XI. "El Deber con tu Familia "

356 27 14
                                    

Capítulo XI

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Capítulo XI.
"El Deber con tu Familia"

Rhaena se encontraba dando vueltas apresuradas sobre sus pies en su habitación. Dos doncellas a la par acomodando sus objetos personales dentro de baúles con todo lo necesario para estar fuera de casa por 3 semanas navegando en el mar angosto conociendo las diferentes casas y sus postulantes.

Llevaba sus manos a su boca intercalando cada una hacia sus labios para arrancar ligeramente pedacitos de piel sobre sus cutículas. Una de sus doncellas se había dado cuenta de la acción mostrándose preocupada por la princesa.

—Mi lady, ¿se encuentra bien?

Rhaena bajó rápidamente sus manos de su boca escondiendolas detrás de su cuerpo. —Estoy muy bien, gracias.

—Podría ofrecerle vino para que la ayude a relajarse un poco, quizás...

—Dije que estoy bien— El tono abrupto de Rhaena había hecho que la joven se arrepintiera de su intención bajando la cabeza rápidamente.

—Lo siento, Mi lady.

—No, disculpame tú a mí, estoy bien, gracias. —Rhaena volteó los ojos hacia su ventana en un intento de encontrar paz.

—¿Qué hacen ahí de pie sin hacer nada? — Celia había entrado a la habitación dejando a las doncellas mudas en su presencia.

—¡Muevánse ahora o salgan de aquí! Celia alcanzó a leer la expresión de Rhaena contenida tras el reflejo de la ventana. El brillo de una lagrima corriendo por su mejilla.

Las doncellas se apresuraron a terminar las valijas y hacer una reverencia improvisada ante Celia y Rhaena saliendo por la puerta alta de madera, dejando a la mujer anciana y a la joven a solas.

—¿Ahora me dirás qué es lo que sucede contigo?

El silencio y una cabeza baja fue todo lo que Celia obtuvo de la joven princesa.

—Rhaena, dejar a una mujer mayor con la palabra en la boca sin responder ante su pregunta, no es lo que yo te he enseñado, creo que he hecho un mejor trabajo contigo como para que conozcas la diferencia entre ser educada a ser irreverente.

—Celia, ahora no... — la voz quebradiza de Rhaena hizo eco en el corazón de la mujer anciana.

Celia se acercó hacia la cama sentándose lentamente en ella mientras está soltaba un rechinido en la base de madera al notar su peso caer sobre ella.

—Quisiera decir que sé con exactitud qué es lo que sucede contigo pequeña niña, como siempre lo he hecho, pero admito que tu tristeza disfrazada en ira me deja confundida. ¿Qué pasa dentro de tu corazón?

The Lord of Driftmark/ a Lucerys Velaryon & Rhaena Targaryen storieWhere stories live. Discover now