CAPÍTULO 11: A HOPE IN HELL (PART II)

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—— A HOPE IN HELL ——

El palacio del señor del infierno era, sin duda, uno de los lugares más oscuros y lúgubres que Davina había visitado a lo largo de su vida, pero no por ello dejaba de admirar todo cuanto la rodeaba, sin duda el infierno no se alejaba de la glorios...

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El palacio del señor del infierno era, sin duda, uno de los lugares más oscuros y lúgubres que Davina había visitado a lo largo de su vida, pero no por ello dejaba de admirar todo cuanto la rodeaba, sin duda el infierno no se alejaba de la gloriosidad a la que podía llegar un monarca, aunque este fuera el mismo Lucifer. Siguiendo los pasado de Morfeo por los pasillos del palacio, llegaron hasta una gran sala, donde la protectora pudo observar la presencia de dos criaturas, entre las sombras se encontraba una mujer, con el pelo negro y la tez oscura, la cual llevaba la mitad de su cara desfigurada, lo que la hizo suponer que ella era un demonio normal; en el centro de la estancia se encontraba Lucifer, con unas enormes alas y con una apariencia que para nada parecía ser la de un demonio, sino la de una criatura celestial, la cual era la más hermosa que Davina había visto aunque tampoco podía compararla con ninguna otra, ya que era el primer ángel, aunque fuera caído, que veía en su vida.

—Hola, Sueño.— Le saludó Lucifer mientras estos se quedaban en el umbral de la entrada, a una distancia prudente.

—Saludos, Lucifer Estella del Alba.— Le saludo Sueño, para después desviar su mirada a la izquierda de la estancia. —Saludos, Mazikeen de los Lilim.— La saludó a la demonio, la cual parecía ser la mano derecha del señor del infierno, o por lo menos eso era lo que interpretó Davina, ya que todo aquello no se parecía a lo que conocía.

—Saludos, soñador.— Le saludó la demonio mientras Lucifer se acercaba un poco, en cambio, Sueño, Davina y Matthew se quedaron en el mismo lugar.

—Te veo bien, Sueño. ¿Cómo estás? ¿Y tu familia, Destino, Muerte, Desesperación, y los demás?— Inquirió Lucifer fingiendo que el bienestar de los eternos le importaba.

—Supongo que ya sabrás que esta no es una visita de cortesía.— Asumió Sueño, recordando lo que había sucedido minutos antes en aquellas columnas, de haber sido una visita de cortesía no habría hecho eso o sí, nadie podía predecir lo que hacía un demonio.

—¿Entonces has venido a unir fuerzas? ¿A forjar una alianza entre nuestros reinos? ¿A reconocer la soberanía del infierno?— Preguntó Lucifer haciendo que Davina viera que el infierno no era considerado un reino, por lo tanto eso era lo que Lucifer deseaba, reconocimiento. Pero, ¿como iba a ser aquel lugar un reino? Sus habitantes seguían las normas por miedo, y muchos de quienes habitaban allí lo hacían por obligación, por culpa de las acciones que hubieran llevado a cabo. Y en ese aspecto, en Davina despertaba una cierta curiosidad, ¿que pasaba cuando uno de ellos moría?

—Ya sabes que opino, Dador de luz.— Se limitó a decir Morfeo con frialdad.

—Las opiniones van variando, sobretodo si uno es capturado y encerrado por los mortales. Esperábamos más de ti, querido Morfeo, y de tu protectora.— Comentó mientras miraba por unos segundos a Davina, la cual no apartó la mirada, la protectora había tenido miedo a muchas cosas a lo largo de los años, pero ¿a Lucifer? Para ella era una criatura más.

𝐃𝐑𝐄𝐀𝐌𝐒 ||ᵗʰᵉ ˢᵃⁿᵈᵐᵃⁿ||Where stories live. Discover now