𝐊𝐈𝐊𝐈-𝐑𝐈𝐊𝐈 [Quackity X Tú]✓

v e i n t i c i n c o

—¡Kiki!.— Karl entró a mi habitación haciendo que me sobresaltara —Perdón, vine a despedirme.—

Caminé hasta donde estaba él, este chico parecía un ángel, se veía muy tierno por alguna extraña razón

—¿Y Alex?.— pregunté

—Está hablando por teléfono.— respondió —Por eso quise aprovechar para verte y quizás pedirte tu número.—

—¿Para qué lo quieres?.— cuestioné sin entender

—Para ser amigos.— exclamó —Debe ser aburrido solo poder hablar con Quackity mientras estás aquí.—

Por supuesto no era aburrido, Quackity por mucho era la persona más interesante del mundo, cuando sentía que me aburría llegaba con algún comentario que me alegraba

—No puedo relacionarme con otros chicos por mi fobia.— recordé —Sé que lo sabes porque Alex te contó.—

—Yo sé sobre tu fobia pero también sé que conmigo no tuviste reacción.— dijo —Por eso te emocionaste tanto cuando tocaste mis manos.—

Dí dos pasos hacia atrás y él rió

—No te presionaré a darme tu número, algún día lograré que me lo des.— sonrió —Te dejaré tranquila, me voy.—

Salió de mi habitación y suspiré pesadamente, sabía que no debía negarme a la posibilidad de convivir con más chicos mientras curaba mi androfobia pero no quería preocupar a Quackity

Pocos minutos pasaron hasta que Quackity entró a verme

—Karl se fué, ¿quieres que salgamos a comer algo?.— ofreció

—¿No prenderías directo?.— cuestioné

—Se me quitaron las ganas.— se limitó a contestar —Mi invitación a comer expira en 3.. 2.. 1..—

—¡Vamos!.— hablé rápidamente guardando mi celular en mi bolsa y corriendo a donde él estaba

Quackity simplemente sonrió y caminamos juntos hasta salir de su departamento

—¿A dónde iremos a comer?.— pregunté cuando estábamos en el ascensor

—Al parque.— respondió con una sonrisa

Había visto muchas películas sobre comidas en el parque, ¡solían ser románticas! ¿él tendría un picnic o algo así preparado para ambos?

—Normalmente el parque está lleno de gente así que como precaución no sueltes mi mano.— condicionó y asentí

El ascensor se detuvo y salimos de ahí tomados de las manos. Irina había descrito el amor como algo hermoso y a juzgar por la felicidad que sentía en este momento sabía que ella no se había equivocado.

—¿Qué piensas?.— preguntó mientras caminabamos por las calles —Normalmente no estás tan callada.—

—No es nada, solo pienso en la felicidad que me provoca estar junto a ti.— respondí viendo como su sonrisa se hacía más grande

Nos detuvimos, él me miró y yo lo miré, era de esos momentos que quería guardar para siempre.

—La misma felicidad que sientes yo también la siento, debemos curar tu fobia cuanto antes.— dijo algo ansioso y reí mientras volvíamos a caminar —A partir de ahora no daremos pasos en reversa, sé que ambos queremos estar juntos pero hay que solucionar eso primero.—

Asentí sonriendo y él parecía no querer borrar la sonrisa que tenía, mientras caminabamos jugábamos a no pisar las líneas que habían en el suelo pero Quackity hacia trampa porque me jalaba para que pisara las líneas, aún así me estaba divirtiendo mucho.

Llegamos al parque y como era de esperarse había bastante gente, yo solo apretaba la mano de Quackity para darme más fuerza, podría resistir para no arruinar su plan

—Bueno, ¿dónde nos sentaremos a comer?.— cuestioné emocionada

Aún me preguntaba dónde había escondido las cosas que comeríamos, seguramente las había dejado en una parte del parque que tuviera el césped perfecto para poder sentarnos ahí

—¿Sentarnos?.— preguntó sin entender y lo miré, ahora yo estaba confundida —Te traje a comer los mejores hot dogs de la ciudad.—

Señaló algo y al seguirlo con la mirada pude notar que había un carrito de hot dogs a un costado. Mi sonrisa se convirtió en una mueca nerviosa

—Verás que te encantarán.— aseguró y asentí no muy convencida

Me jaló en dirección a aquel carrito y le pidió al señor dos hot dogs, yo simplemente miraba atenta como los preparaban

Nos los dió y Quackity pagó, me miró para después soltar mi mano, yo al no sentirlo empecé a sentirme ansiosa, debía tener mi confort

—Come.— pidió mientras le daba un bocado al suyo

—No me siento tranquila.— exclamé y me miró —¿Puedes agarrar mi mano?.—

Al parecer necesitaba sus dos manos para comer un hot dog así que parecía dudoso en si elegirme a mí o a su comida

—Abre la boca.— pidió y lo miré sin entender —Dí "ah".—

Le hice caso y de inmediato tomó mi hot dog para meterlo en mi boca, yo lo miré mal

—Deja de pensar en todas las personas que nos rodean, imagina que solo estamos nosotros.— pidió —Nosotros y Toño.—

—¿Quién es Toño?.— pregunté con la boca llena aún

Me hizo una seña para que mirara detrás de él, en el carrito había una publicidad "Hot dogs Don Toño, los perros más calientes"

—No sé porque me imaginé que está salida sería algo más romántico.— confesé cuando por fin había comido aquel bocado

—¿Más romántico que esto? No puedo imaginarlo.— se burló y empezamos a caminar —Además debes de admitir que están riquísimos.—

Era cierto, a pesar de que no le tenía tanta fé a esta comida resultó ser exquisita, debería tener su propio restaurante

—Toño sabe cómo hacer bien su trabajo.— me limité a decir y ambos seguimos comiendo

Cuando terminamos tiramos la basura en un bote que estaba cerca, Quackity se despidió de Don Toño y caminamos de nuevo, nos adentramos al parque hasta llegar a unos columpios

—Nunca había venido a un parque.— recordé mientras nos sentabamos y nos balanceabamos un poco —Estoy segura de que estar en juegos como estos hubiera sido divertido para mí a los 5 años.—

—¿Y quién dice que no puede ser divertido ahora?.— cuestionó —Puedes aprovechar el tiempo ahora sin seguirte lamentando por el pasado.—

—¿Cómo puede ser divertido ahora?.— pregunté y él se levantó para ponerse detrás de mí

—Ya lo verás.— respondió y empezó a empujar mi columpio haciendo que me elevara poco a poco

Poco a poco iba subiendo y bajaba, él me empujaba cada vez más fuerte, el aire frío golpeaba mi rostro y eso me hacía reír

—¿Puedo dejar de empujarte?.— preguntó riendo

—No, más alto.— pedí y él obedeció sin parar de reir

Esta salida no había sido como la esperaba pero sin duda era mejor. La pequeña Kiki que se la pasaba encerrada estaría orgullosa de lo que yo estaba disfrutando hoy.