𝐁𝐄𝐋𝐈𝐄𝐕𝐈𝐍𝐆; Theodore Nott ✓ [2]

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« SUEÑOS »

El grito se oía por todo el patio, un chico llamaba al nombre de Lyra. El fuego había consumido la mitad de la casa.

– ¡Lyra! - el chico se había soltado del mayor y corrió adentro de la casa.

Helena lo siguio, otra vez estás en el sueño y nadie la podía ver. Está vez pudo ver la cara del chico, era de tes morena, ojos marrones y el cabello bien peinado, pero parecía del siglo 17 o algo por el estilo. Pues traía casi igual como el uniforme de Hogwarts. El chico tenía aproximadamente unos 20 años.

Al llegar el chico cuyo nombre no tenía idea, subió las escaleras y se detuvo al ver un cuerpo en el suelo.

El chico volvió a gritar el nombre y corrió a ver si la chica pelirroja tenía pulso.

La chica tenía un pantalón de cuero, una camisa rasgada con un la mitad del chaleco quemado, tenía el cabello rojo. Eso era todo lo que pudo ver.

– Vamos Ly, no me dejes.

De pronto todo se volvió oscuro dejando a ellos tres.

La pelirroja abrió los ojos y débilmente puso una mano en la mejilla del hombre.

– ¿Cuida a Mer y Cyg, si?

– Ly, no lo hagas, te llevaré con...

La pelirroja rió levemente y puso un dedo en la boca del chico. – Mi amor, yo volveré. Te lo prometo.

– Te vas a debilitar.

Ella nego y luego volteo a ver con una sonrisa donde se encontraba Helena con el ceño fruncido. La pelirroja tenía las misma facciones que Helena con la diferencia, de los ojos, que ellos tenían un iris verde, el cabello de ella era un poco más apagado. Pero lo sorprendete es que tenían ambas un cierto parecido.

– Volveré en ella. En Helena Black.

La mirada de aquella chica era penetrante, el chico levanto la mirada y puso una mueca. Helena trato de retroceder y salió de oscuro volviendo al cuarto en llamas. Empezó a correr en busca de una salida pero se detuvo al ver alguien.

Era su novio con un ramo de girasoles en la mano. Se le veía diferente, el cabello estaba más largo y tenía varias ojeras, su mirada estás en suelo como si recordara algo triste. Trato de asecarse pero alguien le jalo del brazo.

– ¡Déjame pedazo de imbécil! - grito Helena pegándole en el brazo.

De un momento a otro todo volvió a ser negro, abrió los ojos y se encontraba otra vez en su habitación. Su respiración era agitada.

Harry que se encontraba durmiendo a su lado se levantó cuando ella empezó a moverse y sudar. Desde que había llegado no había dejado a la Black en ningún momento, Theodore y el sabían sobre sus sueños. Sabía que Helena no les iba a contar a nadie sobre sus sueños hasta que estuviera segura.