02

391 60 9
                                    

—¿Estás nervioso, Baekkie? —preguntó HaNeul con preocupación al ver a su querido niñero mirar para todos lados con nerviosismo y removerse incómodo en su asiento cada segundo que pasaba.

Desde hace un rato lo había notado intranquilo, demasiado para su gusto. No se quedaba quieto y conociendo a BaekHyun, él a estas alturas ya debería haber estado durmiendo a pierna suelta, por lo cómodo de los asientos, pero, en cambio, su niñero parecía estar al borde de una crisis.

HaNeul no sabía qué era una crisis, pero suponía que aplicaba para este caso.

—Nunca... nunca he viajado en avión —dijo con dificultad. Estaba algo avergonzado. Se sentía ridículo a más no poder, HaNeul no podría estar más relajada a diferencia de él, que se estaba quedando sin más uñas que morder.

—No te preocupes, yo te cuido. —La menor puso su manita sobre la del mayor, quien sonrió por lo adorable que era la pequeña. BaekHyun se sintió más seguro de alguna manera. Le sonrió y decidió no perder la cabeza, ya no más.

Pero una tercera persona vio la escena con una mueca disconforme.

—Si te causa tanto conflicto, no deberías haber venido con nosotros en primer lugar —soltó con veneno MinHee, mirando luego con desinterés sus uñas, satisfecha por compartir sus pensamientos en voz alta—. Este es un viaje familiar.

BaekHyun se mordió la lengua para no faltarle el respeto. Con gusto lo haría, pero HaNeul estaba presente y seguía siendo su abuela, después de todo. No podía ir por la vida insultando a gente mayor, por más justificado que sea.

—¡Mamá! —reclamó SeoHyun con indignación, observando molesta a su progenitora, quien rodó los ojos al oír a su hija. Odiaba que no estuviera de su parte—. BaekHyun es prácticamente de la familia, yo lo invité personalmente a este viaje. Ten un poco más de consideración con él, ¿quieres?

—No entiendo por qué lo invitaste, querida. Solo será una carga.

—Cargas tus quejas —afirmó con el ceño fruncido. La mujer mayor la miró sin particular interés—. ¿No me dijiste una vez que quejarse era sinónimo de arrugas?

MinHee la miró sorprendida ante ese descaro de desafiarla delante de su nieta y ese chiquillo. Optó por tomar una de las revistas de moda para distraerse y dar por terminada la conversación. No necesita esto.

SeoHyun suspiró aliviada por haber detenido una futura discusión. Lo último que quería era incomodar a BaekHyun, más de lo que ya estaba por culpa de su madre, ya mucho era que haya aceptado venir al otro lado del mundo solo porque ella así se lo pidió, y no quería que terminara arrepintiéndose. A BaekHyun de por sí no le gustaba o no se sentía cómodo con que otras personas pagaran algo suyo, incluso si era solo una bebida. Suponía que era, porque, bueno, él no se hacía el tonto cuando debía cuidar de HaNeul y eso SeoHyun admiraba.

Si su madre le hubiera dicho eso minutos antes de abordar, estaba segura de que BaekHyun se hubiera echado para atrás y gracias al cielo eso no pasó.

Aunque el mal rato nadie se lo quitaría y era por su culpa, por ella y su afán de llevarlo consigo.

—Lo siento por eso —se disculpó. BaekHyun sonrió levemente al ver la sinceridad reflejada en los ojos de su jefa.

—No te preocupes, la verdad, me lo esperaba.

—Bueno, dejando eso de lado. —SeoHyun miró a su hija que estaba distraída jugando en el celular, se alegró al no tener ni una pizca de su atención—. ¿Qué planeas hacer en París?

—Pues... —El doncel se sintió enrojecer por sus planes, pero no importaba, sabía que SeoHyun no se burlaría—. Quisiera ir al parque Disney que está ahí. Siempre quise ir, pienso aprovechar la oportunidad —confesó en voz baja, porque estaba avergonzado.

Dulce Tentación ➳ ChanBaekWhere stories live. Discover now