13-Un primogénito

69 5 0
                                    

La historia de Ten Ten: Un primogénito.

Kakashi Hatake tuvo un sueño, una premonición, en aquel sueño un hombre de cabello platinado como el suyo portaba la capa del Hokage, ese Hokage se paró en lo alto de la torre mientras Konoha ardía. No se lo confesó a nadie, pero al llegar la gran noticia supo que su sueño era más que un sueño.

El primer día del invierno en Konoha nació un pequeño de cabello plateado y ojos marrones, toda la aldea se emocionó y lo catalogaron como el bebé más esperado.
-Abran paso, aquí llega el gran Guy Hatake -dijo el maestro Maito mientras sostenía a su sobrino-. Quién diría que hace veinte años éramos compañeros y ahora no solo te cásate con mi discípula sino que también la embarazaste y quieres aplacar mi ira poniéndole a tu hijo mi nombre.
Kakashi observó la reacción de su amigo y a su propio hijo en sus brazos, no quería decirse que en realidad iba a ponerle a su hijo "Minato" como su maestro, ni siquiera sabe de dónde sacó su amigo que su hijo se llamaría "Gai". Aún así no contradijo, que su hijo lo perdone por el nombre tan feo que le ha puesto.
-¿Funcionó? -preguntó y Ten Ten le dio un codazo-. Solo pregunto.
-Claro que funcionó -lloró mientras sujetaba las manos del pequeño Gai-. Tendrás el carisma y tenacidad de tu madre, la inteligencia y cabello de tu padre... y de mí... ¡yo te enseñaré el camino de la juventud! Serás el más fuerte, después de mí, el más fuerte de todos -se corrigió.
Maito Gai juró fervoroso, su silla de ruedas giro unas cuantas veces.Ten Ten rio y negro con la cabeza, al lado de su esposo y enfrente de su maestro se sintió la mujer más feliz del mundo.
-Es muy pequeño para abrir las puertas -bromeó ten ten cuando la puerta de la habitación se abrió de un azote, alguien la pateó.
-Nadie es muy pequeño para abrir las puertas -gritó Rock Lee entrando como solo él sabe hacerlo, se acercó y arrebató al niño de los brazos de su maestro.
Ten Ten pegó un grito y exigió que no revolotearan a su hijo por los aires como si fuera un balón.
-Oye -se quejó el maestro también.
-Oh, el pequeño Gai. Ahora Metal tendrá a quien cuidar, si Kakashi-sensei no hubiera dado tantas vueltas ellos podrían ser casi hermanos de la misma edad y entrenar juntos. ¡No importa! Metal Lee será su hermano mayor.
Kakashi agradeció su crítica en silencio, algo le dice que Rock Lee le perdió mucho respeto luego de que se casara con su compañera, ahora lo trata como a un hermano, un compañero más y a su maestro como a un padre por el cual velar, «somos casi una familia», por alguna razón sintió un escalofrío recorrer su cuerpo. Aunque en cierto sentido un equipo se convierte en una familia, y él se casó con su "hermana", por lo tanto son familia.
-También tengo esto -Levantó un sobre-. Es un regalo de su otro tío en las afueras, ya lo leí, dice que lo quiere conocer y le enseñara a esquivar ataques en algún momento.
-Vaya, todos quieren enseñar a mi hijo -bufó Kakashi.
Rock Lee tomó una manta que venía de regalo, tenía la insignia Hyūga, y lo cubrió con delicadeza. "Espero que abras los puertas para proteger a tus seres amados", dijo en un susurro y el niño abrió sus ojos marrones, Rock Lee sintió una conexión al instante y lo supo, este niño es su discípulo.
La emoción de los primeros días acabo con el ataque de una terrible fiebre hacía el pequeño Guy, su padre y madre los sostenían en la cama de un hospital mientras los ninjas médicos iban y venían.
-¿No harás nada? -preguntó llorando Ten Ten a Ino, la ninja médico que atendió a su hijo -. ¿Y tú? -acusó a su esposo.
En su cabeza no existe un hombre más capaz que su esposo, si el no puede hacer algo entonces su hijo está perdido. Sollozando abrazó a su esposo.
-¿Morirá? -preguntó sin delicadeza Kakashi a Ino, Ten Ten pegó un grito entre sus brazos, pero no le prestó atención y continuo-. ¿Cuánto le queda?
Las palabras del padre fueron frías, no hubo titubeó en su voz, pero sus ojos mostraron una grieta enorme. Maito Gai estaba presente y su discípulo salió a las afueras el mismo día que se enteró del malestar de su ahijado.
-No conocemos la causa de su enfermedad, parece ser un virus. A un niño de su edad un virus puede matarlo en unos días... una noche -informó Sakura quien entró a la sala, su voz fue suave -. Necesitamos saber qué lo causó.
Lo más probable fue un virus o alguna condición congénita, Sakura ordenó buscar en los antecedentes familiares.
