u n o

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Miré mi reloj, eran las 9:40 am y me sorprendía que aún no viniera nadie a despertarme. Me levanté de la cama sonríendo, algo me hacía pensar que hoy sería un buen día

—¡Kiki!.— gritó Rubén entrando a mi habitación —¡A desayunar!.—

Se acercó corriendo a dónde estaba y me empujó a mi cama para después caer sobre mí, al parecer él también había amanecido de buen humor

—¡Quítate!.— ordené pero no me dejaba levantarme

—¿Por qué estás molestando a Kiki?.— cuestionó Irina entrando a mi habitación

Rubén al escuchar a su novia se levantó inmediatamente, yo reí al ver como solo una simple frase de mi cuñada hacia que él se calmara

—Vine a avisarle del desayuno.— murmuró —Pero no se quería levantar, está en plan... muy floja ¿sabes?.—

—¡Mentiroso!.— exclamé de inmediato viendo como me sacaba la lengua así que le tiré una almohada directamente en la cara

—No discutan más.— pidió aquella rubia riendo —Me llevaré a tu hermano para que te arregles tranquila, te esperaremos para desayunar juntos.—

Asentí viendo como prácticamente sacaba a Rubén del brazo, me encantaba verlos juntos.

Busqué entre mi armario la ropa que me pondría hoy, nunca salía pero me encantaba estar muy arreglada en casa, podría tomarme unas fotos y subirlas a mi instagram.

Solo tenía 40 seguidores y mi cuenta era privada, nadie sabía que era la "hermana adoptiva del famosísimo Rubius" y era genial que nadie lo supiera, así pasaría desapercibida.

Mientras me arreglaba encontré un pequeño collar que me había regalado Rubén, tenía escrita la palabra "Kiki", no era mi nombre pero era un sobrenombre que él me había puesto cuando me adoptaron hace más de 15 años. Yo era bastante pequeña y desde ese entonces tenía androfobia así que cuando lo ví por primera vez en lugar de preguntarle "¿Quién eres?" Empecé a tartamudear y a repetir "ki ki ki ki" demasiado, desde ese momento él me llamó así.

La androfobia es una fobia hacia los varones, empecé a sufrirla a los 4 años gracias a maltratos que sufría en el orfanato a manos de los encargados, a pesar de haber ido a psicólogos y psiquiatras no había tenido suerte en encontrar algún tipo de tratamiento, al único hombre que me podía acercar sin temor era a Rubén y por esa misma razón mamá me había enviado a vivir con él desde hace tiempo.

—¡Si no bajas Wilson se comerá tu desayuno!.— escuché el grito de mi hermano y me apresuré a terminar de arreglarme, solo me faltaban mis zapatos y ya

—¡Ya voy!.— grité sabiendo que probablemente si le daría mi desayuno al gato, él lo amaba demasiado

Salí de mi habitación y bajé corriendo hasta el comedor, ahí estaban ambos desayunando y mi desayuno estaba servido así que me senté con ellos.

—Invité a unos amigos a la casa.— avisó Rubén mirandome

—Está bien, es tu casa.— sonreí un tanto nerviosa

—Tranquila, él sabe las reglas.— dijo Irina tranquilizandome

Por mí androfobia teníamos algunas reglas cada vez que Rubén invitaba a sus amigos:

La primera era que no podían quedarse más de 5 horas porque yo estaría encerrada en mi habitación y no querían tenerme ahí todo el día

La segunda era que no podía mencionar nada de su hermana adoptiva para no generar curiosidad

La tercera y más importante era que debía pedirles que no entraran a mi habitación, él ponía de excusa que era la habitación de mamá y como ella no vivía aquí nadie podía entrar. Las demás habitaciones eran libres para explorar, igual como precaución siempre estaba encerrada bajo llave

—No te expondría a nada que te haga daño Kiki.— sonrió mi hermano mientras robaba un pedazo de panqueque de mi plato —No quiero que tengas ninguna reacción por algún amigo mío.—

Mi fobia llegaba a extremos físicos, no podía ni siquiera tocar a un chico sin que me saliera una especie de salpullido terrible, tener a cualquier chico que no fuera mi hermano a menos de 2 metros me hacía tener un dolor de cabeza infernal y se me bajaba la presión, incluso me faltaba el aire.

—¿A quien invitarás?.— pregunté —¿A Alex? ¿A Mangel?.—

A ambos chicos los invitaba regularmente y ellos ya sabían que no debían acercarse a mí habitación, cuando venían abría mi puerta un poco solo para verlos con bastante distancia de por medio, eran buenos amigos de mi hermano y por eso sentía que también eran mis amigos aunque no me conocieran.

—A Quackity y a Komanche.— respondió y lo miré intrigada, no había escuchado hablar de ellos —Son amigos que solo vienen porque hicieron un viaje a España y quieren aprovechar para visitar Andorra.—

Eran sobrenombres muy curiosos, debía esperar un poco para ver cómo eran, no acostumbraba a ver streams ni cosas donde estuviera involucrado mi hermano, no quería entrar en su mundo lleno de chicos que no hacían más que hablar y hablar por horas frente a una cámara, me estresaba el simple hecho de pensarlo

𝐊𝐈𝐊𝐈-𝐑𝐈𝐊𝐈 [Quackity X Tú]✓Where stories live. Discover now