Digo Adiós

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Desperté por que el dolor no podía dejarme dormir,estaba en un Hospital y no entendía lo que pasaba, Gabriel estaba en una silla a mi lado, se había quedado dormido, afuera escuchaba a Leandro hablar con una de las enfermeras. Tenía un gran vendaje en el estomago, intente moverme pero con tan solo intentarlo, no pude evitar soltar un grito de dolor.

Se abrió la puerta de golpe y la enfermera entro al cuarto y dijo:

-¿Todo en orden querida?

-¿Que me ha pasado?, pregunté

-Te ha llegado un balazo, respondió Leandro.

-Eso ya lo se, contesté poniendo los ojos en blanco, me refiero a que me ha pasado después de eso.

-Te desangraste y luego te desmayaste, estabas perdiendo mucha sangre.Estuviste inconsciente al menos una semana.

-¿Que paso con Martín?, pregunté

-Creo que no es un buen momento para hablar de eso,dijo Leandro mirándome con seriedad.

-Los dejare solos, dijo la enfermera, cerrando la puerta tras su salida.

-Bueno, ahora sí, dime que ha pasado, chillé.

- ¡A penas, puedes moverte y ya estas chillando como si se fuera a acabar el mundo!, contestó molesto.

-Tengo un problema en el estomago, o donde sea que haya entrado la bala, no en mi cabeza ni en mi boca, ahora dime que fue lo que paso.

-Llegó la policía al lugar, Martín fue arrestado y bueno la mujer murió, dijo de mala gana.

Gabriel despertó y nos quedo mirando a los dos fijamente molestó por que nuestra pelea lo había despertado, aún así tenía un sonrisa que no le quitaba nadie del rostro.

-¿En cuanto saldré de aquí?, pregunté.

-En un mínimo de 3 semanas, contestó Gabriel tomándome la mano, pero tranquila no estarás sola vendremos a verte siempre que podamos.

-¿Que paso con Jorge?

-Está en la cárcel, dijo Leandro a matado a esa mujer, estará ahí al menos 3 meses, eso a dicho el juzgado, ahora si me disculpan los dejare solos.

Gabriel, me beso la frente, se acostó a mi lado, me tomo de la mano y ambos nos quedamos dormidos, por que estábamos exhaustos.

***

Me desperté y eran las nueve de la mañana, por ahora me estaba quedándome en la casa de Leandro y Gabriel, al menos hasta que encontrara donde hogar. Me metí a revisar mi correo, en la computadora de Leandro y ahí estaba el correo que tanto había estado esperando, mi pasaje a una nueva vida, todo estaba resultando finamente como siempre había querido, el problema era como decirle a Gabriel.

Ese día estuve todo la tarde arreglando mis cosas para irme, sin que nadie se diese cuenta, Leandro y Gabriel habían salido por la mañana, así que estaba sola, tenía pensado en dejarle una carta, pero no sabía que ponerle en ella. Dormí una pequeña siesta y para cuando había despertado ya se había hecho de noche, mañana era el gran día, y nada ni nadie podría detenerme.

-Vaya, se ve delicioso, dijeron Leandro y Gabriel al unisono, cuando entraron a la casa, les había preparado algo de comer, tal vez de despedida, simplemente me sentía culpable.

Gabriel me tomo de la cintura y yo le robe un beso. Luego de eso ambos se sentaron a comer lo que les había preparado.

-Quería, darle las gracias a los dos, por todo lo que han echo por mi, enserio nunca podre terminar de agradecerlo,siempre lo recordare, dije con melancolía.

-Vamos Diana, no es como si mañana no volverás a vernos, rió Gabriel.

-Claro, solo quería darles las gracias por todo, enserio, dije sonriendo con falsedad.

-Bueno, yo saldré esta noche, así que tienen la casa para ustedes solos, dijo Leandro.

Luego de cenar y de que Leandro se fuera, Gabriel y yo subimos a su cuarto, se recostó con las manos detrás de su cabeza y yo me apoyé en su pecho, ninguno de los dos habló, sabía que Gabriel sospechaba algo, pero no quería estar ahí, para ver su cara cuando le dijera que iba a irme.

-Podrías quedarte con nosotros, a vivir si quieres, dijo.

-No lo creo, también quiero tener una casa propia algún día, pero tranquilo seguiré en sus vidas para molestarlos, dije riendo.

-Te amo, Diana, se que nunca te lo digo, pero no sabes cuanto significas para mi, dijo suspirando, me senté y le di un beso, el me quito la polera y comenzó a recorrer lentamente mi cuerpo con su boca. Fue nuestra ultima noche juntos, una que esperaría que nunca olvidara, por que yo no la olvidaría jamás .

***

Me desperté a su lado y me sentí terriblemente mal por tener que irme, bese su frente, me vestí y baje con todas mis cosas, el taxi me esperaba fuera de la casa y todos estaban durmiendo, deje la carta sobre la mesa, camine hacía la puerta... ya no había marcha atrás, gire el pestillo, me subí al taxi y simplemente me fui, sin dejar rastro, era hora de una nueva vida, el mundo me estaba dando una nueva oportunidad de recomenzar y había decido tomarla. Tal vez algún día nos volveríamos a encontrar.

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