Capítulo 2

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A las seis en punto de la mañana, la agente del Servicio Secreto de Corea del Sur, Kim Minjeong, subió a un pequeño jet con destino a Seúl. Llevaba la placa de identificación sujeta al bolsillo del pecho de su traje de gabardina color carbón y portaba un bolso de viaje con una muda y su ordenador. El resto de sus pertenencias viajarían en un vuelo distinto y un miembro de su equipo se las llevaría a su nuevo apartamento del hotel Hannam The Hill ese mismo día. Tras dormir cuatro horas profundamente, sin la perturbación de los sueños, se sentía fresca y lista para trabajar. Que no le gustara su misión era una cosa discutible que ya no le atañía. Tenía un trabajo que hacer y eso era lo único que importaba.

El avión no iba lleno. Un sábado por la mañana sólo viajaban unos cuantos funcionarios del gobierno. Ocupó un asiento junto al pasillo, frente a un hombre robusto y rubio, con una placa que decía «FBI» en letras llamativas. Se fijó en que el hombre estudiaba su propia placa cuando se sentó. Las mujeres agentes no eran raras, pero aún llamaban la atención. Estaba acostumbrada.

–¿División de investigación? – preguntó el hombre cuando el avión rodó por la pista, refiriéndose a una de las dos ramas del Servicio Secreto.

Estuvo a punto de decir que sí, pero se contuvo rápidamente. Durante doce años había sido cierto, pero ya no.

–Protección –contestó, con un movimiento de cabeza.

–¿Alguien importante? –se interesó el hombre.

–¿No lo son todos?

El hombre no supo si estaba de broma, así que soltó una risa. «Y dicen que los agentes del FBI no tienen sentido del humor. ¡Jesús!»

Abrió el ordenador portátil, ladeando sutilmente la pantalla para que el hombre no la viese. Él se dio cuenta y desplegó un periódico cuando ella introdujo su contraseña.

Pinchó en el vínculo de la división de personal del Servicio Secreto de Corea del Sur y obtuvo las biografías de su nuevo equipo. Nada fuera de lo corriente. Cuatro hombres y dos mujeres aparte de ella, la mayoría con más de cinco años de experiencia sobre el terreno. Todos de formación universitaria, como casi todos los agentes, excepto los pocos que ingresaban a través de los canales militares o de alguna otra vía no habitual. Todos poseían adiestramiento médico de emergencia, como ella, y eran tiradores expertos. Dos de los hombres y una mujer estaban casados; había un agente hispano y otro afroamericano. Le puso nombre a cada cara y salió de la página.

Tras introducir otra contraseña protegida, abrió el archivo cifrado que había descargado la noche anterior.

Informe de campo, viernes 26 de diciembre de 2000, 21:30

Presentado por el agente del Servicio Secreto de Corea del Sur Kang Daesung

Sujeto: Yu Jimin

Fecha de nacimiento: 31 de diciembre de 2000

Domicilio: 1 Dokseodang-ro, Yongsan-gu, Seoul, Corea del Sur

Teléfono: (279) 895-0566 

Estado civil: soltera 

Ocupación: Artista

Dirección profesional: No consta

Nombre en código: Karina

Descripción física: Mujer blanca; 1,67 cm de estatura; 46 kilos 

Pelo: Negro

Ojos:  Café claro

Marcas distintivas: cicatriz de 2 cm en la ceja derecha, tatuaje de 3 cm en la parte posterior del hombro derecho (labris morada y azul)

명예 // 1Donde viven las historias. Descúbrelo ahora