Albert Wesker

563 53 3
                                    

Escuchabas el sonido del piano, no sabías si ir a ver o quedarte quieta

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Escuchabas el sonido del piano, no sabías si ir a ver o quedarte quieta.

—Mierda...¿por qué un psicópata que se mete a casas tocaría el piano? — murmuraste mientras te levantabas de tu cama lentamente

Fuiste sigilosa hasta tu ropero, agarraste una figura de la virgen María que te regaló tu abuela.
Dirigiste tu mano a la perilla, ya que nunca dormías con la puerta abierta, no estabas loca como para hacerlo.
La abriste lentamente y así mismo, caminaste el pequeño pasillo que te llevaba a la tu pequeña sala.

Te asomaste un poco. Suspiraste de alivio.

Era Wesker, tocaba tranquilamente el piano.

—Lo siento, ¿te asusté? — preguntó de repente

Tú aún estabas escondida, hasta que saliste por el pasillo, dejando la virgen María en el sillón que estaba justo por ahí acomodado.

—Bueno...¿cómo no me iba a asustar si alguien toca el piano de mi casa a altas horas de la noche?

Wesker sonrió de loslayo, volvió a tocar el piano.

—No es que me enoje pero...¿qué haces aquí? — pausaste — pensé que llegarías después

—Recuerda que me diste llaves de tu departamento

—Sí...lo recuerdo...pero...eso no responde mi pregunta

—Hubo un cambio de planes...eso es todo

No dijiste nada, sólo asentiste levemente. Era raro en tu novio que cambiara de planes ya que literalmente siempre ponía su trabajo por encima de todo, inclusive por encime de ti...lo cual te enojaba a veces pero ya aprendías a vivir con las decisiones de Wesker.
Y creías que te podías adaptar, lo extrañabas debes en cuando pero también disfrutabas estar tú sola.

—Así que...decidiste venir a mi casa y tocar el piano...ya veo

—Hace tiempo que no tocaba uno

—¿Por qué dejaste de hacerlo?

—Porque mis prioridades siempre fueron otras cosas pero...nunca me desagradó hacerlo

—Tocas demasiado bien, cariño

—Gracias, nena

Sonreíste un poco. Dejaste que Wesker tocara otro ratito el piano, tú sólo disfrutabas escuchar.
El instrumento fue un regalo de tu difunto abuelo, de toda la familia, él creía que tú cuidarías mejor de su preciado piano y aunque nunca lo habías utilizado, lo guardabas como un tesoro. Y ahora te alegraba más que Wesker le diera un buen uso.

—Puedes usarlo cuando quieras, el abuelo estaría muy contento con ésto

—Es un honor, cariño

Llevaste tu mano a su espalda y la empezaste a acariciar, él también llevó su mano a tu espalda baja y te atrajo hacia él.

—Decidí darme unas vacaciones, así que podemos hacer todo lo que tú quieras y a dónde quieras ir, tú decides, te lo dejo todo a ti.

Resident Evil |One Shots|Where stories live. Discover now