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Yibo dejó a Zhan cuidadosamente sobre la cama, se subió sobre este para empezar de nuevo a besarlo, mientras que, con sus habilidosas manos, abría la camisa del jadeante pelinegro que tenía abajo.

- ¿Sabes? - miró a Zhan a los ojos - No sé qué me hiciste desde el primer día que te vi. Pero me gustas Xiao Zhan, me gustas muchísimo –

- ¿Cómo qué primer día? - puso sus dos manos en el pecho de Yibo tratando de alejarlo un poco – ¡Wow! que duró – tragó grueso al sentir el pecho tan fornido y trabajado.

- ¿Te gusta lo que tocas? - levantó una ceja Yibo.

- ¡Stop!... no nos salgamos de contexto - movió su cabeza para quitarse la sensación de esos duritos cuadraditos que tenía... ¡Bien basta!

- Siempre te veo pasar de lunes a viernes en el parque, te oigo cantar, tú metido en tu mundo, nunca miras a los lados, solo pasas con las manos metidas en tu saco marrón – le explicaba mientras delineaba con su dedo índice su rostro – Que, por cierto, se te ve sexy – guiño el ojo.

- ¡Wooow!... Espera... Eres el de seguridad que siempre se sienta en el parque a esperar que habrá la empresa de telecomunicaciones. –

- Ajá... Soy yo - dijo orgulloso.

- ¡JAJAJA! Que pequeño es el mundo –

- Muy pequeño Zhan.... Muy pequeño - se acerca al rostro del pelinegro para acariciarlo con la punta de su nariz haciendo que Zhan cerrará sus ojos por el contacto del rostro contrario.

- Bésame Wang Yibo – ordenó.

- Sus deseos son órdenes mi ángel - ambos rieron y se fundieron de nuevo en ese beso necesitado.

Yibo terminó de abrir en un dos por tres la camisa de su ángel, dejó un camino de besos desde su rostro hasta esos botoncitos rosados, jugó con ellos, lamió, chupó y mordió a su antojo robándole gemidos altos a Xiao Zhan, mientras que hacía esto el pelinegro, con lo poco de cordura que le quedaba, dirigió sus manos hacia el pantalón de Yibo para empezar a abrirlo torpemente y poder tocar ese bulto palpitante - Mmmmmm!! - gimió Yibo al sentir el contacto de la fría piel de Zhan con su miembro.

Yibo siguió bajando hacia el vientre del pelinegro, sabía lo que quería, pero se encontró con dos marquitas, eran dos cicatrices, las cuales reconoció de inmediato.

- Son de tus cesáreas, ¿Verdad? - el pelinegro sólo asintió mordiéndose los labios. Al ver esto Yibo sólo se dedicó a besar cada cicatriz como símbolo de cariño y decirle que era lo más hermoso que había visto.

Ahora estaba bajándole los pantalones a Zhan, deshaciéndose hasta de los bóxers, dejando su hombría bien parada delante de él.

Zhan sabía lo que venía, pero le daba pena - No es necesa... Ahhhhh... Yibo - ya no podía hacer más, sentía el calor de la boca de Yibo en su maldito pene, su cuerpo se estremecía al sentir como este jugaba con él, lamía desde la punta hasta los testículos, cómo lo chupaba. ¡¡¡Y OH DIOS, ERA TAN BUENO!!! el pelinegro estaba en las nubes. - Yibo me voy... AHHHHHHHH - gritó de placer. Pues desde que Zhan se separó de Ayanga no tuvo intimidad. Eran relativamente 5 años, a pesar de que era forzado.

- Aún no mi ángel.... Aún no - Yibo se detuvo y se paró para quitarse toda la ropa que incomodaba quedando desnudos frente a Zhan.

Zhan inocentemente se sentó para terminar de quitarse la parte de arriba, cuando lo hizo subió su mirada y tragó grueso - Es- Eso entrará en mí – susurró bajito pero el castaño llegó a oír y una sonrisa ladina apareció en su rostro.

