Noche de Fogata

67 18 1
                                    

Pusimos un especie de campamento, cerca la ciudad, nadie nos diría nada por que era un lugar dedicado a acampar, los arboles eran tan altos como las montañas, había cerca un hermoso lago de agua cristalina, no eramos los únicos acampando, frente a nosotros había una Familia de turistas en el lugar, aún así tendríamos cuidado de cualquier cosa extraña que pudieran hacer.

El lugar de donde harían en baile estaba a tres cuadras de donde estábamos, no podía ocultarlo Leandro y Gabriel, podían notar como sonreía de la nada por la emoción de al fin poder terminar con todo esto. 

Fuimos a buscar ramas con Gabriel para hacer una fogata, mientras Leandro iba a comprar algo de comer al supermercado, nos dirigimos por un sendero, el lugar era simplemente maravilloso, para nuestra suerte estaba lleno de ramas sueltas.

-Eres bastante fuerte, se burló de mi Gabriel, mientras me veía intentar sacar una rama enorme.

-¿Podrías ayudarme, o te quedarás riéndote ahí como estúpido?, dije intentando ser seria.

Se acercó a mi y me rodeo con sus manos las caderas y luego las puso sobre el tronco, mi corazón comenzó a latir más rápido. Comenzamos a forcejear pero luego de unos intentos caímos al suelo, cayó sobre mi y me miraba fijamente, comenzó a acercarse, pero yo me moví bruscamente y seguí buscando ramas.

Aunque las ramas me pesaban no dije nada, hasta llegar al campamento.

Leandro había traído un montó de comida, y mi estomago rugía de hambre, abrimos unas papas fritas y servimos bebida, en realidad se sirvieron, yo tenía tanto frío que me prepare un té, para entrar en calor. No sentamos en unos troncos y al rededor armamos una fogata.

-Que les parece si jugamos verdad o reto, sugirió Leandro.

-Solo con una condición, chillé, nada de sacarse ropa o algo por el estilo, dije mirándolos fríamente, ambos se miraron entre si y asintieron.

-Las Damas parten, dijo con tono burlón Gabriel.

-Leandro, Verdad o Reto?, pregunté sonriendo de forma maliciosa.

-Verdad, contestó.

-¿Como, supiste de todo esto?, me refiero, como te involucraste en esto de estar huyendo, solté, sería, Leandro me miro algo molesto, suspiro y dijo:

-La verdad es que, mi padre nunca me lo dijo, lo descubrí por mi cuenta, ¿sabes? es muy difícil averiguar cosas como esta cuando tienes quince años, pero al final lo conseguí, un día revisando entre los cajones de nuestro padre, muchas veces intentaron reclutarme para ser un espía o cosas por el estilo, nunca quise pero aún así siempre me persiguen para que me una a ellos, por todos los medios posibles, así que Diana no te sientas culpable por nada, yo me he metido en esto solo y esto no es tu culpa,termino de decir con frialdad.

-Me toca!, dijo Gabriel mirándome fijamente, y tan solo con su mirada entendí que tendría que responder algo respecto a el, Diana ¿ Que paso con tus padres?, dijo temeroso.

Me quedé pegada unos segundos, no sabía por que estaba más impactada, si por la pregunta respecto a mi padres, o por que no me hubiera preguntado algo acerca de él , comencé a tocarme las piernas con las manos y dije:

-Los mataron, el mismo día que comencé a escapar, no se como, pero lo hicieron, cuando llegué a casa un grupo de policías esperaba afuera para llevarme a un orfanato, por suerte me adoptaron en una semana y logré salir de allí aunque no era la mejor Familia que podía pedir, podría estar tranquila y descubrir lo que estaba pasando...

-Me toca ,grito Leandro, Gabriel...

-Definitivamente Reto hermano, dijo con una mirada amenazante.

-Besa a Diana, dijo riendo

-¿Es broma?, chillé al instante, ¿Desde cuando esto es aceptable en los retos?

-Desde, este preciso momento, rió Leandro, como si estuviera disfrutando esto.

Gabriel se acercó a mi sonriendo, abrió mi boca lentamente con sus labios, y con su mano acaricio el costado de mi cara, luego se alejo y me miro, riéndose.

-Definitivamente, el mejor beso que he dado, dijo Gabriel.

-No te entusiasme tanto, dije, creo que será el ultimo que nos daremos.

-En eso concuerdo contigo, por que Diana está perdidamente enamorada de mi, dijo Leandro riéndose, creó que ahora me toca a mi, se acercó a mi lado y me besó, lo aparte y dije:

-Son unos idiotas, nunca me fijaría en alguno de los dos, aunque en mis adentros sabía que estaba mintiendo. Me pare y me fui a dormir a la carpa, Leandro y Gabriel seguían riéndose y se quedaron en la fogata al menos unas dos horas más.

A eso de las 3 de la madrugada, Gabriel entro a la carpa y se acostó junto a mi, fingí que dormía por que no tenía ganas de hablar, el me beso la frente y susurró en mi oído "Se que no duermes Diana, pero eso no cambia que haz quedado vuelta loca por nuestro besó",no puede aguantar la risa.
Se metió dentro de mi saco y yo me di vuelta a apoyarme en su pecho y cerré los ojos para seguir durmiendo.

Escape  Where stories live. Discover now