Una bella tarde donde todo ocurrió, un hermoso día fue donde nos encontramos y nos enamoramos.
•Pequeños one-shot que e creado para esta hermosa dinámica.
•Todos estos escritos son de mi pertenecía.
•Ships diferentes cada día.
•Se aceptan sugeren...
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La música era fuerte, era una combinación de olores de todo tipo, alcohol, tabaco, perfume, sudor, entre otros que volaban en el aire de aquel sucio y tonto bar, Yut-lung Lee no es de ir demasiado a los bares y menos a fiestas donde esta que hacer demasiadas cosas como atender o bailar, antes si pero ahora era diferente ya que su mejor amigo tenia una pareja a la cual amar y proteger y bla bla bla, no entendía el amor y quizá nunca lo entienda y no le interesa si puede o no, la verdad es que no se a enamorado como tal y duda que llegue el indicado.
—Yut-lung, te presento a Shoter, es un viejo amigo mio y como Eiji me dijo que estas solo no quería dejarte así —. Mencionó el rubio señalando al peli-morado —. Shoter, el es Yut-lung, amigo de Eiji.
—Un grandioso gusto en conocerte —. Saludo estirando la mano el peli-morado, al tener la mano contraria se acercó hasta ella y le planto un beso corto —. Será un placer acompañarte.
—¡Ja! Claro como no —. Dijo burlesco mientras alzaba una ceja viéndolo detenidamente, alto, de pelo morado y de gallina, lentes de sol cuando era de noche, una piel morena bonita, ojos color chocolate profundos y brillantes, tenía que admitir que era un poco atractivo pero no lo diria en voz alta.
—Los dejaré para que se conozcan —. Dijo el rubio mientras se acercaba a su pareja y empezaban a bailar con el resto de personas en el bar.
Estando solos el peli-morado se sentó enfrente de él y pidió lo de siempre, que consistía en una cerveza fría decorada, al tener ambos sus bebidas se miraron y el chico intento sacarle platica de todo tipo, el peli-negro solo contestaba rápido y sin extenderse mucho, desde preguntas de su trabajo, hogar, gustos musicales, comida, vestimenta, familia, etc, muchas cosas y el chico solamente contestaba cortante, no fue hasta la pregunta de que trabajaba y de ahí se soltó un poco más.
—¡Wow! ¿Decoras casas? —. Pregunto asombrado el chino —. ¡Maravilloso trabajo, quisiera ver como lo haces!
—Bueno, no es nada del otro mundo pero aveces la gente tiene pésimo gusto en muebles y decorados —. Y ante esto miro sus uñas y estiro ambas manos para luego señalarse a sí mismo —. Y de eso me encargo yo, de mejorar sus patéticas casas.
—¡Quisiera verlo! —. Ante la emoción del chino, este saco su celular y empezó a mostrar fotos del departamento que empezaba a arreglar, desde colores hasta muebles nuevos y todo lo necesario —. Wow, haces maravillas con esas manos.
El contrario solamente sonrió orgulloso y bebió de su bebida, estar con el peli-morado no era tan desagradable después de todo, solo era un poco hablador, lo contrario del peli-negro pero de todos modos encajaban tan bien que parecían piezas de un rompecabezas, ante esto solamente quedó en una platica de ambos trabajos, vestimentas o tips de cada uno. Entre sonrisas traviesas y bromas sarcásticas de parte el peli-largo siguió la noche, ya dando las doce de la noche muchos empezaban a subir de intensidad la fiesta, las bebidas se empezaban a acabar haciendo que los trabajadores corrieran por más y para más dinero, todos bailaban como locos, aunque es más de locos que ambos siguieran hablando y riendo en la barra.
