𝙈𝙚 𝙦𝙪𝙚𝙢𝙖 <𝙎𝙪𝙣𝙜𝙬𝙤𝙣/ 𝙒𝙤𝙣𝙝𝙤𝙤𝙣>

32: Dolor

Cuando amas a alguien haces lo
que sea por esa persona, aunque te cueste la vida.

Al terminar de ducharme me vi al espejo con desagrado, viendo cada facción de mi rostro, preguntándome por qué a mí, pero no era algo que se podría responder de la forma en la que quisiera. Lamentablemente me tocó el lado feo de la vida, dónde soy un bicho raro que tenía que aprender a controlar sus ganas de matar, desgarrar y aterrorizar a otros.

«¿Cómo podría ser un ser de aspecto sobrenatural?», la pregunta vagó entre mis pensamiento un rato. La verdad no quería creerle a Sunghoon sobre todo esto, es como si fuera una pesadilla, pero tristemente no lo es, es la vida real y tenía que aceptar lo que soy y lo que me esperaría por delante por el resto de mi maldita vida.

Cuando estuve listo para enfrentar la realidad, salí del baño ya cambiado y caminé hacia la habitación del vampiro. Entre y lo vi esperándome, tenía un rostro neutro, no era raro que él tuviera ese rostro, lo raro eran sus ojos. Estaban perdidos, apagados, cómo si todo esto le estuviera afectando a él también. Pero era obvio que así era.

Me vió entrar y se paró de la cama.

—¿Estás mejor? —preguntó con un tono de preocupación en su voz.

Le asentí con la cabeza y me acerque a la cama para así sentarme en ella, esperando que él hiciera lo mismo y por suerte lo hizo. Prepare mi voz, no quería titubear mientras hablara.

—Bien... ¿Por qué nunca me dijiste lo que realmente era? —Lo miré con desesperación, esperando alguna respuesta de su parte.

—Porque te hubieran castigado y no quería eso. Te hubieran torturado o peor, te hubiera matado.

—¿Qué tipo de castigo? —Sabía que él había recibido el castigo por mí, pero nunca supe cuál. Al no recibír ninguna contestación de él, le agarre la mano—. Si no puedes decírmelo ahora, puede ser más tarde.

—No es que no te quiera decir... Es que fue tan doloroso que... —Se detuvo y tomó aire para continuar—. Me arrancaron los colmillos. —Soltó. estaba temblando.

Apenas dijo eso lo abrace, esperando a que se tranquilizara. Ahora me sentía tan culpable de que él pasará todo eso por mí, ¿Por qué no simplemente me entregó? Iba a ser más fácil para todos, yo hubiera elegido que me castiguen a mí que a él.
Me destrozaba tener que verlo así, pero no había nada que yo pudiera hacer.

Me separé del abrazo y pude mis manos sobre sus mejillas, para levantar su cabeza así yo pudiese mirarlo. Estaba llorando, eso que mi corazón se parta en mil pedazos, ¿Cómo alguien podría ser tan cruel de hacerle eso a un chico tan magnífico como él?

—No dejaré que nadie te lastima otra vez, ¿Entendiste? Nunca más —Lo miré y seguí acariciando sus mejillas.

Me miró con una sonrisa en su rostro y asintió con la cabeza. Me volvió abrazar, pero estaba vez hundiendo su cabeza en mi cuello, específicamente dónde él me había mordido. Al sentir sus dedos tocando la cicatriz hizo que me estremeciera, era algo delicado y que lo tocará hacia que sintiera tantas cosas inexplicables.

Mi mano subía y bajaba por su espalda, intentando darle cariño, algo que se me complicaba bastante porque nunca había dado muestra de cariño a nadie, o bueno, muestra de cariño que no fuese la agresividad. Claro.

Sabía que la culpa me iba a consumir en cualquier momento, porque esto era imperdonable y sabía que era mi culpa, nunca tuve que haber aceptado ir a ese callejón con él, tal vez y esto nunca hubiera sucedió y él no estaría sufriendo por mi culpa, sin tan sólo yo hubiera sabido lo que era pude haberme advertido, pero ni eso, sólo me deje morder. Tuvo que abreme matado cuando tenía oportunidad para evitar todo este sufrimiento que estaba cuasando, tanto en él como a mi.

—Si tan sólo....