Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Tocaste el timbre de la gran mansión.
No habías conseguido otra cosa en Raccoon City; sólo pudiste conseguir de niñera en una mansión afueras de la ciudad.
La mansión Spencer.
Que también era muy famosa por haber permanecido a la dicha familia por generaciones.
Una señora muy galante y esbelta abrió la puerta. Te sonrió.
—¿Eres Danna verdad? — preguntó mientras abría más la puerta
—Sí, hola — trataste de sonreír
—Vente, pasa
Tú solamente asentiste para después quitarle la mirada, estabas sorprendida por como era de adentro, sí que era muy bonita, la gente no exageraba.
—Mira, los niños ahorita están haciendo la tarea, te explicaré lo que pueden y no hacer en cada cierta hora, ¿si?
Dejaste de mirar las paredes llenas de cuadros para después mirarla.
—Mira, aquí es muy grande, así que para que no te desesperes o te pierdas, puedes andar en ésta área — comentó serena mientras apuntaba el ala izquierda — la derecha sólo son las habitaciones de huéspedes y cosas sin sentido
—Muy bien
—Los niños te dirán sus habitaciones, son muy listillos
Rieron
—A veces tienen mucha energía y querrán salir a jugar al patio trasero,y puedes salir pero por favor al anochecer ya deben estar adentro — pausó — no sé pero me da mucho miedo afuera de noche...ya sabes...la ciudad está a unos cuantos kilómetros y ya sabes...puras ideas locas mías
—Sí, sí, entiendo
—Oh...y también...
Mientras ella hablaba, tú volteaste a las escaleras, ya que oían pasos, hasta que viste a dos hombres. Pero el que te llamaba más la atención era el que venía detrás del más bajo, él sí era alto, pelo rubio hacia atrás bien peinado, con lentes de sol y con un pantalón de vestir gris con una camiseta con un botón abierto negra.
—¿Si?
Parpadeaste varias veces
—Sólo ves los números de la hoja en el refri y nos llamas por si acaso
—Okay, okay — parpadeaste varias veces
Lo admitías, no sabías de qué demonios hablaba, ya que tu atención se había centrado en aquél hombre.
—Buenas noches — te saludó el hombre de cabello castaño — la niñera, ¿verdad?
—Sí — sonreiste levemente
El hombre de lentes estaba algo alejado pero veia la situación.
—Trataremos de llegar lo más rápido posible
—Sí...siempre y cuando Wesker no se entrometa — comentó la rubia mientras lo miraba rápidamente
¿Wesker? — pensaste
Miraste al rubio, pero no hizo nada, sólo seguía parado.
Tú te hiciste a un lado, ya que saldrían por la puerta principal.
—Nos vemos más tarde
—Que se diviertan — murmuraste mientras alzabas la mano en señal de despedida
Dejaste de mirarlo para después darle una mirada rápida a ese hombre, él ya los seguía pero a paso lento. Hasta que te miró.
—¿Por qué se divertirían en una conferencia de ciencias? — lo oíste murmurar incrédulo
Frunciste el ceño
💮 💮 💮
Habían pasado varios días desde que ibas de niñera, y en verdad pensabas si seguir yendo porque no había ningún día en que el tal Wesker te dijera una sola cosa sobre tu trabajo.
Suspirabas mientras bajabas de las escaleras, los niños finalmente estaban dormidos y como los padres ya venían, tú ya pondrías irte.
Estaban en el lobby, tomaste tu chamarra y una bufanda, y mientras te las ponías, mirabas a todos lados.
—No entiendo cómo es que éste lugar no les da miedo — susurraste
—Entonces...¿por qué aceptaste el trabajo?
Rodaste los ojos mientras tomabas tu mochila
—A ti qué te importa — contestaste — no entiendo por qué siempre estás aquí... si quieres mi trabajo sólo dime y ya
—En realidad qué aburrido cuidar a unos mocosos energéticos — bufó mientras se cruzaba de brazos — todo tuyo
—Entonces cállate y déjame hacer mi trabajo — comentaste convincente — que pases buenas noches
No oíste respuesta alguna.
Ya era noche pero generalmente por esas zonas eran muy tranquilas, así que irte caminando hasta llegar a la parada del tren estaría muy bien. Cerraste la puerta de la mansión detrás de ti y empezaste a caminar, mientras tratabas de esconder tu cara en tu bufanda, ya que hacía mucho aire.
Wesker caminó hasta la entrada y vió irte. Sonrió de loslayo. También iba a la ciudad, así que aprovecharía el tiempo para molestarte. Después vendría por su auto.
Estabas por ponerte tus audífonos cuando sentiste que alguien te asustaba por detrás. Saltaste del mismo susto.
—¡Ah! ¡Idiota! — gritaste algo enojada
Wesker tenía la misma sonrisa socarrona
—En realidad...también voy al pueblucho ese, así que vámonos
—¿Enserio no puedes dejarme en paz? — preguntaste en murmuro mientras empezabas a caminar lentamente
Wesker iba a unos pasos de ti, hasta que paró en seco y se volteó para mirarte. Ésta vez no traía lentes, sus típicos lentes obscuros. No. Y podías ver perfectamente esos ojos azules.
Parpadeaste varias veces, tratando de asimilar lo que pensabas al verlo.
—¿Quieres que te deje en paz?
No, en realidad querías que siguiera molestándote. Tú no respondiste, solamente negaste apenada mientras tratabas de esconder tu cara en la bufanda.
—Y aunque dijeras que sí, no te iba a dejar en paz — alzó levemente la ceja
