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05:30 AM

- ¡No, no me toques!... - suplicaba con los ojos cerrados - Por favor no me toques, ya vete - el sentir esas manos tocando todo su torso, tratando de jugar con sus botoncitos era muy aterrador. - Soporta Xiao Zhan, no abras los ojos, aguanta - se decía a sí mismo - Ya sé va a ir -

Él sabía de dónde había salido esta persona, ya era la segunda vez que se metía a su cuarto en medio de la madrugada.

- ¿Por qué? – reclamaba llorando con los ojos cerrados - Basta por favor - suplicaba mientras seguía sintiendo esas manos encima de su cuerpo.

- ¡NO ME TOQUES! - Gritó despertando del terrible sueño. Llevó una mano a su pecho para ayudarse a regular la respiración, mientras con la otra mano libre se secaba las lágrimas - Han pasado tantos años y aún no lo olvido - susurró.

Se volvió a acostar, extendió su mano hacia su celular para encenderlo y ver la hora. Al cargar el sistema del aparato vio que eran las 5:45 AM - ¡Ahhhhhh! Maldición aún falta una hora para despertar - había tenido días cansados y quería dormir tranquilo.

Se levantó y se puso una bata para taparse del frío y poder salir de su cuarto e ir a la cocina para calentar agua y preparar el desayuno, así mataba el tiempo.

Tomó su celular y puso su playlist favorita mientras preparaba las cosas. Una vez teniendo todo listo miró de nuevo su celular; marcaban las 06:45 AM.

- Bueno es hora - está vez se dirigió al cuarto de al lado de él, entro súper despacio tratando de no hacer ruido - ¿Ming? Despierta cariño - le dejó un beso en la frente

- ¿Gao? - Bebé, es hora de despertar - le acarició la cabecita - Despierten mis amores, es hora de ir a la escuela -

- Papi ahí vamos - una soñolienta niña de 10 años se sienta en la cama mientras se restriega las manos en sus ojitos - Gao despierta - mueve a su hermanito

- Papi, teno sueño - respondió el pequeño niño de 5 años.

- Vamos amores, sino traeré al pequeño mounstro de las cosquillas para que se los coma - se echó encima de ellos para hacerle cosquillas.

- Ya papi, yaaaa - reía Gao, le encantaba el mounstro de las cosquillas.

- Papá basta, ya me levanté - trataba de escapar de los brazos de su padre.

- Ya, listo, bien levantados - se paró - Vamos Gao, tengo que ponerte el uniforme, sus desayunos ya están listos, al igual que sus loncheras – el menor le alzó los bracitos para que lo llevará a su cuarto y ahí lo cambiara.

Una vez listos, salieron a la cocina para tomar sus alimentos, mientras el pelinegro terminaba de alistar sus cosas.

- Niños rápido, llegaremos tarde -

- Si, papi - respondieron ambos.

Cuando terminaron ambos niños, se levantaron de las sillas lo más rápido posible y se fueron a lavar sus boquitas, se secaron, se abrigaron y salieron a la sala donde papá los esperaba.

- A ver cariño - se agacho para quedar a la altura del más pequeño. Tomó la chalina de Gao para ajustársela - Ya está.... ¿Ming tú ya estás bien abrigada? -

- Si papá, ya estoy - Ming no dejaba que su padre la ayudará a cambiarse, decía que ya era una señorita, aunque aún es una niña, también era la bebé de papá.

Antes de salir, del pequeño departamento Zhan supervisaba si todo estaba apagado y en orden, una vez todo verificado cerraba la puerta y bajaban para poder tomar el taxi para llevarlos a la escuela.

En el camino Zhan, cómo siempre, conecta los audífonos a su celular para escuchar su playlist, contiene: música romántica, pop, K-pop, etc... El pelinegro podía pasar de estar feliz a triste, de cantar con fuerza, bailar y hacer sus coreografías como le salieran.

- Papá, ¿Puedo escuchar? - Ming también escuchaba las locuras de su padre.

- Sí cariño - sacaba un auricular y se lo extendía.

- Papi, yo tambem - Gao levantaba su manito. Al final Zhan solo veía como sus hijos escuchaban las canciones y cantaban lo poco que entendían. Los miraba con ternura.

El camino a la escuela solo era de 10 min, una vez llegaron, los acomodó y llevó a la primera puerta, en esta dejaban al más pequeño.

- Gao te portas bien y comes todo, ¿ok? -

- Si papi -

- Bien - le da un beso en la cabecita - Entra, te quiero -

- Bye papi - levanta su manito mientras va entrando y lo recibe una de sus profesoras.

- Vamos cariño ahora te toca a ti - toma de la mano de su hija mientras ambos se colocan un audífono cada uno hasta que llegan a la segunda puerta - Ya estamos aquí, ve cariño, copias todo y no te distraigas princesa -

- Si papá, te amo - le da un beso a la mejilla a Zhan.

- Y yo a ti princesa, ve - la ve entrar, mientras que en el camino se encuentra con unas amigas y se va conversando alegremente.

- "Cómo es que creció tan rápido" - se preguntó para sí mismo, mientras se acomoda a los audífonos y levantaba el volumen a lo más alto - Ahora sí, dónde el abuelo - habló bajito.

Caminos Cruzados - γιzнαиWhere stories live. Discover now