01

884 59 4
                                    

BaekHyun estaba mirando los largos cabellos azabache de la niña que obedientemente estaba en silencio. Los estaba peinando según un tutorial que vio en internet, la pequeña quería lucir como una princesa o algo así y él era hábil con los dedos, entonces él estaba ahí, con un montón de ligas, tres peines diferentes, un ojo entrecerrado y mordiendo la punta de su lengua, mientras que HaNeul parecía ni siquiera respirar, lo que era irónico, porque la pequeña nunca podía quedarse quieta, jamás, siempre estaba yendo de un lado a otro, como una pelota de ping-pong, pero como quería su peinado de princesa, entonces y con suerte respiraba.

BaekHyun podía decir con orgullo, que la niña de la casa solo le obedecía a él y, si estaba de buen humor, a su padre. Sonrió ante el pensamiento.

—¡BaekHyun! —gritó una voz femenina, apenas sacándole un jadeo del susto, porque estaba acostumbrado a esas interrupciones que podrían ocasionar a cualquiera un paro cardíaco. En el gran salón apareció una bella mujer de piel blanca y cabellos negros largos. Una mujer sumamente hermosa que llevaba puesto un vestido blanco ajustado que se amoldaba a su envidiable figura en los lugares correctos—. ¡BaekHyunee~! —lo llamó con cierta ternura.

El aludido dejó de peinar a la adorable niña de cinco años, igual ya había terminado, solo necesitaba darle unos últimos retoques, sino se iba a estresar por los detalles. Giró a su dirección y sonrió instantáneamente al ver a su jefa acercarse a pasos emocionados.

—¿Sí, señora? —preguntó solo por educación, porque bueno, de seguro eran chismes, cuando le decía: "BaekHyunee" era para pedir un favor o chismearle sobre lo que sucedía en su círculo cercano, uno exclusivo, por supuesto.

SeoHyun frunció su ceño ante tal formalidad innecesaria. Claro que a ella no le molestaba, a veces le decía: "Oye, Baek", podía sonar grosera, pero era que ella es una mujer por demás confianzuda, demasiado para su propio bien, él tranquilamente podría decirle: "Oye, tú", y SeoHyun se reiría sin más.

—Ay, no, querido, ya te dije que me llames SeoHyun, con confianza. —Hizo un además con sus manos, restándole importancia, para luego sentarse al lado del chico, queriendo acariciar el cabello de su hija que le dio un manotazo para que no arruinara su peinado.

BaekHyun suspiró ante ello, HaNeul era por demás huraña, pero parecía apegada a él por alguna razón que aún no comprendía, fue así con él desde el primer día, era una niña algo complicada, para él no, porque era un encanto con su persona, pero cuando la veía con otros niños u otras personas, BaekHyun pensaba que era algo problemática a su manera.

—Aún no me acostumbro del todo —contestó BaekHyun con sinceridad. Se supone que era su jefa, debía mostrar respeto de alguna manera, por más que SeoHyun insistiera, no podía, no era tan sencilla como la mujer lo planteaba—. Además, su madre me dijo que sería muy maleducado de mi parte si no la trato como debo.

SeoHyun hizo una mueca que como diría la madre de ella, era de mal gusto para una dama de su clase, pero BaekHyun sabía que SeoHyun hacía muchas cosas que una dama de su clase no debería hacer, pero como le convenía a la mujer mayor de la casa, entonces, hacía de la vista gorda.

—No la escuches, ella solo es una anticuada. —Puso sus ojos en blanco al recordar a su progenitora y "consejos" ridículos. Lo cual saco una risita a BaekHyun—. Eres más joven que yo y me entiendes. En verdad me divierto a tu lado, Baek. Es bueno hablar contigo.

—Me alegro. —Asintió con una sobria sonrisa—. ¿Qué debes decirme?

SeoHyun sonrió por ya no ser tratada de usted y tener su completa atención. Si es sincera, BaekHyun desde un primer momento le había gustado, no en un sentido romántico, bueno... algo, sí, sí le gustó en ese sentido. BaekHyun hacía gala de un rostro particular, una combinación entre lo lindo, lo tierno y atractivo, unos rasgos suyos eran demasiado cuando hacía ciertas expresiones y en uno que otro ángulo. Era peculiar para un doncel tener ese tipo de rostro, porque estos usualmente no salían del margen de lo lindo o hermoso, pero BaekHyun tenía un rostro difícil de olvidar a su opinión y un aura algo fuerte, imponía con su presencia. Al tiempo de contratarlo, supo que, aunque lo intentara, eso no funcionaría, por varias razones y pensó que era mejor así, el chico se notaba sincero y era transparente en su día a día. No era un "lame botas", para nada, BaekHyun tenía principios y era leal consigo mismo en cada sentido, incluso con ella. Un confidente, en resumidas cuentas, incondicional. Algo que estos tiempos era muy difícil de encontrar.

Dulce Tentación ➳ ChanBaekWhere stories live. Discover now