-Encontrare la causa -dijo Kakashi, entregó a su esposa al maestro Gai, ella es muy fuerte pero el haber dado a luz hace unos días la volvió frágil emocionalmente, no lo puede acompañarlo en esta misión.
Ten Ten no insistió en ir, se agachó en la cama donde su hijo parecía luchar por respirar y lanzar pequeños chillidos. Ino tomó los hombros de Ten Ten, nunca fueron cercanas o conocidas, quizás el hecho que ella misma tiene un hijo la inspiró a poner todas sus fuerzas en este paciente.
-Si sobrevive la noche estará a salvo, puede lograrlo con la atención necesaria, me encargaré personalmente de ello -Miró a Ten Ten -. Su hijo no morirá hoy -juró Ino.
Kakashi no habló, le mandó una mirada a Ten Ten y se marchó, ni siquiera se despidió de su hijo por si no volvía.
Regresó a su hogar, una casa en el centro de Konoha que compró para Ten Ten, a él le gusta la tranquilidad y que su esposa sea feliz, a ella le gusta la gente y entrenar, así que le compró una casa en el centro para que pudiese socializar con los demás ninjas y entrenar con ellos, justo encima de la nueva armería Ama.
Los regalos llegaron por montones para su hijo, no tuvo contacto con ninguno sin revisarlo, todavía tiene enemigos, nunca aceptaron comida o cualquier cosa sospechosa, todos pasaron la inspección minusiosa de Kakashi antes de ponerlo en la cuna de su hijo.
Se dispuso a buscar a todos los remitentes de los obsequios, su instinto le dijo que entre ellos se hallaba el culpable.
En el hospital Ino puso sus manos en el frágil y agitado pecho del niño Guy, este respiraba despacio y cerró los ojos fuertemente, «todo un guerrero», lo alentó Ino, podían lograrlo, mas cada vez que creía sanarlo la fiebre volvía en un ataque. Ino no durmió ni flaqueo, está fiebre podía absorber su energía como un parásito y decidió dar su propia energía para salvaguardar al niño.
-Informen a Sakura que es un parásito, uno implantado -informó Ino.
«No morirás», juró.
Así lo mantuvo vivo toda la noche, Ten Ten cuidó del cuerpo físico e Ino de su interior. Mientras Sakura buscaba entre las recetas alguna cura ya sea definitiva o parcial, decidió crearla ella misma basándose en los síntomas, parecía ser un parásito que se manifestaba con fiebre, aún así necesitaba al menos saber qué especie, pegó un grito y tiro los frascos en su escritorio frustrada.
Kakashi sintió esta desesperación pocas veces, lo revisó todo, cuando algo cruzó por su cabeza, quiso regresar al hospital pero no lo hizo, en cambio corrió a las puertas de Konoha, tenía que salir, sin embargo Rock Lee lo detuvo.
-Kakashi -gritó un cansado Rock Lee quien corría a la aldea a toda velocidad, el sol saldría en cualquier momento-. Toma, lo siento tanto, Neji... Fui a buscar a Neji y me dijo que él no obsequió ninguna manta, solo me hizo llegar su carta, hay algo en ella -habló entre cortado entregado unas hojas a Kakashi -. Daselo a Sakura, podrá curalo con ellas, pero debe ser antes de que salga el sol o morirá.
"Al salir el sol del segundo día el parásito dejará de alimentarse de su energía y se alimentara de su cuerpo, de sus órganos, lo dejará como un cascarón vacío", le dijo un médico compañero de Neji cuando llegó a su guarida.
El sol golpeó el rostro de Rock Lee, corrió tan rápido y aún así no llegó a tiempo.
Banck, la puerta de la sale se abrió con un golpe, es la patada de Rock Lee y junto a él Kakashi, lo que vieron fue a una Ino desplegando todas sus fuerzas para contener la fiebre del niño, ella lo mantuvo vivo más de una noche. Ten Ten llegó a toda prisa con Sakura y un recipiente.
-Conbinalo con esto -Rock Lee entregó las hojas a Sakura y esta suspiró, su suero cambió de efectividad de repente.
Nadie preguntó mucho, solo esperaron. Kakashi por primera vez, al ver a su hijo respirar con normalidad, pegó una especie de lamento que duró muy poco para luego volver a su calma de siempre.
Pasó el día y la familia se tranquilizó, son afortunados, Gai niño lloró por hambre y no por dolor.
-Según la revisión su hijo perdió un sentido gracias a la enfermedad -informó Sakura, pero ninguno de los dos padres le prestó atención, aunque la escucharán -. Ahora es sordo, no totalmente... Volveré en otro momento.
Ten Ten se sintió la mujer más afortunada del mundo y Kakashi el más incapaz, decidió compenzar cada instante a su hijo por este error suyo, no visualizó a Gai más allá de llevarlo a casa y cuidarlo, de repente la imagen de un Hokage se desvaneció. Él mismo lo atendió esa noche pese a las insistencias de las enfermeras.
-Intentaron matarte muy joven, solo tres días de nacido, y sobreviviste -susurró para su hijo -. ¿De verdad quedaste sordo?
