17: Seiya

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Segunda parte: Seiya de las Olas y el poder de la mentira.

Seiya observó como como el niño regresó por su propio pie a la guarida y quiso gritar de la desesperación, olvidó algo muy importante: «es solo un niño».

La ropa estaba desgastada y de su boca salía sangre, supo que mató a Soukka. «Una buena al menos», en algún lugar muchas almas de infantes celebran tal hecho.

Seiya maquinó con cuidado el escape de Imari, el niño no supo nada, pero el viejo y Seiya se pusieron de acuerdo hace mucho. Es más, fue el mismo Seiya quien llevó al viejo ante su líder, de esta forma el viejo fue un chivo expiatorio voluntario, «que altruista», pensó en ese momento. Sin embargo, Imari regresó con unas pocas palabras llevadas a sus oídos por medio de la técnica de su líder. Para Seiya, Ryū es un tipo intrigante, ni siquiera sabía que podía usar trucos como esos.

—Acepto tu desafío —gritó un totalmente decidido Imari —. Hoy morirás, lo juro por el honorable apellido de mi madre —Sonrió provocativo.

«Pequeña rata estúpida», «también soy un estupido».

Ryū le devolvió la sonrisa, todos saben que su jefe odia a los Hyūga con todo su corazón. “Mataron a su prometida y a su hija recién nacida”, escuchó decir una vez.

—Atrapenlo —ordenó Ryū, Seiya sabe que tipo de hombre es su jefe, el honor de un combate no lo motiva, mucho menos contra un infante.

Seiya no sabía si estar aliviado o preocupado al ver que el combate no se daría. Sin embargo, ordenaron encender la máquina «quitadora de chispa» para transferir la energía a Imari no como en el pasado, ahora transferirá a la bestia. Seiya no podía permitirlo, se acercó y encendió la máquina con su propia mano, no sin antes alterar unos códigos lo que provocó una gran explosión.

—La bestia no responde, se liberó sola —gritó un subordinado e intentó correr, como resultado la bestia lo aplastó primero.

Seiya se quedó quieto, lo dedujo rápido: «es estúpida», e inmadura, cree que solo lo que se mueve es un peligro. Solo lleva en este mundo medio minuto, y Seiya aprovechará su inmadurez.

—Fuego —gritaron.

Pero la bola de fuego no pudo parar a la criatura, solo alteró al resto provocando que corrieran de un lado a otro como hormigas, la bestia parecía alterada. «Con suerte se entretendra con ellos y me dará tiempo de... Oh », la bestia ante tantos nuevos enemigos se refugió en su fuente de energía más cercana y conocida, su ya prometido portador.

Seiya observó el panorama, el niño ahora es un portador definitivo, con un sabor amargo en la boca tuvo que huir antes de ser devorado por la masa amorfa en la que se convirtió.
—Lo siento —soltó mientras corria hacía la salida con los demás.

—¿Qué sientes, pequeña rata? ¡Regresa y pelea! —gritó Murra creyendo que sus palabras iban dirigidas a sus compañeros —. ¡Los encontraré a todos ustedes, traidores!

Seiya huyó a la aldea más cercana, contrario a sus compañeros que se alejaron de allí y se adentraron al desierto, «a veces el lugar más peligroso es el más seguro» se dijo. Los métodos de los ninjas de suna son conocidos por ser duros con los prisioneros, si lo atrapan está muerto.
Rezó por no encontrarse con el viejo Yu en el más allá o en otra vida, pues lo extrangulara por abandonar a Imari.

—Los muertos no matan —se consoló a sí mismo.

Acampó a un lado de la puerta, escondido, su control de energía es perfecto, y lo utiliza para fines propios. Estudió con calma al guardia de la puerta por medio día, es la puerta oficial y debe entrar por ella o sino lo verán como una amenaza, solo los criminales entran escondidos y él no es un criminal, no hasta ser atrapado.
El guardia es un hombre que no parpadea, aunque pareciera que trata todos por igual, cuando dejaba salir a algún aspirante lo sigue con la mirada hasta perderlo, Seiya vio un anhelo y sonrió.

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⏰ Last updated: Dec 14, 2022 ⏰

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Imari- SasuHana Where stories live. Discover now