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—¡Eres un idiota! — gritaste
Estabas arta de caminar y es que tampoco podían hacer mucho porque estaban en medio de la nada. Iban camino a Raccoon City cuando la camioneta se descompuso, y no tuvieron de otra más que empezar a caminar
—Son muchos kilómetros, así que apúrate
Recordaste que te había dicho eso Wesker hace casi 1 hora, y sí, todo ese tiempo llevaban caminando.
El rubio de lentes seguía caminando como si nada, ignorándote. Tú llevabas una mochila, pero tampoco es que trajeras varias cosas.
—¿Llegaremos antes del anochecer? — preguntaste algo esperanzada
Era todo puro bosque y te daba miedo, pensabas y que con suerte, al menos llegarían a las montañas Arklay.
—No lo creo y menos si te estás quejando de todo
Rodaste los ojos
—Admite que es tu culpa — reprochaste mientras te rascabas la pierna, ya que traías shorts — si nos hubiéramos ido con Chris todo sería maaas fácil
—¿Y por qué no te fuiste con él?
—Porque tú y yo somos un equipo — comentaste obvia
—No necesitaba de ti
Le hiciste una pequeña burla indignada. Caminaste hasta llegar frente a él, impidiéndole el paso. Él sólo te miró con el ceño fruncido, ya que eras más enana que él.
—Ay sí, el mismísimo Jefe de los S.t.a.r.s, el GRAN ALBERT WESKER — alzaste la voz mientras hacías exageraciones con tus manos — NO NECESITA AYUDA...JA
Él no volvió a decir nada
—Todos necesitamos ayuda — dijiste de mala gana, después, te volteaste sobre tus talones y empezaste a caminar.
Bueno, tampoco es que eso de "somos un equipo" era 100% verídico, admitías que Wesker era atractivo pero el maldito tenía una actitud de la mierda.
Respiraste ondo mientras te recargabas en un gran árbol.
—Ay...creo que ya bajé la hamburguesa de ayer con todo lo que he caminado — comentaste algo cansada mientras te sentabas en una roca
Miraste a Wesker por un momento, él parecía normal. Fruciste el ceño
—Está anocheciendo — habló — sí seguimos caminando, quizás lleguemos a las montañas Arklay en media noche
—¡¿Qué?! — gritaste confundida
Wesker hizo una cara de repudio mientras se tapada los oídos, aunque no podías ver exactamente sus ojos porque siempre traía lentes
—No, no, no — comentaste rápidamente mientras parabas de la roca y te acercabas hacia él — yo no caminaré en medio de la nada por ahí...en el bosque...a oscuras...y...menos contigo
