"Rhaena y Luke habían pasado desde pequeños por una prueba muy grande: la de perder a un padre y una madre.
Esa desafortunada coincidencia y la sangre de Dragón hicieron de sus vidas un inevitable destino juntos.
Perteneciendo su historia al fuego...
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Capítulo XIV. "El heredero de Driftmark"
Luke
El momento de la audiencia había llegado, y trás aquel encuentro desafortunado y espontáneo con Aemond mis nervios habían crecido aún más.
Jace y yo habíamos recorrido ciertas partes del castillo que desde nuestra infancia en King's Landing no veíamos con la esperanza de no encontrarnos a solas de nuevo con compañía indeseable, pero el hecho de estar en la cuna de las serpientes verdes (como Rhaena las llamaba) hacía que aquella tarea resultara algo imposible.
—Príncipes Jaecerys y Lucerys Velaryon, miírense ahora hechos todo unos jóvenes.
Ante nuestros ojos inexpresivos la reina Alicent intentaba una cortesía de forma extraña en su inesperada presencia.
—Espero que encuentren confortable el regreso a casa después de tanto tiempo, sean bienvenidos — sus manos sobre su vestido verde, característico de su casa y la mirada fija en nosotros dejándonos sin respiración alguna.
—Reina Alicent, gracias por su amabilidad — habló Jace dejándome perplejo.
No podía creer que ahora él se mostrara complaciente y cortés ante alguien como Alicent, no trás ella haber dejado claras sus intenciones en contra de nuestra madre y por ende en contra nuestra familia.
—Su bienvenida al reino de nuestro abuelo ha sido tal y como esperábamos que fuese — las palabras de mi hermano impregnadas de un sarcasmo el cual jamás había notado en él.
Bueno creo que después de todo había juzgado mal a Jace.
La reina Alicent esbozó una sonrisa rota ante las palabras de Jace apretando su amarre entre sus manos sobre su vestido.
—Bueno, ya deben conocerlo por su edad, ante la difícil tarea que es el ocupar el trono debido a la ausencia de su heredero y su responsabilidad al huir, es claro que alguien debía ser de apoyo para su abuelo en su delicado estado de salud actual.
—Mhm, no diría que exactamente fue una huida, más bien lo interpretaría como el amor de una madre protegiendo a lo que más ama y alejándolo de un terreno hostil en donde no puede crecer, mi reina. Y claro, debe de ser una tarea sumamente difícil el sentarse cálidamente en un puesto tan importante sin sentir los estragos internos de querer apoderarse de esa clase de poder dadas las condiciones.
El rostro de Jace se mostraba nuevamente inmutable y firme en su posición ante mi sorpresa y el más que evidente desagrado en el rostro de la reina Alicent hacia nosotros. Esa tarde mi hermano me había demostrado con acciones que a su lado podía sentirme protegido.
