creer que te dejare ir?, pero... hay otra opción, dijo mientras sonreía de oreja a oreja, podrías unirte a nosotros, serias de gran utilidad para nuestra organización.

-Creo que prefiero morir, dije sonriendo.

-Entonces que se cumplan tus deseos, Diana. Me miraba fijamente sonriendo, alzo su brazo y  comenzó a contar con ellos, en fracción de segundos su sonrisa se esfumo, todos sus hombres habían caído inconscientes al piso, mire a mi alrededor y los vi, eran Leandro, Gabriel y Jorge, Martín me agarro del brazo, para que no pudiera escapar, le apunte con mi pistola en la pierna y le dispare.

-Siempre es un gusto... devolver un favor, dije con frialdad.

-No seas estúpida Diana, contestó mientras caía al piso retorciéndose de dolor.

-Pues bien te contare un secreto, dije acercándome a su odio, no te tengo miedo, puedes mover cielo, mar y tierra, pero yo seguiré ganándote, es más tu deberías temerme a mi, digo estas desangrándote y ¿que vez a tu alrededor?, nadie a venido a ayudarte Martín. Leandro, Jorge y Gabriel, se acercaron al lugar, Leandro me sonrío pero yo no le sonreí de vuelta simplemente me limité a mirarle con frialdad. Me acerque a Jorge me tragué mi orgullo y le di las gracias por salvarme.

-Llamen a la policía y a emergencias, dije, este infeliz tiene que pagar por todo lo que a echo.

-Creo que no sera necesario hacer eso, dijo una mujer a mis espaldas. No podía distinguir como era, apenas había luz en el lugar, ¿Que les parece si yo me lo llevó y todos somos felices?, bueno al menos nosotros, termino de decir.
Le hice una señal a Jorge para que marcara a la policía o a emergencias rápidamente y él entendió rápido  el mensaje. Leandro le puso una pistola en la cabeza a la mujer, ella me lanzó un disparo, todo fue muy borroso para mi en ese momento, mire mi estomago y mis manos y estaban llenas de sangre, lo ultimo que vi fue a Gabriel tomándome en sus brazos para sacarme del lugar.

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