𝐁𝐄𝐋𝐈𝐄𝐕𝐈𝐍𝐆; Theodore Nott ✓ [2]

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« ERES MI MITAD, HARRY»

Helena miraba como los Weasley estaban preocupados por su padre, Arthur Weasley. Todos los pelirrojos Weasley estaban discutiendo con Sirius Black para poder que les dejen ir a San Mungo ya que era el único adulto mayor.

Según lo que entendió Helena era que Harry había soñado que era una serpiente, algo ilógico pensaba la Black, pero en su sueño había atacado a Arthur y no sabía si era parte del sueño, o había pasado o iba a pasar. Por eso a los Weasley, los trillizos Black, los Longbottom y Harry Potter habían llegado a Grimmauld Place.

La puerta de la sala se abrió mostrando a Frank Longbottom. Aliviando a Sirius que ya no sabía que mas responder a los Weasley sobre su padre.

– Al parecer Harry tenía razón, lo han atacado y está muy débil pero ahora mismo está en observación. Pero lo bueno es que ya está fuera de peligro.

– ¿Ya podemos ir a verlo? - Pregunto Fred al acercarse al Longbottom mayor.

– Me temo que no, su madre me mandó a decir que sería mejor ir mañana a primera hora. — dijo Frank.

– ¿Porqué no? — soltó George frustrado.

– Sería sospechoso que vayan a ver ahora que están ahí minutos después del ataque, aparte en San Mungo hay muchos infiltrados y avisarían de uno. ¿Verdad? — Lía volteo a ver al medimago Longbottom.

– No lo podría haber dicho mejor Lía. — Frank volvió a mirar a los pelirrojos a excepción de Helena - Es muy arriesgado pero les digo como medimago que ya está fuera de peligro.

Helena no había prestado atención en todo lo que hablaban, miraba atentamente a Harry que tenía la cabeza abajo, pensativo. Sabía lo que pasaba por la mente del Potter; miedo, confundido y triste. El azabache salió de la sala con intenciones de ir solo a su habitación para pensar.

Harry era idiota si pensaba que la pelirroja Black no lo iba a seguir.

Al entrar Harry se dejó caer en la cama mirando a la nada. Helena entro segundos después y cerro la puerta detrás de ella.

– Déjame solo Lena. Encerio no quiero hablar.

Ella alzo sus manos.

— Okey, no hablemos.

La pelirroja se sentó a su lado, no le sonrió ni nada por el estilo, sabía por qué estaba pasando su amigo. Tenía miedo de si mismo.

– Lyra Bells, me heredó sus poderes y por lo que cuentan los libros tengo miedo de lo que puede causar si no los puedo controlar. - contó Helena. - Se no que quieres hablar lose, pero uno de los dos tiene que hablar sino esto se volvería incómodo para mí.

Helena jugaba con los anillos en sus dedos. Harry también miraba su pulcera que tenía en la mano, fue su primer regalo que la pelirroja le hizo cuando estaban en su primer año.