The Lord of Driftmark/ a Lucerys Velaryon & Rhaena Targaryen storie

I. "La Unión de un Dragón a su Jinete"

Capítulo I.

"La unión de un Dragón a su Jinete"

Rhaena contemplaba el fuego ardiente que simulaba una danza con el viento y emitía un canto en su crujir mientras sus pequeñas y delicadas manos sostenían aquel huevo necesitado del calor abrasador, de sumo valor para ella y destinado a su nuevo hermano o hermana a vísperas de su nacimiento.

Sus ojos grandes y violáceos seguían el movimiento de aquel elemento tan allegado a la cuna de su padre "el príncipe canalla" en su danzar imponente. Curiosamente y a pesar de ser una Targaryen legítima, se sentía ajena e intimidada cuando del fuego en su cercanía se trataba.

—¿Qué ocurre dulce princesa? —La voz suave e inconfundible de su madre la princesa Laena invadía los ecos de la sala a su vez que provocaban el retorno de Rhaena de los tortuosos pensamientos que habitaban en ella y que le eran difíciles de admitir en voz alta.

—Princesa, me refiero, madre... — respondió nerviosa Rhaena.

Su mente una vez más traicionaba a la pequeña de apenas 7 años, en ella sólo habitaba la corazonada de que el huevo de su futuro hermano o hermana podría no ser fértil y seguro como había sido el caso del que la había acompañado en su cuna al nacer y traía consigo a un vulnerable y enfermo dragón que tan sólo habría de durar instantes con vida antes de soltar su último suspiro de su corazón defectuoso.

— Disculpa madre, estaba asegurándome que todo marchara bien con el huevo del nuevo bebé.

Laena al escuchar las palabras de su hija menor no pudo evitar esbozar una ligera sonrisa llena de ternura y admiración al contemplar un corazón tan noble y puro como el de Rhaena, que a pesar de no haber tenido éxito con su primer intento de tener a un dragón a su lado, no demostraba signos de codicia o envidia alguna relacionados a los demás jinetes de su familia.

— Es un acto muy noble de tu parte princesita, pero me temo que ya es hora de que vayas a dormir, tu hermana espera por ti en su alcoba y teme el dormir sola, Rhaena.

— Entiendo madre, lo siento, perdí la noción del tiempo... — expresó la pequeña al mismo tiempo que se levantaba del suelo tras dejar cuidadosamente el huevo de un Esmeralda brillante reposando en una canasta acomodada con paja y pieles.

Rhaena rápida y ágil se disponía a la salida del salón para ir hacia con su hermana, no sin antes echar un vistazo de reojo a su anhelo más grande siendo abrazado por el resplandor inminente del fuego, haciendo que este se viese aún más mágico y poderoso de lo que de por sí ya era y que poseía inerte en su interior a la criatura con la cual sólo en sueños había tocado la inocente niña.

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Laena se acercó a su hija y la rodeó dulcemente con sus brazos, mientras la cabeza de cabellos plateados de Rhaena descansaba sobre su vientre abultado y ella aprovechaba el momento para esclarecerle una visión vital a la pequeña niña.

—No hay jinete más valeroso o poderoso en la casa Targaryen que aquel que está dispuesto a esperar el momento indicado para el encuentro con su dragón destinado.

Los ojos de Rhaena se tornaron cristalinos al escuchar las palabras de su madre y haciendo un gesto de suspiro asfixiante, se libró de la atadura del abrazo amoroso de su madre para así poder mirarla a los ojos mientras sus manos se entrelazaban.

—¿Y si eso nunca sucede conmigo madre? — dijo Rhaena con duda en su voz y clara tristeza oculta en su intento de mirar el rostro de su madre. — ¿En qué clase de Targaryen me convertiría el ser la única niña de la familia que atraviese los mares en un barco y no en el lomo de un dragón como todos los demás?!

Rhaena había apartado la vista de su madre una vez más, a su escasa edad ya contaba con la vergüenza de ocultar sus emociones y fragilidad a su familia, dado que en los Targaryen el ser vulnerableno era natural de un dragón, pero no en la familia de Laena, ya que ella sabía que sin importar el deber impuesto de un Dragón o una Serpiente Marina corriendo en su sangre, ella no permitiría que la falta de humanidad se apoderara de la vida de sus hijos.

— Rhaena, te he contado ya la historia de como domé a Vhagar la dragona más grande e imponente de todo Westeros — mencionó Laena llevando el mentón de su pequeña hija en alto para una vez más encontrar sus miradas bajo la luz del fuego de la noche.

— Lo has hecho, madre — réplicaba la infante, mientras la suave mano de su madre secaba las lágrimas en sus mejillas.

— Y ¿recuerdas que no fue si no hasta que tuve 12 años que pude ligarme a tan imponente dragón y fue a través del instante indicado en que ella y yo nos encontraríamos como iguales para cuidar la una de la otra?

Rhaena observaba en silencio a su madre y asentía a lo que esta trataba de decirle.

— Vhagar ya había tenido 2 jinetes antes de nuestro encuentro hija, mi temor era tan grande que al momento de plantarme frente a semejante dragón lo único que cruzó por mí mente era mi muerte inminente si mi corazonada no era cierta... No fue así pues en los ojos de esa bella criatura de edad avanzada e historia marcada en la piel me encontré a mí misma.

Los ojos de Rhaena se habían despejado ante aquel relato de su madre y en ellos un brillo intenso aparecía. En ella surgía nuevamente un fuego interno sobre su destino de encontrar algún día a aquel dragón del cual fuese digna, al igual que él de ella.

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Nota de la autora:

¡Fin del 1er capítulo!

Y espero que los atrape tanto como a mí, cuando me dí cuenta de la trama tan pobre que le dieron a personajes tan importantes como los Velaryon en la adaptación de la serie, mi corazón de escritora no lo pudo soportar y henos aquí!

En este primer capítulo les muestro un guiño de lo que era Laena como madre y la importancia en el futuro desarrollo de Rhaena y sus motivos para actuar desde la sabiduria, la lealtad, la familia y el amor.

Disculpen que sea tan corto, es el preámbulo de los primeros 3 capítulos en que dará inicio y fin a una de las familias que tuvo que tener su desenlace trágico para que Lucerys y Rhaena se encontraran más cercanos en su destino al ser sus casas unidas por el amor de sus padres (cada uno viudo).

Sin más que agregar, espero leernos pronto de nuevo por aquí, que esta historia ya está escrita en el corazón de todos, tan sólo le hacían falta las letras para mostrarse REAL. ♥️

Luz & amor

N E R I S S A