Capítulo 6.

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Después de esa tarde no me volví a cruzar con el británico cascarrabias, lo único que parecía asegurarme de que aquel espécimen estaba vivo era la melodía que se escuchaba todas las noches en su apartamento

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Después de esa tarde no me volví a cruzar con el británico cascarrabias, lo único que parecía asegurarme de que aquel espécimen estaba vivo era la melodía que se escuchaba todas las noches en su apartamento. La tercera vez que sucedió estuve a punto de ir al otro lado del pasillo, tocar la puerta furiosa y una vez que saliera pedirle que se detuviera, pero quizás era mi lado masoquista la que amaba dormir con la melodía melancólica de fondo.

Era un cello, estaba segura de eso, Shawn no se veía como un hombre de cello, quería saber más, dónde tocaba, si era un hobby, si era un estudiante. Quizás estudiaba en el conservatorio y me lo cruzaría algunas veces.

El día que fui a formalizar mi inscripción mantuve mis ojos bien abiertos atenta por si me encontraba con mi británico cascarrabias, por momentos me golpeaba mentalmente por parecer una desesperada. La Lucy buena decía que lo dejara ir, la Lucy mala quería saber más.

Sin embargo, no choqué con él, no había rastros de Shawn en el conservatorio y de nuevo me quise golpear mentalmente por ser una tonta. Al final hice lo que la Lucy buena me pedía a gritos, lo dejé ir.

Ya tenía una semana en California y poco a poco me iba adaptando, en tres días empezaría mis clases en el conservatorio y no podría estar más que emocionada por iniciar.

Cuando era pequeña vi aquel comercial de una cantante famosa del momento, en ese instante quise convertirme en una estrella de rock, papá me regaló a Linda, luego de ese instante mi sueño creció mucho más, pero también cambió. No quería convertirme en una estrella de rock, quería estudiar música, tocar música, no importaba a dónde me llevara aquello, si a una orquesta sinfónica o tocar para algún artista, la música me traía paz, me hacía sentir bien, en casa, incluso cuando estuviera a kilómetros de ella.

Sabía mucho de la práctica, pero quería saber también la historia detrás de la música, una vez que me graduara iría al lugar que me hiciera feliz, justo como estaba haciendo en ese momento.

Mamá no estaba muy convencida sobre mis planes, ella creía que realmente no sabía que quería hacer con mi vida y solo tocar no traería estabilidad. Quizás tenía razón, quizás solo seguía siendo una niña que no sabía a dónde ir, pero estaba muy segura de una cosa, la música era todo para mí y estar en California era lo correcto en ese momento de su vida.

Volvía de mis últimas compras pre inicio de clases, el elevador ya había sido reparado y yo no podría estar más agradecida por ese hecho. Una vez entré en el elevador este se detuvo en el piso dos, las puertas se abrieron y mi peor pesadilla/mejor sueño estaba de pie frente a mí. Shawn al percatarse de mi presencia dudó en subir conmigo a la caja mecánica, sin embargo, a pesar de sus obvias dudas lo hizo, las puertas se cerraron y en un minuto ya ambos estábamos en nuestro piso. Tratamos de salir al mismo tiempo, por ende, nos tropezamos, pero ninguno cedió. Conseguiría un moretón después de chocar contra la puerta. Nadie dijo nada, cada quien sacó sus llaves, entró a su apartamento y cerró la puerta con fuerza, yo haciendo más ruido que Shawn, no era una competencia, pero el británico cascarrabias no era mejor que yo.

La melodía de Lucy | Hijos de sus padres #1Where stories live. Discover now