No sabía como pasó, pero se enamoró del que menos pensaba. De la persona que pensó que solo sería un amigo. La verdad no tenía ni idea que eran en realidad.
Él fue una mala influencia en su vida, pero sin darse cuenta, también la mejoro.
-Sungwon...
Así pasaron los días. SungHoon volvió a hablarme y nos habíamos vuelto mucho más unidos que antes. Me acompaña a donde sea que vaya y yo hacía lo mismo.
Los días en que iba al baño a drogarse, fumar y a besar a otras él solo se habían acabado… porque ahora era yo quien besaba en los baños.
Había intentado dejar pasar las malas notas, pero claro estaba que no podía hacerlo fácilmente. Las aventuras con mis profesores también habían acabado, por suerte, gracias a Hoon, quien fue quien los amenazó, y me amenazó que si lo volvía hacer me mataría de la forma más dolorosa.
No teníamos nada serio, pero se podría decir que no teníamos que estar coqueteando con nadie ni nada por el estilo.
A veces Sunghoon iba a mi casa a dormir o yo a la suya, pero siempre con cuidado, era dormir abrazo a él y aspirar su olor, eso era lo que más me gustaba, su olor. Era tan delicioso y confortante, que me tuvo que dar uno de sus suéters para estar tranquilo y no tener que estarlo jodiendo para estar pegado a él todo el santo día.
El vampiro estaba en mi casa ayudándome hacer unos deberes cuando mi hermano bajo. Comenzando a preguntar desesperado donde estaba su celular, que tenía una cita con Yeonjun y tenía que avisarle que le lleve sus auriculares.
—No lo sé. ¿No estará en el baño? Siempre lo dejas ahí —le respondí, dejando de escribir para sacar un termo negro de mi mochila. Le hice el amague de dárselo, pero antes le dije en voz baja:
—Primero espera a que se vaya ¿Okay? Él asintió con la cabeza, antes de posar el termo a su costado. Para que al rato tomase del contenido rojizo.
Soobin al irse nos dejó a nosotros dos solos en casa, mis otros hermano estaban en una cena con mis padres. Yo les dije que no iría con la excusa de tener mucha tarea, pero sólo quería estar a solas con Sunghoon un rato.
Apenas Bin cerro la puerta, el vampiro en un movimiento rápido quedó encima de mío, besándome agresivamente, enterrando sus uñas en mi nuca. Nos separamos luego de unos minutos.
—Nos sabes cómo me estuve conteniendo _—confesó, para volver a besarme.
Yo me separé un poco del beso, él me miró con mala ganas, pero comenzó a jadear cuando mordí su cuello y lo empecé a succionar su sangre. Su cabeza estaba hacia atrás, dándome más espacio para dejar marcas de mordidas y chupetones.
Pero tuvimos que parar cuando sentimos como la puerta estaba siendo abierta. Nos separamos al instante y me limpié la boca, que estaba manchada de sangre.
—Hola chicos —saludo Sanha con una pequeña sonrisa.
—¿Por qué llegaste temprano? —Lo miré directo y con el ceño fruncido por haber interrumpido.
—Era pura mierda esa cena.—Me miró y luego miro a Sunghoon, para bajar su mirada hasta su cuello. Abrió los ojos en par en par—.Oh, no sabía que estaban haciendo sus cosas. Lo siento... —se quedo unos segundos en silencio para luego irse rápidamente hacia arriba
Suspiramos, creíamos que su reacción sería mucho peor. Pero de nuevo, para nuestra mala suerte, llegaron mis otros hermanos.
Decidimos salir al exterior para tomar aire y despejar la mente, o eso quería hacer yo.
—Faltan poco para las vacaciones. —Puso sus manos dentro del bolsillo del buzo—. Quería saber si… —se detuvo unos segundos para luego continuar—. Quieres ir conmigo al río con unos amigos, ya sabes, pasar el rato y todo eso. —Evitó mi mirada y escondió la mitad de su rostro dentro de su buzo azul.
Yo sonreí por lo tierno que se veía, y con suavidad le saque la mano del bolsillo y le asentí.
—Sí, ¿Por qué no? Será divertido.
Él sonrió y suspiro, como si en todo ese tiempo no hubiera respirado, pero me gustaba lo obvio que solía ser. Olía a ansiedad y nerviosismo.
—¿Cómo alguien con el corazón de piedra puede ser tan tierno?
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