Extra VIII: Feliz cumpleaños, ministro.

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Rachel.

—Podemos organizar una fiesta sorpresa —sigue Olivia, moviendo las manitas—, fingimos que no sabemos que es su cumpleaños y en la noche le decimos: feliz cumpleaños, papi… Y así…

Frunzo los labios.

Extiendo la mano para acercarla a mi, camina, mirándome a través de las enormes pestañas.

—Mi vida, es una muy buena idea, ¿Si? —le aparto un ricito de la cara—, pero… ¿No crees que papá sentirá feo que su familia no se acuerde de su cumpleaños? —frunce el ceño—. Papá ya se acostumbro a que ustedes lo despierten y lo llenen de abrazos y besos el día de su cumpleaños, aunque finja que no le gusta, ¿Te imaginas que despierte y hagan como si fuera un día común y corriente?, ¿No crees que sentirá feo?

Se sienta en mi regazo, la veo fruncir otra vez el ceño, hasta que comienza a asentir.

—Si… Tienes razón, mami.

—Podemos seguir con la fiesta sorpresa, mi niña, digamos que, le dan su regalo en la mañana, un beso y un abrazo y en la noche, solo nosotros celebramos con un bonito pastel y muchos besos, abrazos, y regalos —sonrío—. Sabes que a papá no le gusta la gente.

—Como a Milenka —su hermana la mira en seguida—, no es cierto, hermanita.

—¿Podemos hacer el pastel nosotros? —prefiere ignorar el comentario—, de chocolate…

—¿Quieres que hagamos el pastel nosotros? —pregunto.

Digamos que mejore en la cocina, pero sin Sara no voy a poder hacer algo bien, y mis bellos hijos son mejores que yo, pero los voy a tener que supervisar mientras hacen las cosas, por qué no puedo simplemente dejar que mis hijos estén cerca de un horno solos… Y con mi suerte, les termino arruinando el pastel.

—¡Si! —las tres niñas se levantan, como si estuvieran por correr a hacerlo.

—Pero sin Owen no podemos…

Miro a Rochelle, se acomoda el vestido al mismo tiempo que habla.

—Pero Owen está con papá…

—Papá mañana no va a trabajar, así que su hermano estará con nosotros, no se preocupen —le sonrío—, ¿Ya tienen sus regalos?

Las tres asienten en seguida.

—Las compramos en la semana, ¿Verdad, niñas? —Olivia y Rochelle asienten.

—Entonces… ¿Algo más de lo que quieran hablar, mis niñas? —le doy otro beso más a Olivia, todas niegan.

Extiendo los brazos para que se acerquen y procedo a llenarlas de besos a las tres.

La mayor protesta cuando la lleno de labial, pero Rochelle y Olivia aceptan con gusto, les doy un beso en la frente al levantarme.

—Tengo que ir a ver a su hermano, ¿Si?, pero cualquier cosa, estoy en la habitación —otro beso—. Cuando llegue papá iremos al parque.

Las tres asienten y se van a sentar de nuevo frente a la pantalla.

Les pasó a acomodar una manta en las piernas por qué en la sala de cine siempre hace frío y hoy es uno de esos días raros en los que las tres se cordinaron para usar vestidos, y no quiero que se me enferme ninguna.

Si Rachel no hubiera ido con Stefan.Where stories live. Discover now