No sabía como pasó, pero se enamoró del que menos pensaba. De la persona que pensó que solo sería un amigo. La verdad no tenía ni idea que eran en realidad.
Él fue una mala influencia en su vida, pero sin darse cuenta, también la mejoro.
-Sungwon...
Me levanté con un enorme dolor de cabeza, como si hubiera tenido cuatros seciones de sexo y estudia el mismo día. Pero no era eso... Era por culpa del drogadicto de Sunghoon.
Me levanté de la cama y sentí como todo daba vuelta, me sentía drogado por alguna extraña razón y esto no me gustaba. tome la pastilla que estaba alado de mi cama—siempre suelo tener una por las dudas— gruñí por el fuerte dolor que tenía y me apoye en el respaldar de la cama.
Y cuando pude ver con más normalidad vi un cuerpo de espalda alado mío. Al verlo pude distinguir de quien era. Abrí mis ojos y comencé a buscar una remera en el piso para ponerme, no quería que me viera sin ropa.
Cuando me puse la remera le di un golpd en la espalda para que se levante y apenas tocó mi palma abierta con su espalda, este se levantó y gimió del dolor e hizo una mueca.
—¿Que carajos pasó anoche?— Fuee lo primero que pregunte apenas vi que puso su cara normal. Necesitaba respuestas y rápido.
—Buenos días para vos también— Habló con sarcasmo y yo lo vi totalmente molestó para que se dejará de bromas —ahh~ deja que me levanté bien y te cuento que sucedió ¿Okey?— Dude al principio, pero termine asistiendo un poco relajado.
Al final si había terminado aceptando el tema de la orgía en mi casa, aprovechando que mis padres no estaban al igual que mis hermanos, Pero no sabía por qué había acepté. Creo que me sentía realmente mal como para pensar bien.
[...]
Cuando baje a la cocina para ver qué tan destruida estaba mi casa pensé que estaría toda sucia, pero no, estaba todo en orden y eso me sorprendió por completo.
—Te agradezco por prestarme tu casa limpiando el desastre— Habló el peli negro detrás mío.
—Gracias.
La verdad me sorprendió que él haya limpiado todo, nunca lo ví capaz de siquiera lavar un plato. Pero parece que limpiar se le da muy bien.
Cuando ya le había preparado el desayuno al rabioso, me senté a su lado para poder charlar lo que pasó el día anterior, del por qué estaba durmiendo con él, porqué me dolía todo y mucho más.
—Bien, lo primero que necesitas saber es que tú y yo NO tuvimos sexo ¿Okey?— al escuchar esas palabras salir de su boca me hizo sentir tan aliviado. Me "derretí" en la silla por la satisfacción al escuchar sus palabras.
—Que habrá pasado anoche.
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