5

1K 107 27
                                    

Omnisciente:

-¡Ábranme! - Ordenó una furiosa voz, el omega dentro de la habitación se levantó enseguida al escuchar la conocida voz.

-Señor...

-¡Les dije que abran la maldita puerta!

-Si, señor.

Las pesadas puertas fueron abiertas para el alfa, Khun entró vistiendo el atuendo más casual que Porsche hubiera visto en el antes, pijamas. Pero claramente el rosa y la felpa en las mangas no eran muy casuales, aunque en el alfa eso era muy casual.

-Khun - La alegría que sintió Porsche al ver al excéntrico alfa fue agobiante, como si por fin pudiera respirar.

-Vamos te sacaré de aquí - Aseguró el alfa con una seria expresión.

-Yo di una orden, Khun - Kinn entro a la habitación, también en un pijama de satin color gris y una sombría expresión - Respétala.

-¡Kinn! No puedes hacer esto ¡Encerrar a alguien solo por tu maldito capricho! ¿Desde cuando eres tan idiota?

-Khun, no lo entiendes...

-No, si lo entiendo, ¡no soy estupido! Y es claro que Porsche no quiere estar aquí. Mira su rostro, el pobre debió estar asustado toda la noche.

-No le pasará nada malo.

-¿Y quién le puede asegurar eso? ¿Tu? - Preguntó irónico - No puedes tenerlo aquí encerrado, es un ser humano ni un animal merece este trato.

-Señor... - Llamó el omega en voz baja - No hice nada malo, ¿Porque me castiga?

-Porsche - El pecho del alfa se agitó cuando la voz del omega tembló y en sus ojos aparecieron lágrimas - Lo siento - Intento acercarse, pero Khun le cortó el paso.

-Alejate de él ¿Qué piensas hacer teniéndolo aquí? Dices que lo sientes pero no lo dejas ir.

-Está en peligro - Explicó.

-El único peligro que yo veo, eres tú.

-No le haré daño - Aseguró, el aroma dulzón del omega salió a flote. La duración de los bloqueadores se había acabado y Kinn no se resistió a aspirar el aroma a Vainilla y café.

-Si no quieres que deje la mansión, entonces se quedará en el ala de los guardaespaldas, comparte habitación con Pete. El puede cuidarlo.

-Yo...

-Señor, yo solo quiero trabajar. Por favor - Pidió Porsche - Tengo que cuidar de mi hermano.

-El puede vivir aquí - Sugirió, el corazón del omega dio un vuelvo cuando escucho eso. Su lobo gruñó ante el pensamiento de su cachorro en ese infierno.

-No, no expondré a mi cachorro a este ambiente. Usted podría encerrarlo como lo está haciendo conmigo - Dijo mordaz. Sorprendiendo al alfa.

-Porsche, debes entender.

-¡Usted entienda! Soy su guardaespaldas, no puede privarme de mi libertad solo por un capricho suyo.

-¿Entonces quieres estar en la mira de Vegas?

-¡Quiero ser tratado como los demás! - Grito - Deja de cuidarme como si fuera a romperme, deja de protegerme ¡Es mi trabajo protegerte a ti!

-Estando aquí me estás protegiendo - Aseguró el alfa.

-No veo cómo eso sea posible.

-Proteges algo muy importante para mi.

-Quiero salir.

¿Quien es el villano? Where stories live. Discover now