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Porsche:

Lo peor para un omega era un celo, pero había algo peor, un celo provocado por la ansiedad. Las emociones fuertes detonan nuestro celo haciéndolo más doloroso e insoportable de lo que ya era.

Después de haber colapsado en los brazos de Macao, ambos chicos se las habían arreglado para subirme al segundo piso y meterme a la cama.

-Mamá, descansa. Macao y yo cuidaremos de ti - Susurró con voz suave mi cachorro.

-No se que está pasando, pero cuidaré de ambos - Aseguró el joven alfa, sus ojos empañados hicieron que mi corazón doliera.

-Vengan aquí - Pedí, mi voz salió rasposa. Ambos cachorros se acercaron y subieron a mi cama para ser abrazados por mi.

-Sé que él no pudo dejarnos - Susurró Chay con voz temblorosa - Él nos ama... regresará...

-Regresará - Aseguró Macao en un murmuro.

-Vegas volverá - Repetí, las respiraciones de los chicos se acompasaron y fue lo único que se escuchó en la habitación, no pude dormir a pesar de sentir el dolor en mi cuerpo, el calor expandiéndose y calando mis huesos - Mis cachorros...

Los tranquilos rostros de Macao y Porchay me recordaron por qué fue que iniciamos esto Vegas y yo. Todo era para que ellos estuvieran seguros.

Solo cerré los ojos brevemente, cuando escuché que tocaron el timbre. Los cachorros se removieron ante el sonido, intentando no despertarlos salí de la cama y tomé una de las armas que Vegas había escondido en la casa en caso de emergencia.

La madera de las escaleras crujió bajo mis pies descalzos, la persona esperó pacientemente hasta que llegué a la puerta.

El conocido aroma a sándalo de Kinn erizo mi piel antes de siquiera abrir la puerta, quite el seguro del arma y gire el pomo de la puerta.

-Porsche... - El alfa lucía desaliñado, con ojeras marcadas bajo sus ojos, y más pálido que antes.

-Khun Kinn - Saludé seco. El contrarío noto mi hostilidad y dio un paso atrás.

-Tienes todo el derecho de querer meterme una bala entre la frente - Sus ojos se fijaron en el arma en mis manos, sin seguro y lista para disparar y arrancarle la vida - No importa lo que diga, no tengo derecho a tu perdón, y tampoco lo espero... aún así lo deseó.

-Largo de mi casa - Gruñí, el aroma de mi cachorro llegó a mis fosas nasales, aunque no podía detectar el aroma de Macao, sabía que él también estaba en peligro ahora que Kinn estaba aquí - No lo quiero cerca de mi cachorro.

-Porchay - Susurró Kinn - Khun dijo que era igual que tú - Sonrió, mis dientes picaron queriendo emerger y clavarse en el cuello del alfa para degollarlo - No pretendo lastimarlos, mucho menos a ti.

-Estoy en celo, quiero descansar - Le apresuré.

-Vuelve a la mansión, trabaja para mi. Prometo comportarme y respetar tus decisiones - Ofreció, negué de inmediato - Porsche, lo estoy suplicando...

-Sus súplicas no me sirven, y sus acciones solo demuestran que la familia Theerapanyakul no sabe mantener su palabra.

-¿Qué dices?

-Sus hermanos me aseguraron que ni usted ni nadie vendría a mi casa.

-Aquí - Kinn tomó el arma de mi mano y la guió a su pecho - Si volviera a fallarte, esto dolerá menos.

-Khun. No tengo sentimientos por usted, dispare de ser necesario.

-Porsche, no sé lo que siento. Pero se que duele mas que una bala - Su rostro se frunció y sus ojos se aclararon, viéndose vulnerable ante mis recientes palabras - No me dejes sufrir Porsche, solo quedate en mi vida. Incluso si es de lejos, será más tolerable que no verte.

¿Quien es el villano? Where stories live. Discover now