Día 27: "Jamás he hablado de esto"

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[[pequeña advertencia: muerte o asesinato. esto quedó 0% fluffly y 100% creepy. para irnos ambientando al halloween jajaja]]


—Jamás he hablado de esto —dijo Harry, jugando con el cojín sobre su regazo —ni si quiera se por dónde empezar...

>>Fue cuando tenía cuatro, creo. Mi padrino me invitó a quedarme con él porque Luna estaba enferma y mi mamá estaba preocupada que me contagiara. A mi papá no le importó mucho, estaba más preocupado porque no le bajaba la fiebre a mi hermana.

>>En fin. Estaba en la casa de mi tío. Es una casa antigua. Tres pisos y un sótano. La única regla era no entrar al sótano porque ahí vivía su hermano Regulus.

>>Regulus tenía veinte, creo, en ese entonces. ¿O eran veintidós? Como sea, estaba estudiando y trabajando y solo lo veía en las noches. Recuerdo verlo y pensar que sería cool ser como él y tener un hermano como Sirius en vez de a mi hermana Luna.

>>Normalmente el sótano tenía llave porque la cargaba Regulus consigo. Sirius estaba la mayor parte del día conmigo y me dejaba explorar el resto de la casa pero, bueno, sabes que lo prohibido llama más la atención.

>>Luna no mejoraba y tuvieron que llevarla al hospital. Mamá y papá fueron con ella y en la madrugada llamaron a Sirius porque hubo... complicaciones.

>>Sirius se fue y yo solo lo vi y noté que la chamarra de Regulus no estaba en el perchero. No se por qué fue lo primero que pensé, "oh, podré bajar al sótano" como si fuera una buena idea.

>>Regulus no estaba, por lo que debería haber estado cerrado con llave, pero cuando iba bajando las escaleras, su puerta se abrió.

>>No sentí miedo. Era como si algo me llamara a la habitación, como si ya no tuviera control de mi cuerpo.

>>Regulus tenía objetos muy raros en su librero, incluyendo un libro forrado en piel negra. Me gustó. Era suave y elegante y olía bien.

>>Sé que dije antes que no recordaba nada de lo que pasó. Que solo recuerdo a Sirius despertándome y que no recuerdo la sangre. Pero sí lo hago.

>>Regulus llegó poco después y se asustó de verme con el diario, pero no era yo al que veía. Trató de quitármelo y de sacarme pero grité y pataleé porque yo quería ese libro.

>>Alguien me ayudaba a pelear con Regulus por él, y al final yo me lo quedé, pero fue cuando Regulus comenzó a sangrar.

>>Es verdad que no recuerdo cuando tomé ese abrecartas, pero creo que sí sentí cuando se lo enterré en el cuello. Eso sí es borroso.

—¿Y luego qué pasó, Harry? —preguntó Marvolo.

Harry se encogió de hombros.

—Creo que me quedé dormido. Sirius me despertó.

—¿Y el libro?

—¿Cuál libro?

Marvolo sonrió.

—No importa —dijo —¿tienes hambre?

Harry asintió distraídamente y Marvolo se levantó de su asiento, guardando su diario en el cajón de su escritorio. Hizo aparecer un plato con almuerzo para Harry y se lo ofreció. Pronto, Harry se daría cuenta que no siente hambre en el mundo de los sueños en que se encontraba atrapado. Ni sueño, ni dolor, ni tristeza.

Marvolo apreciaba la compañía.

Beneath the milky twilightWhere stories live. Discover now