𝐊𝐈𝐊𝐈-𝐑𝐈𝐊𝐈 [Quackity X Tú]✓

c u a r e n t aㅤ Y ㅤs i e t e

Desperté en una habitación que no era la mía, miré a mi alrededor y pude ver a Ari, Rivers y Ama durmiendo.

Me levanté recordando que la noche anterior había sido el karaoke pero no recordaba como había llegado hasta aquí

Salí de la habitación, no sabía dónde estaba mi celular así que no podía enviarle mensaje a Alex ni llamarlo, tampoco quería despertar a las demás, quería arreglarmelas sola

—Buenos días.— apareció Karl frente a mí, yo me detuve

Era difícil hablar con él pero agradecía encontrarlo, si hubiera sido cualquier otro chico me hubiera puesto incómoda

—Hola.— saludé en susurro —¿Sabes dónde está Alex?.—

—Creo que se quedó dormido en la sala.— pareció pensarlo —Antes de que vayas con él ¿podemos hablar?.—

—Es lo que estamos haciendo.— reí un poco

—Kiki, quiero pedirte perdón otra vez.— exclamó —Me equivoqué al pensar que debía ser un tipo de informante para tu hermano, pensé que te estaba ayudando cuando realmente te estaba haciendo daño.—

No sabía cómo sentirme cada vez que la gente me pedía perdón y con Karl era aún más difícil, había sido mi mejor amigo y siempre fué un soporte para mí

—Estamos bien.— aseguré bajando la mirada y tallando mi brazo

—Si estuviéramos bien podríamos hablar como antes.— dijo —Ahora eres novia de Quackity y no me opongo, espero que sean muy felices, solo quiero que piensen en mí como su amigo.—

Antes de que pudiera responder ví como Komanche y el Mariana venían corriendo así que por inercia me quedé inmóvil. Para una androfobica ver a dos chicos que recién conocía dirigirse hacia ella podría ser confuso pero a su vez bastante desastroso.

Sentí como Karl tomó mi mano, nuevamente me sentía calmada. Los otros dos pasaron frente a nosotros, ni siquiera parecíamos importarles

—¿Estás bien?.— preguntó Karl —Te quedaste pasmada.—

—Aún intento controlar mi androfobia y aunque ayer conviví con todos sentí...— me detuve al notar que no me había soltado

—Lo siento.— al parecer lo notó así que soltó mi mano —Pensé que ya no sentías miedo.—

Era cierto que mi miedo había disminuido bastante desde que conocí a Alex pero eso no quería decir que fuera nulo

—El miedo es mucho menor que antes, es solo que aún no me acostumbro.— dije

Quedamos en un silencio algo incómodo, ninguno de los dos parecía saber que decir ahora

—Me iré hoy.— recordó —Quería estar en todo tu proceso contra tu fobia pero por ahora supongo que estarás mejor conmigo lejos.—

Asentí con un poco de duda, despedirme de él sería difícil

—Aún así nos veremos en la TwitchCon ¿no?.— pregunté y él pareció asombrado —Quizás en ese momento las cosas puedan ser iguales que antes, necesito tiempo para pensar en todo.—

—Nos veremos ahí entonces.— despeinó mi cabello y reí

Me miró con una gran sonrisa y por inercia sonreí también, me había causado daño y también a Alex pero parecía completamente arrepentido, prefería no amargarme la vida teniendo algún tipo de resentimiento

—¿Un abrazo de despedida?.— preguntó extendiendo sus brazos

—Pero aún no te irás.— dije confundida

—Me sentiré incómodo si te abrazo frente a Quackity.— confesó aún con sus brazos abiertos —Vamos Kiki, no quiero ver esa sonrisa triunfadora en su rostro.—

Reí un poco mientras me acercaba y lo abrazaba

—Gracias por todo Karl.— murmuré en medio del abrazo

—Gracias a ti Kiki.— escuché —Cuando nos veamos seré mejor, ya lo verás.—

Él parecía no querer soltarme y para mí esto estaba durando bastante, intenté alejarme pero no me dejaba

—Un poco más.— pidió

No quería negarme pero el simple hecho de que un chico me estuviera reteniendo me estaba causando un poco de comezón en mis brazos

—Creo que es suficiente.— era Alex así que Karl de inmediato me soltó

—Me estaba despidiendo de ella.— se justificó —No le armes una escena de celos, no hagas esto algo más incómodo.—

Alex se acercó más para tomar mi mano, al verlo solo sonreí, su presencia alegraba aún más mis mañanas

—Los celos son para gente que duda de los sentimientos de su pareja y yo sé que lo que Kiki siente por mí es lo suficientemente fuerte para anular cualquier sentimiento negativo.— explicó

—Como sea, iré a ver si los demás están planeando lo que vamos a desayunar.— dijo algo incómodo —Nos vemos.—

Y sin más se alejó dejándonos solos, de inmediato Alex me abrazó dejándome confundida

—No lo vuelvas a abrazar.— pidió y reí un poco

—¿Dónde quedó eso de "los celos son para gente que duda y bla bla bla"?.— me burlé sin dejar de reír

—¿Soné convincente?.— preguntó alejándose un poco del abrazo, yo asentí con una gran sonrisa —Eso es genial.—

Caminamos aún tomados de las manos, supuse que iríamos con los demás

—Por cierto.— llamé su atención —¿Cómo terminamos durmiendo aquí?.—

Alex sólo se detuvo así que también lo hice

—¿No recuerdas nada?.— cuestionó y negué rápidamente —Todos empezaron a planear quedarse para seguir la fiesta pero nosotros fuimos los únicos en decir que nos iríamos.—

—¿Y por qué no lo hicimos?.— pregunté

—Ganaste la última ronda de karaoke en equipo.— recordó

Eso aún lo recordaba fugazmente, en la última ronda yo era equipo del Mariana y de Aldo. Nos hacíamos llamar "El casi McTrío Plus"

—Cuando ganaste los dos se avalanzaron sobre tí para felicitarte y te desmayaste.— contó —No creo que aguantaras tantas emociones.—

Sentí mis mejillas arder, sentía que me había visto patética

—Los demás me convencieron de quedarnos para cuidarte y cuando les explicamos tu fobia decidimos que era mejor que durmieras con las chicas.— siguió —Quería estar al pendiente de tí pero siempre que quería ir me sacaban de esa habitación con golpes, ya sabes, chicas.—

Quizás hubiera sido mejor contarle a todos sobre mi fobia antes del desmayo, así nos lo hubiéramos ahorrado

—Pero hace rato ví al Mariana y no me dijo nada.— recordé

—Probablemente pensó que era mejor no decirlo.— teorizó —Les pedí que no te trataran distinto a pesar de tu fobia, sé que tú quieres convivir con todos como si no tuvieras miedo así que no quería quitarte esa oportunidad.—

Sonreí y besé su mejilla, amaba saber que él entendía perfectamente lo que quería.

—Vayamos con los demás y después vayamos a casa.— pedí y él asintió

—Lo que mi prometida diga.— se burló, aún estaba tomando muy enserio lo del anillo

—A veces me dan ganas de quitarte el anillo.— reí y me miró mal

—Me tendrás que arrancar el dedo.— dramatizó y yo seguía riendo

Caminamos de nuevo siguiendo las risas que se escuchaban, al parecer la mayoría ya había despertado