Epílogo [1/2]

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—Acabo de hablar con mis padres, dulzura. —ChanYeol entró a la habitación que compartían con el celular en mano—. Van a venir de visita —agregó mientras observaba con mucha gracia a su pareja aún envuelto en mantas sin dar señales de querer despertar o de hacer algo.

—Adoro a tus padres, pero estoy cansado... —se excusó el doncel. Se ocultó en las suaves mantas y cerró sus ojos, todo esto mientras le daba la espalda al mayor, quien estaba cruzado de brazos y suspiró levemente al ver a su lindo y pequeño esposo no dar muestras de levantarse—. No. No. Diles que otro día.

—Ve a alistarte y también prepara al bodoque. —Dirigió su mirada a su bebé regordete y más grande de la talla correspondiente a su edad que descansaba como si no le debiera nada a nadie.

Y era así, como BaekHyun decía, su lindo YongYong merecía todo lo bueno del mundo.

ChanYeol aún no se creía eso de que era padre, pero ahí estaba, felizmente casado y con un hijo que era su vivo retrato. Háganle el favor, si le hubieran dicho al ChanYeol de antes que ese sería su futuro tras conocer a un doncel que ni sabía en dónde estaba parado, pero que contaba con un gran ingenio, él se habría matado de risa.

Pero no, nada de esto daba risa, tener un hijo costaba mucho tanto económica como emocionalmente.

«Quién diría que los pañales costarían tanto», pensó para sí mismo el hombre mayor mientras veía a su hijo dormir, apenas haciendo uno que otro ruido. Una manía heredada de BaekHyun. Padre e hijo estaban sincronizados incluso.

Sonrió al verlos por unos momentos más. Suponía que a esto se refería su padre al decirle que el orgullo más grande de un hombre es la familia que formó junto a la persona que ama. Vaya que tenía toda la maldita razón.

—No le digas así a SeYong —lo regañó el doncel, frunció su ceño y se volteó solo para mirar con reproche a ChanYeol, quien pareció divertirse aún más al verlo renegar—. Siempre ha sido más grande que los otros bebés de su edad, ¿por qué será? Ah sí, porque su padre es un jodido gigante —le recriminó—. ¡Aún recuerdo el parto!

—Sin embargo, nos acostamos ni bien terminó tu cuarentena. —Se encogió de hombros sin abandonar la burla en su voz—. Lo amo y todo, pero ese bebé come tanto que está gigantesco. Lo consientes mucho.

—Ese bebé es tu hijo —rechistó, mirándolo con desdén para luego darle la espalda—. Necesita comer bien para crecer.

ChanYeol creía que eso era una tontería. Por supuesto que su hijo necesitaba de su leche con nutrientes que solo BaekHyun podía brindarle, pero consideraba un abuso y una muestra de ingratitud y desconsideración hacia él, su padre, que SeYong pasara más de una hora como mínimo siendo amamantado, e intentar separarlo del cálido y blando cuerpo de BaekHyun, era una declaración de guerra. SeYong bebía hasta aburrirse o dormirse, usualmente lo segundo pasaba primero. Era un bebé grande, gordo y flojo a más no poder, pero seguía siendo su bebé.

—Jamás pensé que tendría un hijo...

—Ya tienes cuarenta. —BaekHyun le sacó en cara. ChanYeol no se inmutó, BaekHyun por lo de las hormonas tendía a estar de mal humor la mayor parte del tiempo, era más susceptible—. Ya era tiempo, vejestorio.

—¿Vejestorio? —le cuestionó indignado. BaekHyun tuvo la desfachatez de asentir repetidas veces—. Cuando nos conocimos no opinabas lo mismo —dijo con diversión. Si alguien decía algo malo sobre SeYong, BaekHyun sacaría las garras. No importaba si fuera él, igual defendería al bodoque—. Si lo pensamos detenidamente, todo es tu culpa.

—¿Y cómo por qué sería mi culpa?

ChanYeol gateó por la cama matrimonial para luego abrazar al doncel por la espalda. Sintió un leve estremecimiento de su parte y se felicitó internamente por aún lograr ese efecto en BaekHyun. La chispa seguía ahí, en realidad, nunca se apagó. Aprovechó ese momento para meterle mano a su lindo esposo, sonriendo en el acto.

Dulce Tentación ➳ ChanBaekTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon