Día 11: Cómo se conocieron

622 137 5
                                    

—¿Papi? ¿Cómo conociste a papá?

Harry miró a sus adorables hijos.

James se veía idéntico a él cuando tenía 8 años, excepto por sus ojos oscuros, iguales a los de Tom. Merope era una copia femenina de cómo lucía Tom a los 6, incluyendo la mirada calculadora de sus ojos verdes. Harry sabía que la que quería saber era realmente su pequeña, pero había hecho que James preguntara porque... en realidad no sabía por qué.

Merope estaba tratando de demostrar que no necesitaba a nadie, algo que, según Tom, él mismo había intentado cuando era niño. Harry esperaba que esa fase pasara rapidamente. Extrañaba besar y arropar a su bebé antes de dormir.

—Oh, es una historia larga y aburrida —dijo con una sonrisa —¿seguro que quieres saber?

James miró a Merope, quien asintió.

—Sí.

Harry rio y los dirigió a la mesa de la cocina, desde donde podía seguir monitoreando la cena y pasar tiempo con sus hermosos niños. Abrió un paquete de galletas y lo puso en medio de la mesa para que los niños tomaran las que quisieran. Eran de avena, tendrían buen apetito para cuando su padre llegara a cenar.

—Bueno, saben que su papá y yo fuimos a un internado, ¿no? —preguntó, con una sonrisa ladina. Los niños amaban escuchar historias de Hogwarts —Su padre era de los mejores de las clases, quizá el mejor. Y yo... bueno, yo prefería jugar cartas y hacer bromas.

—Con tío Fred y tío George —dijo Merope —¿pero cómo se hicieron novios papá y tu?

James hizo una mueca. Eso confirmó lo que Harry sabía: era su niña romantica la que quería saber la historia por alguna razón.

—¿Y para qué quieren saber eso? —preguntó.

Merope hizo un puchero.

—Teddy sabe la historia de tío Moony y tía Dora. ¡Y se burla porque yo no sé la de ustedes!

Harry levantó una ceja. Tendría que hablar con su ahijado sobre burlarse de una niña cinco años menor que él.

—Bueeno...

Harry entró arrastrando los pies al laboratorio de química. Slughorn le había dado un ultimatum: o mejoraba su calificación en su clase o lo suspendería del equipo de basketball indefinidamente. Al final, Harry tenía un tutor.

Tom Riddle era todo lo que Harry se esforzaba no ser: antipático, amargado, un nerd.

Harry quería ser el divertido, el amigable, alguien que te ayudaba sin importar qué.

Riddle cobraba sus favores con otros favores. Harry supuso que era de esperarse, siendo hijo de un empresario y una comerciante. Y aún así, todo el mundo lo amaba por su "encantadora personalidad". Harry nunca había hablado con él y no le fascinaba tener que hablarle ahora, menos por una tutoría.

Esperaba que el prefecto fuera perfeccionista y nada tolerante con el poco gusto que Harry tenía por estudiar. Sabía que Riddle sería condescendiente y un sabelotodo.

Claro que no esperaba que Riddle fuera un completo idiota y que lo empujara de un golpe cuando Harry agregó algo de más y causó una pequeña explosión.

Y le sorprendió que, aún sangrando ligeramente de una cortada en su frente, Riddle lo revisara como si Harry hubiera sido quien se lastimó.

En el trayecto a la enfermería Harry hablaba y hablaba, distrayendo al prefecto de su dolor y evitando entrar en pánico. A Riddle le pareció adorable. A Harry se le caía el cabello por el estrés de posiblemente ser expulsado.

Solo hay una forma que te perdone esto, Potter dijo Riddle cuando ya estaba vendado. sentado elegantemente sobre una camilla del hospital Irás al baile de Año Nuevo conmigo.

Harry estaba demasiado sorprendido como para reusarse.

(Y todavía tenía un poco de sangre de Riddle en las manos. Estaba en shock.)

¿Cómo le decía a sus hijos que su papá lo sobornó emocionalmente para salir con él?

—Me ayudaba con mi tarea de química —dijo finalmente, para la decepción de Merope —y fuimos a un baile de Año Nuevo juntos. Creo que fue a partir de ahí que nos volvimos pareja, pero nunca lo aclaramos realmente.

—¿Eso es todo? —demandó Merope con el ceño fruncido —¿Sin flores o carteles? ¿Ni dulces?

—Nop —sonrió Harry, levantandose para revisar la cena —para cuando me di cuenta, ya estabamos casados y planeando tener dos hermosos hijos.

—Lastima que tuvimos que conformarnos con ustedes —habló Tom desde la puerta, guiñando un ojo y sonriendo de lado —El laboratorio explicó que fue lo mejor que lograron.

—¡Papá! —se quejaron los niños con un puchero, provocando que su padre riera.

—Tom, llegas temprano —sonrió Harry y se acercó a besarlo —ayuda a poner la mesa, ya casi está listo.

Tom hizo un saludó militar y se dirigió a la alacena de trastes.

—¿Papá? —Llamó James —¿Nos dirás cómo te hiciste esa cicatriz?

Harry rodó los ojos pero no pudo evitar ruborizarse por verguenza y culpa.

—Claro —dijo Tom con un tono conspiratorio —de hecho, fue cómo conquiste a su padre.

Beneath the milky twilightWhere stories live. Discover now