Firenze 37

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Antes de dejarles el capítulo, quiero pedir una disculpa por la demora. Hay unas cositas que quiero compartir así que pido por favor leer también la notita que agregaré al final.

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Mientras yo me encontraba al lado de Ginoble en su cómoda cabaña, cerca del Hotel Lizardi ocurría un nuevo atentado. Se trataba de Fabián. Cuando me llamó Claudia para informarme, a la hora del almuerzo, había recibido ya la noticia. Fue el mismo Gianluca quién me lo dijo. Hice todo lo posible para no preguntar cómo es que lo sabía, sin embargo entendía que las posibilidades eran muchas: Margherita, algún contacto, o incluso Lorenzo Fiori.

Me relató que el argenino se encontraba herido en el hospital pero fuera de peligro. Lo que no me contó fue que lo habían baleado por accidente, ya que Margherita era el próximo objetivo. Cuando Barone me comunicó los pormenores pude darme cuenta que seguíamos en desventaja: Ginoble seguía ocultando cosas y no bastaba lo que yo pudiera hacer para obtener los datos que necesitábamos.

Ya de regreso, en reunión con ellos, Miranda nos hizo ver lo obvio.

―Está protegiendo a Margherita. No quiere que se enteren de... de la relación que tienen.

Los encargados del caso Pazzo, a excepción de Ignazio, nos encontrábamos en casa de Emilio, en su despacho, observando una pizarra que tenía múltiples pines de colores, hilos y fotografías. Eso lo había visto únicamente en las películas de detectives, creí que la experiencia sería emocionante.

Mi amigo la usó para hacer una compilación de los datos que Boschetto se encargó de reunir en sus investigaciones ―tal era el motivo de su ausencia― y de la información que yo logré obtener. Las cosas, hasta donde entendí se resumian en que existían dos bandos: el de Fabián, organización criminal argentina que buscaba dañar a un grupo específico de personas para poder dar con el paradero de una persona de mucho más poder y enemigo suyo; el segundo era el del, hasta entonces, desconocido para mí Domenico Ginari, anti-mafia que también quería derrocar a una persona. Se trataba del mismo objetivo.

Alessandra colaboró con Ginari, probablemente su hermana y cuñado también, así como Falcó. Todos ellos parecían conocer a ese italiano. Sin embargo, aún existían tres cabos sueltos: los motivos de Fabián para estar con Alessandra, la razón de Ginoble (¿trabajaba con Domenico?) y la relación del mismo con Margherita.

El problema más grande era develar la identidad del enemigo que todos tenían en común. Seguía la pista de un Lorenzo. Al principio creímos que Ginoble había sido contratado por Lorenzo Fiori, sin embargo se desechó la idea. Después estaba la posibilidad de que mi jefe fuera la persona misteriosa, sin embargo, todo resultó estar en orden, como el ciudadano modelo que siempre había sido.

Barone era el encargado de desenmarañar ese lío, ¿era o no Fiori una amenaza? Siendo él tan meticuloso en su trabajo, cuidando cada detalle como si limpiase sus anteojos, era casi imposible que algo se que escapase. Por eso, cuando él aseguraba que algo sucedía, era porque así era.

Así que, si Piero concluía que Fiori no era una amenaza, no había por qué preocuparse.

―¿Alguna idea, Adriana?

Respiré hondo al escuchar mi nombre. Todo ese embrollo explicado por Emilio me había confundido. ¿Con qué me estaba metiendo en realidad? Ya no se trataba solamente de una persona que mató a otra por asuntos personales, sino de alguien que trabajaba para alguien más. A mi lado, la teniente Miranda aguardaba por una respuesta con los brazos cruzados sobre su pecho enfundado en una chamarra de piel.