Extra: Navidad con los Morgan James.

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Christopher.

—Rachel, estoy ocupado —ella hace un puchero junto a una mueca mientras sus ojos comienzan a ponerse llorosos. Acaricio su mejilla antes de que se ponga a reclamar—, intentaré desocuparme lo más temprano posible, pero no te aseguro nada, ¿Si?

—L-Los mellizos y yo q-queriamos que tú estuvieras con nosotros para... Para poner el árbol de navidad —hipa, las lágrimas comenzando a bajar.

Joder. Me estresa que en estas fechas se hayan propuesto mandarme más trabajo del que acostumbro tener, es un jodido martirio.

Mi mente trae el recuerdo de un niño frente a la chimenea con montones de cajas con adornos para árboles de navidad, esperando hasta que no aguanto más y termino quedándose dormido en el piso... Niño que cuando despertó, se encontró con la sorpresa de que el árbol ya había sido puesto y que su padre nunca llego a cumplir su promesa.

No para mis hijos. Mis hijos no van a esperar frente a una chimenea que poco a poco se apagaba.

Desconecto el computador y beso a mi mujer antes de sujetarla para ponerla de pie, los siete meses de embarazo se le notan y tiende a no poder levantarse sola de ningún lugar.

No es impedimento para follar.

—Vamos, pero terminando tengo que regresar.

—Te amo mucho, ¿Sabes? —asiento, ladeando los labios.

—Estas loca por mi —hace una mueca, limpiándose las lágrimas.

—Y luego por eso te odio.

—Quisieras odiarme, nena —le murmuró al oído—, pero no puedes.

Camina con la espalda pegada a mi torso y con mis manos sobre su vientre, dónde como siempre, siento los golpes contra mis palmas abiertas.

Es una pesadilla.

—No te creas tanto, te pasa lo mismo.

—Ajá —beso su cuello, sintiendo su estremecimiento.

Salimos del despacho y veo a mis hijos ponerse pie en seguida, corriendo hacia nosotros con los ojos brillantes.

—¿Si nos vas a ayudar? —pregunta Milenka.

—Vengo a ver cómo se electrocutan con las luces.

Rachel se aparta para despeinar a su hijo, el cual se enfoca más en abrazarla que en otra cosa.

Milenka es la que se me cuelga al cuello como jodido mono en selva.

Besuquea mi mejilla, sonriendo.

—Gracias por venir, papi, sabemos que estás ocupado, pero estamos felices porque estés aquí —murmura, recostando la cabeza en mi hombro—, tu nos ayudas con las luces, mami no puede porque está embarazada y la pequeña tormenta no va a dejarla, además, no vamos a dejar que se suba a una escalera, Owen... Owen es flojo, no quiere... Y yo... Yo me puedo caer, si, si. Tu eres el fuerte y valiente de la familia que se sacrificara por todos.

Ruedo los ojos, dejándola en el suelo cuando llegamos a el árbol que hay junto a la chimenea.

—Empecemos.

Entre risas, transcurren cuatro horas, la dinámica fue que la mujer embarazada pasará las cosas, que al final no fueron solo esferas —hay que destacar— hubo desde figurillas de regalos envueltos, hasta otros que hicieron los mellizos en toda la semana.

Paso un rato agradable con mi familia, aunque es algo que no voy a admitir frente a nadie, por supuesto, termino colocando las luces y ayudamos a Rachel a subir con cuidado a una silla para que coloque la estrella de navidad.

Si Rachel no hubiera ido con Stefan.Unde poveștirile trăiesc. Descoperă acum