Parte I de la bilogía "Amores reales".
-Vamos, Serem, ¿qué salió? -Grita su mejor amiga Aria desde el otro lado de la puerta, está más que ansiosa.
Toma un respiro y abre los ojos, toma despacio la prueba de embarazo y mira de una el resultado.
-Car...
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¿Han sentido como es la sensación de estar en medio de dos miradas un tanto retadoras?
Esa era la situación de Alexandri. Su madre hablaría con la duquesa, la cual, ya se había enterado del escándalo. Sin embargo, no se había enterado de lo peor, ya no se casaría con su hija, sino con la posible madre de su hijo.
Serem había dormido en el palacio tres noches, su abuela y unos guardias habían ido por sus pertenencias, hasta ahora casi no la veía, se la pasaba en su habitación o en la cocina. El pelinegro debe admitir que lo que cocina es delicioso, digamos que a escondidas prueba los diferentes platillos.
Ellorie ha estado insistiendo en querer platicar con Serem. Pero le han dicho que le dé un poco de tiempo a solas para que pueda adaptarse.
Katherine estaba sentada en uno de los sillones que hay en el despacho. La duquesa veía fijamente a su madre, la reina la veía de igual forma, todos saben el carácter tan complicado de la señora. Por su parte, Alex se encontraba a lado de su madre mientras la tomaba del brazo.
—Carlota, ¿Puedes explicar lo que está pasando? —Su tono de voz deja ver lo molesta que se encuentra.
—Hadan, ha sido algo que se ha salido de nuestras manos, quisimos pararlo, mas ya era tarde —habla su madre con tranquilidad.
—No entiendo —su mirada se llena de duda —. El matrimonio de nuestros hijos se puede ver afectado por ese escándalo y lo dices tan tranquila. —Se pone de pie.
—Discúlpame, pero no contábamos con que mi hijo y la chica tuvieran algún tipo de relación y como resultado haya dado un bebé —la reina levanta un poco la voz.
—¡Patrañas! ¿Cómo aseguras que tu hijo es el padre? —El ojiazul la mira un tanto molesto.
—Pues, para empezar, las fechas coinciden, si bien le hemos pedido una prueba de ADN hay una gran posibilidad que así lo sea.
—Esa chica debe haberse embarazado de otro y ahora solo quiere recibir algún valor monetario, ¿Por qué crees que hizo semejante atrocidad con los medios? —sisea molesta.
—Eso no podemos asegurarlo, tal vez alguien más tomó la prueba para provocar a los medios. Reconozco que mi hijo no tiene la mejor reputación y eso ha ocasionado más de una vez noticias un tanto amarillistas, pero esta vez él si acepta haber tenido algo con ella. —El pelinegro siente como su madre aprieta un poco más el agarre, clara señal de que la están desesperando.
La hija se mantiene cabizbaja, no dice nada. Solo juega con nerviosismo sus manos.
—Entonces dime que haremos, no puedo permitir que la imagen de mi hija resulte manchada por una oportunista que debe ir de cama en cama con los hombres —espeta con enojo.
—Mire, excelencia, le pido respeto para esa chica. No voy a permitir que dude de su integridad. —Defiende el pelinegro, lo que sorprende a la duquesa.
