¿Cómo lo saco de mi cabeza?

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Ese día salí temprano por ser el primer día de clases, así que llegue a mi casa para investigar los temas que pidieron de tarea, aún recuerdo que cuando la primera clase dió inicio solo me concentré en dos cosas, su nombre y estado civil.

Roberto y casado.

Bendita la hora en que me moje por un hombre casado, aunque era poco probable que un hombre tan atractivo este soltero.

Recuerdo que en algún punto paso por los bancos ya que decidió hacer un examen sorpresa, a quien se lo ocurre en el primer día!

Al final llegó a mi, creo que mis compañeros estaban tan concentrados en las preguntas que no notaron cómo su índice rodeo el lóbulo de mi oído, ese simple toque hizo estragos en todo mi cuerpo, claro que el muy cabron lo noto, me regaló una risa coqueta, un tanto burlona y siguió a su escritorio.

De recordar eso me hace sentir húmeda aunque ya estoy en mi casa, busco en que distraerme pero solo pienso en él, no sé si sea una obsesión o solo un capricho que me quiero dar, pero de algo estoy segura; ese hombre será mi perdición.

Despierto con el cuerpo sudado, tuve un sueño húmedo y no puedo estar más caliente de lo que estaba antes de dormir, son las 3 AM y estoy tan mojada que me podrían penetrar sin preparación.

Uno de los placeres de vivir sola es poder hacer el ruido que yo quiera al llegar al climax así que abro el cajón de mi mesa de noche y tomo a mi bebé, el lubricante no hace falta.

Me despojo de mi ropa interior y adentro mi mano junto a ese vibrabor rosa que me compre hace meses después de terminar con el bastardo de mi ex, recorro con su punta mis plieges para subir y bajar lentamente desde mi clítoris hasta mi abertura, con la otra mano amazo lentamente mi seno izquierdo dándome cuenta de lo erectos que están mis pezones, no puedo más y adentro el vibrador en mi, empujó con el hasta llegar al fondo aún sin encenderlo, estoy tan exitada que lo olvide, esto es una guerra de mete y saca sin parar, suelto mi seno y pongo la mano en mi critoris.

Ammm, ahhh!, Si, si, más!

Estoy apunto de llegar imaginando que es el cogiendome fuerte mientras me estimula, no aguanto y me corro empapando mi mano.

Aaaah, sí! Roberto, mmmm!!

Mientras siento mi cuerpo relajar y los espasmos de mi entrada recuerdo algo, joder, grite su nombre cuando me corrí.

Mi maestro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora