Bonita Casualidad [YoonSeok]

♡Capítulo 12.

Jimin atravesó la puerta del hospital como un auténtico huracán y se abalanzó sobre el mostrador con tanto ímpetu que espantó a la pobre recepcionista de turno.

— ¡Busco a Jung Hoseok! ¡¿Dónde está?!

— Señor, cálmese — la chica tecleó algo en el ordenador para después negar con la cabeza de lado a lado. — Lo siento, pero no hay nadie con ese nombre aquí...

— Eso es imposible — replicó Jimin, preocupado a más no poder por su amigo. — Me llamó hace veinte minutos diciendo que estaba de camino. ¡Tiene que estar aquí! ¡Busque bien!

Como si lo hubiese llamado, en ese preciso momento se abrió la puerta automática y un par de enfermeros ingresaron por ella con la camilla de la ambulancia... Pues sí que habían tardado.
Jimin corrió hacia ellos al ver a Hobi tumbado encima, pálido como la sábana con la que le taparon porque temblaba de frío y aquejado por el dolor que le atravesaba el estómago. El rubio palideció también al escuchar al enfermero decirle a la doctora que su amigo estaba perdiendo sangre mientras esta le examinaba para comprobar su estado.

— Preparen la sala once para la operación — ordenó la doctora, ignorando a Jimin por completo cuando este trató de averiguar qué estaba ocurriendo. — Yo iré a buscar al doctor Kim y bajamos enseguida.

— Doctora Lee, doctora... — Jimin logró detener a la alfa cortándole el paso — ¿Qué le pasa a Hoseok hyung?

— Se le ha adelantado el parto, pero no se preocupe, todo está controlado. Quédese con él, en unos minutos nos lo llevaremos para practicarle la cesárea.

El alfa no tuvo mucho tiempo para hacer más preguntas porque la doctora se fue a toda prisa, dejándolo plantado con la palabra en la boca en mitad del pasillo. Los enfermeros también se dispersaron y de un momento a otro Jimin se encontró a solas con su amigo, que respiraba trabajosamente y seguía repitiendo que le dolía mucho.

— Hyung, estoy aquí — el joven lo abrazó y le tomó de la mano en señal de apoyo. — Aguanta un poco, ¿vale? Ahora te atenderán.

— ¿Dónde está? — la pregunta de Hoseok confundió a Jimin por un instante, pues pensó que se refería al médico.

— Tranquilo, el doctor ya viene.

— No — los ojos del castaño barrieron todo el lugar casi con desesperación en busca de algo que no lograba encontrar, a alguien que no lograba localizar. — ¿Dónde está Yoongi? Le necesito, necesito a Yoongi... ¿Dónde está?

— N-no lo sé, Hobi hyung, no tengo contacto con él — farfulló el alfa de cabello rubio. — Aquí no está, pero no te preocupes, yo estoy contigo.

Sus palabras no parecieron reconfortar ni un ápice al pobre omega. Jimin se llevó la mano trémula a la boca sin saber qué hacer cuando el mayor comenzó a derramar lágrimas una detrás otra porque los minutos pasaban, el dolor punzante se intensificaba y ese estúpido de Min Yoongi no daba señales de vida.