Bonita Casualidad [YoonSeok]

♡Capítulo 5.

La habitación del hospital olía a desinfectante cuando Hoseok había llegado, pero con el paso de las horas el lugar se había llenado de diferentes olores que le dejaron un poco confuso al despertar de madrugada. Abrió los ojos después de frotárselos con la mano y se sorprendió muy gratamente al ver a una joven alfa al lado de la cama.

— ¡Jiwoo! ¿Pero qué haces aquí?

La chica lo abrazó y Hobi aspiró el aroma familiar a miel y limón de su hermana mayor.

— Estaba muy preocupada, así que cogí el primer tren en cuanto Jimin me llamó. Mejor dime, ¿cómo te encuentras? ¿Los bebés están bien?

— Todo está bien, el susto ya pasó. Me di un golpe en el autobús, pero por suerte no fue nada grave.

— Mira que te tengo dicho que evites el transporte púbico en tu estado — le regañó. — La gente no tiene cuidado, hay frenazos bruscos, los asientos son incómodos, por no comentar los olores desagradables que te pueden marear. Le voy a decir a Jimin que...

— Tranquila, noona. Jimin ya me ayuda mucho, no quiero que se sienta responsable por esto. Por cierto, ¿él dónde está?

— En el pasillo, discutiendo con otro tipo.

— ¿Cómo? — Seok pestañeó extrañado porque Jimin era muy pacífico, y su mente somnolienta no pudo visualizarlo en una trifulca con nadie. — ¿Discutiendo con quién?

— Había otro alfa aquí cuando llegué. Estaban discutiendo sobre quién debía quedarse para cuidarte, y yo los eché a los dos para que no te molestaran.

Oh, por supuesto... Yoongi. Seok había dado por hecho que ya se habría ido cuando no le vio al abrir los ojos, pero al parecer había cumplido su palabra de no dejarle solo.

— ¿Tienes algo que contarme, hermanito? — preguntó la joven con un tono pícaro.

— N-no... Él es... Es un amigo que vino a verme.

— Ese despliegue de feromonas no es algo que un simple amigo haría. Y no te lo digo solo como hermana, te lo digo como alfa.

El castaño se ruborizó levemente por el comentario, entendiendo muy bien a qué se refería, mas eso no cambiaba la situación. A pesar de los recientes acontecimientos, su relación con Yoongi estaba todavía lejos de ser algo más que una naciente amistad.

— Bueno, él y yo no somos nada. Pero espero seguir conociéndole porque... me atrae mucho. Guárdame el secreto, ¿vale?

— Por supuesto — prometió antes de guiñarle el ojo y pellizcarle la mejilla con cariño. — ¿Quieres que le diga que entre?

Hoseok asintió tímidamente y Jiwoo fue hacia la puerta. No se escuchaba nada desde dentro, pero en cuanto abrió, las voces de Jimin y Yoongi resonaron por la estancia.

— Me criticas como si tú no hubieras apestado la habitación con tu olor a coco. ¿Qué clase de alfa huele a coco? — espetó Yoongi.

— ¡Uno que te va a dejar el ojo morado si no bajas el tono! — amenazó Jimin en respuesta.

— Yo estoy aquí para cuidar de Hoseok, si no estás a gusto lárgate o compra un ambientador.

— Yo también vine para cuidarle y no me pienso mover de aquí, aunque tenga que ponerme una pinza en la nariz.

— ¡Chicos, basta!

Ambos alfas entraron corriendo al ver que Seok ya estaba despierto para preguntarle cómo se sentía, desde luego no esperaban los regañara por causar alboroto en el pasillo.
Jiwoo observó divertida cómo esos dos miraban con culpabilidad a Hobi, pero luego entre ellos se veían con cara de asco. Si no conociera a Jimin como le conocía, pensaría que también le gustaba Seok por lo protector y atento que era con él.