"Rhaena y Luke habían pasado desde pequeños por una prueba muy grande: la de perder a un padre y una madre.
Esa desafortunada coincidencia y la sangre de Dragón hicieron de sus vidas un inevitable destino juntos.
Perteneciendo su historia al fuego...
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Capítulo V. "Un Ojo por un Dragón"
Las opiniones y juicios volaban de un lado a otro en el salón principal de Driftmark, griteríos de niños tratando de validar sus razones, guardias reales tensos de la mandíbula al no saber a quién defender al estar en conflicto interno la familia real y temiendo que sus actos dudosos los condenaran a traición, y finalmente padres y madres, reyes, reinas, príncipes y princesas soltando su veneno en pro de defender a sus crías.
-¡Exijo inmediatamente saber qué ha sucedido! ¡Sir Criston, Sir Harrold! ¡Cómo han permitido que esto sucediera! - el enfermo rey Viserys I se mostraba lleno de cólera mientras se paseaba de un lado al otro con su bastón en un esfuerzo de imponer autoridad y miedo a sus sirvientes y familia.
- Lo sentimos majestad, pero la guardia real no protege a príncipes de príncipes... -Cristo Cole agachaba la mirada temiendo que si la llegase a levanta se encontraría con la furia en los ojos de la reina Alicent.
-¡Esa no es una respuesta para su rey!
La discusión acalorada seguía mientras Aemond era tratado por un maestre de los Velaryon. Rhaena y Baela se encontraban temblando cuál ovejitas a un costado de Jace y Luke en espera de que sus abuelos y padres aparecieran por fin en su defensa.
-¿Qué está pasando aquí?! - Corlys y Rhaenys entraron al salón apresurandose a sus nietos.
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Rhaenys tomó entre sus brazos a sus nietas evaluando el daño que había en sus pequeños rostros. Baela había salido ilesa del enfrentamiento con su tío, pero Rhaena sangraba de la nariz y el labio inferior. Su abuela observa a horrorizada a su nieta menor preguntándose como un varón de su propia familia había sido capaz de lastimarla. Se sentía herida y llena de rabia.
Corlys tomó de los hombros a los pequeños Velaryon plantando una mirada de desafío hacia los demás Targaryen y exigiendo al igual que Viserys una explicación hacia lo sucedido en su ausencia.
- ¿Sanará Gran Maestre? - Alicent contenía el llanto dentro de sí mientras observaba como el maestre daba puntadas a su hijo en su delicado rostro mientras este evitaba llorar del dolor que le causaba la aguja contra su piel.