- Pues si - Yibo movió juguetonamente sus cejas

- Oh por Dios Yibo –

- No te haré daño, lo prometo - y lo volvió a besar

Yibo llevó dos dedos a la boca del pelinegro, este los aceptó gustoso, sabía lo que seguía, sin más los chupó y lamió haciendo que Yibo se pusiera más duro de lo que ya estaba - Así que te gusta ser descarado en plena acción - Zhan sonrió ante su comentario. Llevó sus dedos hacia el orificio de Zhan y metió un dedo primero, vio como Zhan se arqueó por la intromisión de este - ¿Te gusta? –

- Mmmmm siii - contestó jadeante. Un segundo dedo lo siguió. Zhan ya no se podía controlar el mismo se empezó a empujar contra los dedos de Yibo, así que al notarlo el castaño metió un tercer dedo, comenzando a jugar con su entrada, haciendo tijeras, metiendo y sacando para prepararlo bien. - Yib... Yibo ya estoy listo mmmmm - avisó Zhan, ya lo quería dentro, lo necesitaba dentro de él.

Como si de una orden se tratase, Yibo sacó sus dedos recibiendo un gruñido de Zhan por la sensación de vacío, se acomodó entre las piernas de su ángel y alineó su miembro con el orificio de este.

- Bésame y muérdeme el labio si es necesario para que aguantes el dolor, ¿Listo? –

- Hazlo ya Yibo –

- ¡JAJAJAJAJAJA! - era imposible no soltar una carcajada - Cómo puedes ser tan tierno y tan jodidamente descarado a la vez - Entonces Yibo se empujó poco a poco entrando en Zhan, el cual se arqueaba ante la intromisión del gran miembro de su guardián.

- Oh por Dios Wang... ahhhhh... -

- Eres tan estrecho Xiao Zhan - Yibo quería venirse ahí mismo y aún no había entrado del todo, era tanta la estrechez de Zhan que no podía aguantarse. Así que decidió parar un poco para que también Zhan se adecúe.

- Sigue - movió sus caderas hacia abajo para penetrarte por sí mismo

- Mmmmm no hagas eso... Zhan te puedes hacer daño - lo tomó de las caderas.

- Solo sigue - así que Yibo no lo pensó ni dos veces y de una solo estocada se adentró por completo en el pelinegro arrancándole un gritito de placer.

Estocada tras estocada, ambos estaban a punto de llegar al límite, en el cuarto solo se podía llegar a escuchar los gemidos y jadeos además del choque de las pieles, ambos sudando.

Mirándose con amor y deseo. Ambos pensaban que era algo increíble que en solo una noche se hayan encontrado y ahora están en la cama de uno de ellos unidos, siendo uno.

- "Ni las princesas de Disney van tan rápido"- se dijo Zhan

- Sostente fuerte de mi espalda - Zhan asintió y se abrazó del cuello, lo levantó y lo sentó en sus piernas mientras que el castaño estaba arrodillado.

- Ohhhh... Yibo... Se siente tan duro -Zhan se movía de atrás hacia delante.

- Es por ti bebé, eres tan estrecho ... Me vuelves loco Zhan - besaba el cuello de este, dejándole pequeñas marcas que más tarde estarían visiblemente.

- Ya no puedo más Yibo - avisó el pelinegro al sentir un calorcito en su estómago subir.

- Vengamos juntos bebé - Yibo aumentó las estocadas.

- Es- espera Yibo, no puedes...mmmmmm... No puedes venirte dentro –

- Lo sé - una estoca, dos estocadas y a la tercera Yibo salió de Zhan, este cayó en la cama, cada uno tomó su miembro y se masturbó hasta verter su esencia en medio de ambos estómagos.

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Le damos la bienvenida a Yoda Wang 🤣
Yibito no sé rinde, hasta que lo consigue 😏

Maldito Ayanga, malograste la noche... O no?

Bien las princesas de Disney si son más rápidas Xiao Zhan, no te preocupes 🤣

No sé si les guste el Yibo que quiero representar, el dulce, lindo, baboso 🤭

Holaaa Holaaaaa 👋🏻👋🏻

Les dejo triple actualización 😁

Gracias por el apoyo a todas mis historias y si aún no las leen, las invito a pasar por cada una de ellas. 😊

Nos vemos!!  💚❤️

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Caminos Cruzados - γιzнαиWhere stories live. Discover now