El niño lo miro fijamente y sonrió, esto sorprendió a Kakashi y dijo con lentitud: "Gai Hatake", y el niño sonrió más fuerte. Chasqueo los dedos al lado de su cabeza y él no reaccionó, es sordo pero sabe quien su padre.
Cuando Gai cumplió un año su padre se dio cuenta que podía entenderlo aunque no lo escuchara, antes de aprender a leer los labios leyó las intenciones de las personas, un don con el que nació.
Fue Rock Lee quien se lo informo a Kakashi en realidad, también pidió perdón por su ineptitud y se dispuso a ser el guía del niño y enseñarle a compensar su discapacidad, ¡volverla una fortaleza! "Soy su maestro predestinado", declaró.
Ten Ten no puso resistencia, en este mundo Shinobi la única forma de asegurar la supervivencia de Gai es volverlo lo más fuerte posible, aunque al comienzo tuvo acaloradas discusiones con su marido, al final él siempre la convenció, aplastó sus palabras con argumentos sólidos.
"Si se queda en una habitación siendo cuidado toda la vida entonces el que hizo esto ganá", le dijo en una ocasión, alguien podría volver a intentar asesinarlo.
En la Torre del Hokage los reclamos e informes llovieron sobre la cabeza de Naruto Uzumaki, uno lo preocupó en particular, ordenó la presencia de su antiguo maestro.
-Espero que las cosas marchen en calma aquí, recuerdo todo el papeleo y me provoca sueño -bromeó Kakashi al entrar a la oficina.
Naruto con los ojos rojos de tanto leer y marcadas ojeras señaló una pila de hojas de quejas en la mesa.
-Oh, de estas llegaban muchas sobre ti -kakashi las tiró al cesto más cercano -, nunca les presté atención, ¿tú lo harás, Naruto? Me encerraras por unas quejas, estoy muy decepcionado.
Naruto se levantó y pegó un golpe en la mesa con sus palmas, apuntó a su maestro con su dedo.
-¡Sabe que no lo haría, Sen-Sei! -exclamó indignado -. Lo acusan de... -Naruto calló, no sé atrevía a pronunciar tal acusación frente a su maestro sabiendo el amor profundo que este le tenía a su sangre.
-¿De qué se me acusa? -Kakashi se da una idea, pero quiere escucharlo con exactitud.
-De un entrenamiento prematuro y cruel hacia tu hijo Gai -Naruto tosió -. Usaron en reiteradas oportunidades la palabra "tortura". La acusación de un ninja de alto grado se encuentran entre ellas.
«Ino», dedujo Kakashi de inmediato, es la única allegada a su esposa con conocimiento de su entrenamiento. Pese al enfado habló tranquilo:
-El tiene una debilidad, Naruto -comenzó -. No escucha más que palabras cortadas y lejanas, sin embargo, al instante de ser maldecido también fue bendecido. Posee un instinto y visión de la energía, ¡de las intenciones!, superior a cualquiera que jamás haya visto. Mis métodos le pareceran crueles a muchos, pero son efectivos y no me detendré. Un ninja prestigioso me acusó, pero otro ninja de alto rango avaló mi entrenamiento.
-¿Quién? -Naruto buscó entre los papeles, esa parte de le pasó a la vista.
-Naruto Uzumaki, el Hokage -declaró Kakashi.
Naruto echó la cabeza para atrás y cerró los ojos, muchos se quejan severamente de su maestro y exigen detener sus acciones.
-Si fuese Boruto... yo haría lo mismo -se tomó un momento para agradecer la buena salud de sus hijos -. Detente unos meses y luego házlo en silencio, que nadie se entere.
Kakashi saludó como se corresponde y se marchó, antes de entrar a la oficina ya sabía el resultado, solo un hombre débil dejaría a su hijo ser débil para no defenderse de quienes podrían hacerle daño, y Naruto no es débil así como le enseñó. Por otra parte el asunto con Ino... «ahg», se confabulara con Sakura en cualquier momento.
Al regresar vio a Ten Ten intentando hacer entender a Gai el significado de algunas señas en la sala de su hogar, es muy joven para entender. Kakashi se sentó al lado de su esposa y la abrazó.
El pequeño Gai al ver a su padre se asuntó por un segundo, hasta que pegó una carcajada feliz y movió sus manos pidiendo que su padre lo cargase, Kakashi lo levantó y acunó en su pecho. Ten Ten se paró a un costado para admirar la escena.
-¿Si tuviéramos otro hijo como querías que se llamara? -preguntó Ten Ten acariciando su abdomen todavía plano -. Yo quisiera una niña.
Kakashi tardó bastante en captar las palabras e interpretarlas, al hacerlo su rostro mostró sorpresa.
Lo sucedido con Gai pasó por su cabeza, la incertidumbre y cómo se sentiría el propio niño al saber que tendría un hermano, ¿en algún momento de su vida se sentirá desplazado e incapaz? Hizo todo a un lado y sonrió.
-Rin -dijo Kakashi -, es un gran nombre si es una niña, y Sakumo si es un niño.

Imari- SasuHana Where stories live. Discover now