Capítulo 16

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-¡Nala! Suelta eso por el amor de Dios -regaña la castaña cuando ve que su mascota mordisquea una de sus amadas pantuflas en forma de Gary, el caracol de "Bob Esponja" -

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-¡Nala! Suelta eso por el amor de Dios -regaña la castaña cuando ve que su mascota mordisquea una de sus amadas pantuflas en forma de Gary, el caracol de "Bob Esponja" -. Pedacito de cielo, mis pantuflas no, he tardado años en armar una colección grande.

La castaña se encontraba ya bañada y lista para arreglarse, ella y Alexandri irían a una cena.

Por lo que había dicho el pelinegro era más que nada un evento en el cual varios de los millonarios del país iban a gastar el dinero a lo tonto. Él debía ir porque sería el invitado de honor, claramente no pudo negarse, no permitiría que su madre estuviera de hombres rabos verdes.

La invitó no porque quisiera eso para ella, sino más bien por el hecho de querer su compañía, además de que preguntarían por la futura reina.

-Hola, Sem -saluda Aria al entrar a la habitación, ella la ayudaría a lucir bien.

Theo y Elle se habían hecho grandes amigos, hasta ahora no habían hecho ninguna broma. Al menos ninguna grave.

-Hola, Ari -saluda rápidamente -. Bodoque, te he comprado muchos peluches, porque no juegas con ellos y dejas en paz a Gary.

Durante esta semana y media, Nala se había acostumbrado muy rápido a su nuevo hogar. Su adoración era Alex, por extraño que parezca, cuando la perrita veía al pelinegro parecía que veía a Dios en persona. Era muy tierna. Alexandri ha estado tomando medicación para controlar la alergia, así que convivir con esa bola de pelos color negro no era tan difícil. Aunque quisiera negarlo, Nala también se convirtió en la adoración de Alex. Le había comprado de todo; ropita, juguetes chillones e incluso le compró unas botitas para la lluvia.

-Ya mejor ni gastes saliva, sabes bien que Nala hace lo que quiere. Alexandri, Theo, Elle y tú la han mal acostumbrado mucho -se burla su amiga mientras carga entre sus brazos a la perrita.

-No podemos evitarlo, mira nada más esa carita preciosa -le acaricia la cabecita.

Nala también se había vuelto muy apegada a ella. Todos dicen que es por su embarazo, cuando la castaña se recostaba, la perrita aprovechaba para poner su hocico en su vientre y podía pasarse horas en la misma posición. Además, no dejaba que nadie le tocara la pancita, claramente a excepción de Alex.

Obviamente, no le agradaba Hadan, cada que la veía le gruñía.

Reconoce la mala vibra.

-Mejor apurémonos, la cena comienza en una hora y media.

Pone a la perrita en el piso.

Serem se pone frente a su tocador y su amiga se acerca a ella para comenzar.

Aria comienza por recogerle todo el cabello en una coleta alta con el cabello partido por la mitad. Trata de que quede lo más lisa posible.

-Aria, ¿Puedes decirme si la puerta está bien cerrada? -Pregunta, Nala es tan traviesa que ya se ha perdido seis veces.

Un Desastre RealOù les histoires vivent. Découvrez maintenant