Beneath the milky twilight

Día 9: Entrelazar los dedos

Tom quitó el seguro de la granada con los dientes y la arrojo sobre la barda hacia el grupo de policías que les disparaba.

Harry se inclinó por un lado de la barda y disparó, cubierto por la explosión de la granada.

Tom sabía que no iban a salir vivos de esto.

Harry no iba a rendirse facilmente.

Tom cambió el cartucho de su pistola.

Harry se la intercambió por la suya que ya había vacíado.

Tom lo miró. Harry era hermoso siempre pero verlo concentrardo en algo, con ese brillo sádico en sus ojos, era algo más. Tom nunca pensó que conocería a alguien que no solo lo aceptara tal y como era, si no que además lo amara y entendiera al punto de unirse a su cruzada.

Harry le guiñó un ojo y le pasó otra granada. Tom la aceptó con la debida reverencia y repitió lo que hizo minutos antes. Harry podía ver a los policias cubrirse, los más lentos caían al suelo y no se volvían a levantar, pero no podía estar seguro de que ya no tuvieran vida.

Tom ofreció su mano, un eco de la primera vez que se conocieron, cuando Harry solo era un pequeño ladrón de callejón y Tom un adolescente fraudulento.

Harry la aceptó, entrelazó sus dedos con los de Tom y apretó con todo el amor que sentía por el mayor, toda la confianza que Harry le tenía.

Tom sonrió y besó los delgados nudillos.

Harry suspiró y sacó la última granada que le quedaba.

Era hora.

Te amo.

Hasta la eternidad.

Todo terminó con una ultima explosión.

[[quería hacer un dibujo pero no lo terminé a tiempo, tal vez lo haga para el final... bai]]