"-¿Quién diría que al jefe de la empresa le gusta seguir órdenes mientras se lo follan?
[...]
-¿Quieres mi nudo, bebé? Eso quieres, ¿no es cierto?
-S-sí...
Una embestida más lo hizo cerrar los ojos con fuerza, Louis estaba siendo especialmente duro...
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—¿Qué mierda te pasa? —exclamó Harry después de separarse del beso.
Louis observó al omega frente a él con cierta confusión hacia sus propias acciones. Su lobo encontrándose molesto por haber sido alejado. —Y-yo...
—¿Qué pasa, Tomlinson? ¿Ahora eres uno de esos estúpidos alfas que besan a los omegas sin su consentimiento? Jódete —reclamó mientras cruzaba los brazos sobre su pecho.
El alfa ladeó una sonrisa con orgullo al notar cierto detalle, por lo que se acercó un poco a él, apoyando ambas manos en la pared a los costados del menor. —¿Estás molesto, Styles?
—Por supuesto que sí.
—Si es así... entonces, ¿por qué no te separaste inmediatamente? O mejor aún, ¿por qué este lugar huele tanto a zarzamora y cereza?
Harry lo miró y se encorvó ligeramente; sus piernas apretadas y sus manos presionando en sus antebrazos. Mierda.
—Oh, pequeño omega, ¿acaso comenzaste a lubricar por un beso? ¿Justo como un adolescente?
—Claro que no —afirmó sin convicción en su voz.
Louis mordió su labio inferior mientras observaba al lobo frente a él. Se preguntó si sería una buena idea.
Y por mucho que odiara a Styles, no quería ser uno de esos idiotas que se aprovechan de los omegas en situación vulnerable, por lo que intentó realizar algo pequeño pero significativo para saber si continuar o no; ya que podía sentir los puños del menor presionados en su pecho y su cuerpo rígido.
Con lentitud colocó sus manos en la cintura del omega y se acercó a él con un movimiento lento, pero firme —Dime, Harry, si quieres que me detenga solo debes decirlo, entonces me iré y podremos fingir que jamás volvimos a vernos.
El ojiverde respiró con dificultad; el aroma a cigarrillos y menta inundando sus pulmones y provocando que sus piernas temblaran. Joder, realmente lo había extrañado.
Cuando el alfa notó la falta de respuesta de su parte, decidió bajar un poco más sus manos, llevándolas hasta sus caderas con firmeza —Venga, omega, necesito una respuesta. Solo debes decir que no y prometo que me iré. Jamás haría algo con lo que no estuvieras de acuerdo.
Louis pensó en alejarse cuando el menor desvió la mirada, sin embargo, sus manos presionaron en las caderas del omega con firmeza cuando esté lo tomó del saco de su traje para volver a besarlo.
Sus labios reconociéndose a pesar de haber estado alejados por años, encontrándose mutuamente con cierta familiaridad que no habían logrado sentir con nadie más.
El omega jadeó cuando Louis mordió su labio inferior con destreza y fuerza, sus labios separándose para permitirle el acceso a su lengua. Pronto el lugar se encontró envuelto en el dulce aroma de la zarzamora y la cereza mezclándose con la menta y los cigarrillos.
