𝐊𝐈𝐊𝐈-𝐑𝐈𝐊𝐈 [Quackity X Tú]✓

v e i n t i u n o

Después de un viaje largo, estábamos frente a la puerta de la casa. Yo miraba con duda el timbre

—¿Estás segura de esto?.— cuestionó

—Ya volamos hasta acá.— sonreí lo mejor que pude —Debo hacerlo.—

Ví como tocó el timbre y de inmediato le dí un pequeño golpe, aún no estaba lista

—Lo malinterpreté, pensaba que esa era la señal para tocar el timbre.— informó rápidamente

Lo miré dudosa y unos segundos después se abrió la puerta, lo primero que ví fué a Irina.

—¡Kiki, volviste!.— me abrazó fuertemente —Te extrañé.—

Me aferré a aquel abrazo, yo también la había extrañado

—No puedo creerlo, cuando Rubén volvió sin tí supuse que no te vería en un largo tiempo.— habló alejándose de aquel abrazo —Entren, iré por Rubén, está preparándose para su stream.—

Entramos a la casa y ella cerró la puerta, tanto yo como Quackity nos sentamos en el sofá. Irina sonrió mientras se iba, parecía feliz de verme

—¿Es raro que esté nervioso?.— preguntó y reí —No es gracioso.—

—¿Dónde quedó el chico que en el avión dijo que sería capaz de "botar a mi hermano de nuestras vidas"?.— me burlé

Escuchamos pasos rápidos dirigirse a nosotros y de un momento a otro Rubén estaba ahí

—¿Qué hace él en mi casa?.— preguntó —Pensé que habías vuelto sola.—

—Quería venir a arreglar las cosas contigo.— avisé jugando con mis dedos —Y Quackity me acompañó para asegurarse de que no me pasara nada.—

—Bueno, ya estás sana y a salvo con tu familia.— dijo Rubén y miró a Quackity —Puedes irte por donde viniste.—

—Ya estás grande para esos comentarios.— la voz de Alex temblaba, estaba más que nervioso

El ambiente estaba muy tenso, incluso era bastante incómodo.

—Tengo que ir a hacer unas compras.— avisó Irina —Quackity ¿Podrías acompañarme?.—

Me miró y asentí, sabía que la intención de Irina era darnos espacio.

—Está bien.— besó mi frente y se levantó, yo por instinto sonreí

—¡Ey ey ey!.— exclamó Rubén —Ya no te importa nada ¿verdad?.—

Quackity lo ignoró y camino hacia la puerta, Irina lo siguió y escuchamos que salieron de la casa.

—Kiki.— suspiró —Primero quiero pedirte perdón por lo de la última vez, lo pensé con la cabeza fría y no ví las reacciones que te ocasioné durante la charla.—

—No importa.— exclamé queriendo quitarle importancia

—Dices que no importa pero mientras hablo sigues jugando con tus dedos, eso es señal de que estás nerviosa.— dijo arrodillándose para quedar a mi altura —Lo lamento mucho, no quería hacerte daño.—

Lo abracé y él de inmediato correspondió, no podía describir lo mucho que me faltaba ese abrazo. Siempre había podido abrazar con normalidad a Rubén pero esta vez se sentía extraño

—Está bien.— murmuré —Sabes que mi fobia varía mucho, mis nervios a ti son por no verte regularmente como estaba acostumbrada.— mentí para no preocuparlo

Se separó para sentarse frente a mí mientras tenía una pequeña sonrisa en su rostro.

—¿Volverás a casa?.— me preguntó —Por eso volviste ¿no?.—

—No, me gusta vivir con Quackity, él es bueno.— respondí y él suspiró —Ademas ya te dije que solo vine a arreglar las cosas contigo, siento que él me está ayudando con mi fobia, ya puedo salir más.—

—Kiki te conozco como la palma de mi mano.— exclamó mirandome —¿Te gusta Quackity?.—

¿Me gustaba? No lo sabía con exactitud, solo me ponía feliz cuando estaba con él, me conocía y aún así quería quedarse a mi lado, sentía que era especial y me hacía valorarme...

El concepto del amor para una androfobica era abstracto, no tenía referencias, deseaba con todo el corazón que las cosas con él resultarán bien

—Oh por dios, si te gusta, lo ví en tu cara.— exclamó cubriendo su rostro con frustración —No puede gustarte alguien como él.—

—¿Por qué no?.— pregunté sin entender —No admití que me gustara pero pensé que cualquier cosa que yo quisiera podría ponerte contento.—

—Tú no entiendes, nunca has experimentado como se siente enamorarse.— dijo y lo miré mal aunque tuviera razón —Solo te interesas en él porque fué la persona que apareció cuando necesitabas ser salvada.—

—¿Acaso no es eso el amor?.— cuestioné y él frunció el ceño —Las personas aman precisamente a quien necesitan amar, aman a quienes pueden transformar sus vidas y Quackity vino a salvarme.—

—Ahora resulta que eres una experta en el amor ¿no es así?.— exclamó sin poder creerlo

Quería ser honesta con Rubén, todo lo que sentía era nuevo para mí pero estaba segura de que quería expresarlo en palabras que pudieran ser entendidas

—Me gusta, nunca lo había experimentado pero ahora sé lo que se siente.— discutí —Me iré con él, debes respetar mi decisión.—

Rubén se levantó y me ofreció su mano para ayudarme a levantarme, yo la tomé y sentí que me jaló para abrazarme de nuevo

—Eres mi hermanita.— murmuró en medio del abrazo —Es difícil dejarte ir y aceptar que estás creciendo, no confío en Quackity, él es solo un niño inmaduro.—

—Pero puedes confiar en mí, estaré bien.— dije y me alejé un poco para mirarlo —Eres un gran hermano, siempre lo fuiste pero es momento de tomar rumbos distintos.—

Permaneció unos minutos callado, parecía recapacitarlo

—Está bien, no quiero seguir peleando contigo ni hacer algo que agrave tu fobia.— exclamó

—Entonces ¿estás de acuerdo con que quiera vivir lejos de aquí?.— pregunté asombrada y él asintió

—Pero para aceptar que te quieras ir tengo dos condiciones.— avisó sonriendo un poco y me soltó, yo estaba atenta —La primera es que nos visitemos constantemente, estaremos muy lejos y eso se siente extraño, también debemos reunirnos en casa de mamá en navidad.—

—Puedo aceptar eso, suena sencillo.— sonreí, ahora que mi fobia disminuía gradualmente tomar aviones no era tan complicado —¿Y la segunda?.—

—No le diré cuñado al niño pato.— se burló y golpeé levemente su brazo

Con Quackity habíamos acordado ir lento, igual aún no pensaba en una relación con él. Admitir que me gustaba había sido un gran paso para mí, ahora al menos estaba más clara con mis sentimientos.